La abogada izquierdista Dina Boluarte juró este miércoles ante el pleno del Congreso como la primera presidenta de la historia de Perú, tras la destitución por el Parlamento de Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.
Boluarte, quien ocupaba el cargo de la vicepresidencia de Perú, es abogada y cuenta con una maestría en Derecho Notarial y Registral de la Universidad Particular San Martín de Porres.
Según la hoja de vida de la mandataria, cuenta con amplio conocimiento y estudios en Derecho Constitucional, Derecho Procesal Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Administrativo y Gestión Pública. Además, es conciliadora extrajudicial.
Entre los cargos públicos que ha ocupado, es la presidenta del Club Departamental Apurímac y es la Vicepresidenta de los Clubes Departamentales del Perú.
Adicionalmente, cuenta con una amplia experiencia laboral, puesto que fue asesora legal de la alta dirección y jefe de oficina registral del RENIEC. También estuvo a cargo de la dirección de Bienestar del Colegio de Abogados de Lima.
Pedro Castilo, presidente de Perú, es destituido de su cargo
Con una mayoría extraordinaria el Parlamento peruano dejó por fuera del cargo presidencial al hasta entonces presidente Pedro Castilo, lo anterior, dado el auto golpe de estado que dio a conocer a través de un video digital a su Nación.
Según reportan los medios nacionales del país vecino, el expresidente planea salir del país, por lo que varios ciudadanos han bloqueado la embajada de México para evitar dicho fin.
Cabe aclarar que Castillo decretó este miércoles disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia (destitución) en su contra que podría haberlo apartado de la jefatura del Estado.
El Congreso de Perú debate y votó este miércoles un nuevo pedido de destitución presentado contra el presidente Pedro Castillo por una "permanente incapacidad moral", cuya decisión final mantiene en vilo a los peruanos.
Para que proceda una eventual destitución requiere del voto a favor de, al menos, 87 de los 130 parlamentarios, aunque tanto representantes del oficialismo como de la oposición han manifestado en las últimas horas sus dudas de que se logre alcanzar ese apoyo.
La moción, impulsada la semana pasada por el congresista independiente Edward Málaga, es la tercera presentada cuando apenas han transcurrido 17 meses de gobierno, caracterizado por un duro enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo.
A pocas horas de la crucial votación, Castillo afirmó, en un pronunciamiento transmitido por televisión nacional, que "no es corrupto" y dijo que se defenderá del pedido de destitución.
"A horas de debatirse una nueva moción de vacancia en mi contra me presento para ratificar una vez más que no soy corrupto ni mancharía jamás el buen apellido de mis honestos padres", sostuvo.
El gobernante aseguró que "a lo largo de los 17 meses de gestión" que lleva "cierto sector del parlamento tuvo como único punto de la agenda" destituirlo del cargo, "porque nunca aceptaron los resultados de una elección" que el año pasado le permitió derrotar en segunda vuelta a la líder derechista Keiko Fujimori.
El gobernante también sostuvo que este miércoles ejercerá su "derecho a la defensa" y que es "un demócrata que respeta la Constitución, la instituciones, el debido proceso, el Estado de Derecho y el equilibro de poderes" en su país.
Al referirse a la moción, uno de los abogados de Castillo, Benji Espinoza, abrió este martes la posibilidad de recurrir a la justicia constitucional si es que el Congreso aprueba la destitución.
Castillo ya sorteó un primer pedido de destitución por "incapacidad moral" en diciembre de 2021, cuando la moción no fue admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo pasado, cuando recibió solo 55 votos a favor.