Una grave crisis política se desató en Haití, después de que varias bandas criminales de la región, en una violenta alza, están tratando de derrocar al actual gobierno del primer ministro Ariel Henry.
Todo esto inició cuando diferentes grupos armados se unieron y, juntos, decidieron atacar la principal cárcel de Haití. En esta incursión, el 97% de los presos, lo que equivale a casi 4.000, lograron escapar.
Después de que estas personas lograrán escapar, las bandas criminales comenzaron a tomarse las calles y a enfrentar a las autoridades para hacerse con el poder de las instituciones.
Cabe resaltar que esto nace desde que el 28 de febrero se conociera que el primer ministro Ariel Henry se había comprometido a celebrar elecciones en Haití antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se tiene en cuenta que el mandatario debía haber abandonado el poder el pasado 7 de febrero, según un acuerdo de 2022.
Debido a la escalada de violencia y a la imposibilidad del gobierno de tomar las riendas de la situación, el primer ministro se vio obligado a realizar una evacuación inmediata hacia República Dominicana, después de estar desaparecido por varios días.
No obstante, para su sorpresa, la vecina nación negó la entrada de Henry al país en pro de proteger la seguridad de República Dominicana en medio de la escalada de violencia en el vecino país.
En una entrevista al Financial Times, Luis Abinader, presidente de República Dominicana, dijo que, dada la situación actual en Haití, "no considera adecuada" la presencia del primer ministro en la República Dominicana.
Esta decisión subraya la "postura firme" del Gobierno dominicano de salvaguardar la seguridad nacional y la estabilidad, en un contexto donde la violencia y el caos han escalado de forma significativa en Haití.
Abinader enfatizó la ausencia de Gobierno y autoridad en Haití, describiendo la situación de seguridad como "totalmente insostenible", en especial en el sur de Haití, así como en la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores.
Las soluciones que se adelantan para conseguir la Paz
Las bandas criminales, al momento, tendrían un objetivo en particular y este es conseguir que el primer ministro renuncie y que no se alarguen las elecciones presidenciales hasta dentro de un año.
Frente a esto, varias naciones, con el motivo de encontrar una salida a la crisis, se reunirán en Kingston, capital de Jamaica, para plantear una hoja de ruta para lograr una posible salida diplomática a la crisis.
Cabe resaltar que la mayoría de países han optado por retirar a sus representantes del país debido a que ya no es posible garantizar su seguridad.
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Dentro de las propuestas que se han puesto sobre la mesa en relación con la solución de este conflicto, Nayib Bukele anunció que, si la ONU le da permiso, él podría enviar una delegación de su país para Haití.
“Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y que estén cubiertos todos los gastos de la misión” aseguró el presidente.
La propuesta de Bukele, similar a la que implementó dentro de El Salvador, pretende aniquilar a todas las bandas que, al momento, aterrorizan a los habitantes del país caribeño.
Consecuencias del alza a la violencia
La vida ha cambiado totalmente en Puerto Príncipe; ya nada es como antes, con las bandas sembrando el terror día y noche. Incluso las relaciones sociales se derrumban, domina la desconfianza, en un país, Haití, con más de 360.000 desplazados internos por la violencia.
Muchos de ellos viven como nómadas. Esas cifras proporcionadas por Naciones Unidas aumentan a diario, especialmente en los últimos días, con los ataques de las bandas en un intento por derrocar al gobierno del primer ministro Ariel Henry.
Con el estado de emergencia impuesto, en el área metropolitana de Puerto Príncipe desapareció la vida nocturna. Al caer la noche, las calles están vacías. Los comerciantes abandonan precipitadamente las aceras, que se han transformado en un mercado público donde la basura y la suciedad se codean con la mercancía.
Las bandas son la ley. Sustituyen al Estado. La policía carece de medios, no hay voluntad para resolver la situación.
La miseria, la pobreza y el hambre son el día a día de los haitianos. La esperanza abandona a Haití, empujando a muchos a tratar de emigrar a otros países: Estados Unidos, Canadá, Francia, México, Nicaragua, Chile y la República Dominicana son los principales. Se han marchado médicos, enfermeros, abogados, directivos de instituciones públicas y privadas, el eje profesional de la nación caribeña.