Desde el pasado domingo, los fieles seguidores de la Iglesia Católica han podido ver a través de las transmisiones de sus misas a las distintas imágenes de las parroquias cubiertas por una tela de color púrpura, lo que ha generado dudas en aquellos poco conocedores del tema, pero que siempre han visto la exposición de pinturas y estatuas que adornan a los templos.
Esto como muestra del luto de la Iglesia Católica por su señor Jesucristo.
La costumbre se lleva a cabo aproximadamente desde el siglo XVII y su práctica ya no es obligatoria, como lo fue en alguna época, pues en la carta circular Paschalis sollemnitatis de 1988, se lee que “la práctica de cubrir las cruces y las imágenes en la iglesia desde el quinto domingo de Cuaresma puede ser útilmente conservada según el juicio de la conferencia episcopal”.
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Cabe aclarar que no es cierto que las imágenes sean ocultadas durante toda la cuaresma, pues es un dato errado que muchos suelen replicar, sino que se tapan en los días previos a 'la pasión del señor', es decir, solamente los días comprendidos desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo, en el caso de los crucifijos, pues el resto de imágenes se descubren el Sábado Santo.
Otras interpretaciones
Según el sacerdote francés del siglo XIX, Prosper Guéranger, otra de las interpretaciones que se le puede dar a esta costumbre es la ocultación de la gloria de Dios mientras su hijo padecía todos los sucesos de su pasión.
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"Esta ceremonia expresa la humillación a la cual nuestro Salvador se sometió, como es relatado en el Evangelio del Domingo de la Pasión del Señor", relata el religioso en uno de sus libros, recuperados y traducidos a través de la historia.
Otros sacerdotes aseguran que se hace esto para centrar la atención en Jesús y no desviar la atención a devociones ajenas a la Semana Santa.