Muchas ciudades y negocios en EE.UU. se han preparado en caso de posibles brotes de violencia postelectoral debido al ambiente en el que se han venido desarrollando las tan esperadas elecciones presidenciales.
Los dueños de diferentes negocios han tapado las ventanas y cerrado sus tiendas debido a la inminente amenaza de violencia relacionada con las elecciones. Aunque unos 100 millones de estadounidenses han recurrido a la votación anticipada por correo, se espera que más de 50 millones emitan sus votos en persona el día de las elecciones.
En Florida, algunas tiendas, incluidas Macy's, Target y CVS, en el exclusivo distrito de diseño de Miami, fueron cercadas y cerradas, al igual que los principales minoristas de todo el país han intensificado las medidas de seguridad para evitar daños a sus tiendas ante la posible violencia postelectoral. Se registraron medidas similares en Washington D.C.
"Hay mucho en juego para estas elecciones y el ambiente nacional parece oscuro. La violencia puede manifestarse de formas grandes y pequeñas. Los extremistas pueden buscar 'defender' un lugar de votación y, al hacerlo, intimidar a los votantes de otro partido", declaró el centro de investigación Brookings Institution en un informe el 27 de octubre.
La posibilidad de que los resultados de las elecciones se retrasen o impugnen hace que las empresas y los propietarios se preocupen de que las propiedades comerciales y residenciales puedan sufrir daños en caso de disturbios.
En 16 estados, más de 3.600 miembros en servicio de la Guardia Nacional, integrantes de la reserva del Ejército y la Fuerza Aérea de EE.UU. han sido activados para mantenerse alerta ante posibles disturbios civiles.
Los deberes de los miembros del servicio incluyen ayudar a los colegios electorales, brindar apoyo de seguridad cibernética y responder a las protestas el día de las elecciones o después, ya que las leyes estadounidenses prohíben que los militares en servicio activo vigilen al público y hagan cumplir el orden interno.
Las autoridades de los estados de Alabama y Arizona gastaron unos USD 200.000 para comprar equipo de protección y capacitar a los miembros de la Guardia Nacional contra las protestas. Massachusetts, por su parte, ordenó a 1.000 miembros de esta fuerza de reserva mantenerse en espera, mientras que Texas indicó que se pueden enviar hasta 1.000 soldados si es necesario.
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Diferentes políticos demócratas han señalado declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que aparentemente ha dado a entender que acoge, alienta y presagia brotes de violencia si no gana en las elecciones o los resultados electorales no son tan claros.
En varias declaraciones, Trump insinuó que se comprometerá con una transferencia pacífica del poder solo si las elecciones están lejos de ser un ''fraude''.
Los estados de Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Carolina del Norte y Pensilvania son considerados estados indecisos en la carrera entre Trump y su contendiente demócrata, Joe Biden. Algunos otros estados, como Minnesota, Iowa, New Hampshire, Ohio, Wisconsin y Texas, podrían generar sorpresas a los observadores electorales.
En las principales ciudades, los departamentos de policía locales han notificado a la población que podría haber cierres de calles debido a mítines y protestas programadas para el martes y miércoles.
Los temores por posibles brotes de violencia se han sustentado en las masivas y violentas manifestaciones que se han presentado en EE.UU. a lo largo del año, especialmente las generadas tras los asesinatos de George Floyd y Breonna Taylor, entre otros casos de abusos policiales contra afroamericanos.