Sin lugar a dudas la vida amorosa de Carlos III, uno de los monarcas contemporáneos más destacados de la era actual, ha dejado una vida llena de amores que, a su vez, han dejado algunos sinsabores en la relación que tiene con su mamá, la fallecida Isabel II.
El amor en los tiempos digitales
Las tradiciones familiares han puesto contra las cuerdas las campañas amorosas del monarca que, a su vez, puso en jaque las tradiciones británicas que, con celo, han cuidado por siglos.
Camila Parker, amor de la vida del Rey, ha cargado en su espalda el señalamiento del pueblo británico, a quien acusan de ser la directa responsable de la ruptura del matrimonio de "ensueño" entre el entonces principe Carlos y la princesa Diana, un suceso que en su momento llegó a marcar la realidad nacional de Inglaterra.
Por su parte, la ahora reina consorte ha hecho inmensos esfuerzos para ganarse el cariño del pueblo británico, de la que esperan con gran expectativa cómo será su nuevo rol dentro de la monarquía.
Este amor, no aprobado por Isabel II, ha sido causante de lo que fue una causa de desgaste en la relación madre-hijo. Sin embargo, los detalles, herméticamente guardados, no están a la luz de los profanos lectores en español de estas historias.