
Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, indicó con un todo directo y desafiante en tempranas horas de este jueves, que una guerra con los Estados Unidos, sea comercial, arancelaria o militar, no debería librarse y que ninguno de los dos países debe ganarla.
Con base a esto, el portavoz indicó que “Sea cual sea, no debe librarse y no se puede ganar”, declaró en sus comentarios, lo que puede llegar a intensificar las tensiones que han venido surgiendo en el último tiempo entre las dos potencias. Esto se produce un día después de que el gobernante chino Xi JinPing esté preparado para luchar “hasta el final”, en caso de un posible conflicto entre naciones.
En un comunicado que se divulgó a través de la cuenta oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores en X, Lin insistió a los Estados Unidos a abandonar la mentalidad “anticuada de la guerra fría” al abordar sus relaciones con el gigante asiático.
“El Gobierno de EE.UU. necesita entender que China no es un reflejo de su propio modelo hegemónico”, afirmó el portavoz, haciendo hincapié en que el país asiático no aceptará más intentos de ser contenido o atacado bajo el marco de la “competencia estratégica”.
Estas declaraciones llegan en un marco coincidente con el anuncio reciente de un aumento del 7,2% en el presupuesto de defensa en China, con esto se alcanza aproximadamente 245 mil millones de dólares. Este incremento se aprobó durante la actual sesión de la Asamblea Nacional Popular China, lo que deja en evidencia la importancia que tiene el país en fortalecer sus capacidades militares.
Si bien esta tasa de aumento se considera moderada en comparación a años anteriores, los expertos en seguridad y defensa internacional interpretan esta nueva cifra, como un reflejo de las políticas del mandatario chino, Xi Jinping, de modernizar sus fuerzas armadas y mantener una postura desafiante en el ámbito geopolítico.
Mientras tanto, el Ejército Popular de Liberación ha incrementado sus capacidades con nuevas generaciones de cazas furtivos, portaaviones y sistemas de misiles avanzados.
Con esta reciente mejora en el presupuesto de defensa también coincide con el aumento de las tensiones en el estrecho de Taiwán, un territorio que desde Pekín consideran que mantiene una soberanía política con el apoyo de los Estados Unidos. Con esto, China ha enviado un fortalecimiento militar para presionar a la isla y mostrar su determinación de evitar que se declare la independencia.
Aunque China sigue intentando una solución pacífica al conflicto por la disputa de Taiwán, desde Pekín han dejado en claro que no se tolerará ninguna forma de independencia formal de la isla, y ha advertido contra la intromisión de otros países que podría abogar por ello.