Miles de personas salieron a las calles de Brasil este fin de semana para protestar en contra del Gobierno de Jair Bolsonaro y su política para luchar contra el avance del coronavirus, la cual ha sido puesta en duda tras las investigaciones que adelanta la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado.
Las manifestaciones fueron multitudinarias en ciudades como Recife, Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Salvador, donde se escucharon muchas veces los gritos de “¡Fuera Bolsonaro!”.
“Estoy aquí porque este es un Gobierno genocida y racista que usa la pandemia para destruir la sanidad, la educación (y) nuestras reservas ambientales”, dijo al diario El País la docente Josiane Peçanha, miembro del movimiento "Las vidas negras importan".
Movimientos sociales como Pueblo sin miedo y la Coalición negra por derechos, centrales sindicales y partidos de izquierda como el Partido de los Trabajadores (PT), liderado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) fueron los que convocaron a las protestas del pasado sábado.
Los organizadores pidieron a los participantes que guardaran el distanciamiento mínimo entre personas y que utilizaran mascarillas médicas (tapabocas) todo el tiempo para evitar nuevos brotes de COVID-19, en un momento en el que el país sobrepasa las 450.000 muertes a causa del virus.
“Si usted mira a su alrededor, verá a todas las personas usando la mascarilla médica. No existe ningún tipo de comparación entre esta manifestación y aquellas promovidas por Bolsonaro, basadas en el negacionismo (de la pandemia)”, explicó Gilherme Boulos, precandidato del PSOL para la gobernación de Sao Paulo, en una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo.
Manifestaciones contra medidas restrictivas
El político hizo referencia a las manifestaciones que en varias ocasiones ha convocado el bolsonarismo en contra de las restricciones impuestas por alcaldes y gobernadores para aminorar el avance del coronavirus en sus territorios, y en las que el mismo mandatario ha dicho que la pandemia está “sobrevalorada”.
Las manifestaciones del pasado sábado son un espaldarazo a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado que está evaluando la gestión de Jair Bolsonaro y su Gobierno para luchar contra la pandemia.
- Le puede interesar: Segunda erupción de un volcán en el Congo sería falsa alarma
Gracias a sus investigaciones se ha descubierto que la Cancillería de Brasil movió todo el aparato estatal para comprar cloroquina como tratamiento contra el coronavirus, a pesar de que ninguna autoridad científica del mundo ha comprobado su eficacia contra la COVID-19, y se dio a conocer que esta cartera y el Ministerio de Salud rechazaron al menos tres propuestas realizadas por la farmacéutica Pfizer para que adquirieran sus vacunas desde 2020.