Australia revisó este jueves sus pautas sobre el uso de la vacuna contra la COVID-19 de Oxford-AstraZeneca, limitándola a las personas de 60 años o más debido a nuevas pruebas de trastornos de la coagulación sanguínea.
En declaraciones a los periodistas, el ministro de Salud, Greg Hunt, dijo que el Gobierno aceptó el consejo médico del Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI), que dijo que solo los mayores de 60 años deberían tomar AstraZeneca debido a 12 nuevos casos de una condición extraña de la sangre.
"Por lo tanto, he recomendado que Pfizer sea la vacuna preferida para los menores de 60 años", señaló el grupo.
La vacuna de la compañía farmacéutica británico-sueca fue recomendada para su uso en personas mayores entre 50 y 59 años, a quienes ahora se les ofrecerá la vacuna Pfizer.
Paul Kelly, el director médico, dijo que la "ecuación de riesgo-beneficio" había cambiado para los mayores de 50 años debido a la incidencia reportada de la condición de coagulación de la sangre conocida como trombosis con síndrome de trombocitopenia (STT).
Sin embargo, agregó: "AstraZeneca sigue siendo una vacuna muy eficaz, y sus beneficios en los mayores de 60 años siguen siendo mucho más altos que el riesgo de este síndrome particularmente raro pero a veces grave".
El funcionario dijo que hasta el momento 815.000 personas mayores de 50 años habían recibido la primera dosis de AstraZeneca, a quienes instó a seguir adelante con la segunda dosis también.
"El segundo consejo importante del ATAGI es que cualquier persona que haya recibido una primera dosis de AstraZeneca sin problemas debe sentirse muy segura de recibir su segunda dosis", dijo.
Australia ha administrado 3,3 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, que se ha relacionado con 60 casos de coágulos de sangre, dijo el Gobierno.
El país ha aplicado más de 6 millones de dosis de vacuna contra el Covid-19 y 700.000 personas están completamente vacunadas.
En el país se han registrado hasta 30.301 contagios y 910 muertes relacionadas desde el inicio de la pandemia.
Varios países, principalmente en Europa, han limitado o suspendido el uso de AstraZeneca por preocupaciones similares. Sin embargo, los organismos internacionales de salud han reiterado una y otra vez que sus beneficios superan cualquier riesgo.