Puede resultar extraño que a los gatos les cambie el color del pelaje, sobre todo si ya son adultos y llevan varios años ostentando el mismo tono. Si su mascota presenta este síntoma es necesario acudir a un veterinario para descartar alguna enfermedad. por lo general no suele ser algo alarmante, pero es recomendable descartar cualquier anomalía en la salud del animal.
En primer lugar es necesario identificar luego de ir al veterinario cuáles son las posibles causas para que los gatos cambien de color. Dentro de las posibilidades está el estrés, la genética, el envejecimiento, la exposición al sol, problemas de pelo, vitiligo o falta de tirosina.
Entre todas estas razones, el estrés puede ser la más frecuente. Este factor normalmente altera el organismo, tanto en los gatos como en cualquier ser vivo. Es común que con ansiedad o estrés se caiga mucho más el pelo y que haya cambios hormonales que produzcan cambios en el tono del pelaje, pasando siempre a ser un pelo más claro. Además, si el estrés es muy fuerte pueden aparecer áreas blancas de pelo.
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Las condiciones genéticas podrían generar cambios en el pelaje de los gatos con el pasar de los años, debido a que en muchos casos la pareja de animales que dio a luz a su mascota tenían pelos de diferente color, y algunas veces la cría adopta ambos colores, pero no al mismo tiempo.
Con la exposición al sol es igual, debido a que su pelo se aclarar, seguramente en unas zonas más que en otras. Por ejemplo, normalmente, los gatos negros cambian a un tono más rojizo o marrón.
Por último está la tirosina que es un aminoácido que interviene en la creación de melanina, lo que le da color a la piel y el pelaje. Por esto, una falta de tirosina puede provocar un cambio de coloración en el pelo de los gatos.
