Está demostrado que hay factores que influyen en las mascotas a la hora de contraer alguna enfermedad, por ejemplo, en el caso de los perros, se comprobó que hay unas razas específicas que tienen una probabilidad más alta que otras de contraer problemas en la cadera, y esto tiene una explicación lógica.
Uno de los problemas que más aqueja la cadera de un perro es la displasia. Esta enfermedad es una malformación en los huesos de la cintura y el fémur de los canes, y este problema podría derivar, en el peor de los casos, en una artrosis perruna.
Y aunque ningún can está exento de sufrir displasia de cadera, hay unas razas que sí son más propensas, como el dogo argentino, san bernardo, pastor alemán, rottweiler, dogo de Burdeos, mastín napolitano, basset hound y presa canario.
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Resulta que este tipo de perros, por su gran tamaño y, por ende, su peso, deben realizar más trabajo de fuerza con sus articulaciones, y ahí es cuando viene el desgaste, y con él, los problemas de cadera.
La displasia de cadera en los perros consiste en que la cabeza del fémur no encaja bien con la cavidad cotiloidea, que es el hueco de la cadera. Al no encajar bien ambos huesos, el perro va perdiendo movilidad, camina mal y le genera dolor.Aunque se debe estar pendiente de la salud de cualquier raza de perro, si usted tiene uno de los mencionados deberá identificar si su mascota padece de la enfermedad, y lo puede saber de la siguiente manera:
- Camina más despacio.
- Varía considerablemente la postura.
- Pasa más tiempo de lo normal recostado o en su cama.
- Mantiene juntas las patas de atrás cuando está en pie.