Los hongos, ácaros y gusanos no solo afectan el sistema digestivo de las mascotas, sino que también influyen en la salud de la piel de los perros y los gatos, por lo que es importante tener un cuidado especial en el pelaje de los animales, para que no terminen sufriendo más de la cuenta.
En primer lugar, están los perros, que son los animales con mayores problemas en la piel, debido en parte a su tamaño y en algunos casos, a sus pelajes. Una de las enfermedades más comunes es la fungosis, que se trata del crecimiento de los hongos de forma natural y normalmente se detectan con mayor frecuencia bajo las uñas y entres las patas de los perros, aunque puede extenderse por todo el cuerpo.
El aumento de la humedad, no secar bien al perro o exponerlo a altas temperaturas por mucho tiempo, son factores principales en las enfermedades de piel.También está el impétigo, que en perros es una infección bacteriana común en cachorros. Provoca ampollas llenas de pus que pueden romperse y formar una costra. Las ampollas normalmente se desarrollan en las partes sin pelo del abdomen. [single-related post_id="892017"] Uno de los problemas más graves es si usted detecta un bulto en la piel, y en ese caso, llévelo al veterinario. Los perros pueden tener tumores cancerígenos en su piel y la única manera de detectar que un perro tiene cáncer es mediante una biopsia. Si el bulto es lo suficientemente pequeño, el veterinario le recomendara extirparlo por completo.
Otras enfermedades más comunes son las pulgas, garrapatas, dermatitis y seborrea.En el caso de los gatos, está el absceso que es una enfermedad en la piel de los gatos, causada por una dolorosa acumulación de pus debido a una mordedura o herida penetrante. Aunque no parezca, los gatos también pueden sufrir de acné. Conocidos también como puntos negros, se suelen encontrar en la parte inferior de la barbilla y en los bordes de los labios. Esta condición puede estar asociada con los bebederos de plástico o de goma. También pueden sufrir de alopecia. Es el daño en la piel que puede ser originado por el aseo compulsivo o también por el estrés. El tratamiento consiste en reducir al mínimo el nivel de estrés del gato. Otros casos pueden ser dermatitis, tiña y ácaros.