
Un dramático cierre se vivió el pasado domingo en la NFL, luego de que el vigente campeón, Patriots, perdiera en la última jugada del partido contra Dolphins en un encuentro en el que el primer equipo dominó de principio a fin.
En el Hard Rock Stadium, a New England Patriots se le escapó la chance de coronarse campeón de la división Este de la Conferencia Americana, luego de que, con un marcador apretado de 34-33, Miami Dolphins logró un triunfo que quedará en la historia de la NFL por lo que significó y por cómo se ejecutó.
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A Miami le quedaba la posesión y 69 yardas para llegar a la zona de anotación, sumado a que solo les quedaban siete segundos, por lo que todo debía pasar en un jugada. El quarterback Ryan Tannehill completó su pase a Kenny Stills, quien hizo lo mismo completando su pase hacia atrás a DeVante Parker, que hizo lo propio a Kenyan Drake, que en una gran corrida logró lo inesperado y llegó con el ovoide a la posición de anotación y así se pusieron por delante en el marcador.
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Sin embargo, aunque la derrota es histórica por lo que representa Patriots y su mejor hombre, Tom Brady, los resultados obtenidos por ellos en el sur de Florida, desde 2001, son negativos, siendo esta cancha el lugar donde más veces han caído en 17 años, y el único escenario donde el mariscal tiene una marca perdedora en la AFC.
Ahora, luchando contra todo pronóstico, los Miami Dolphins tienen ahora un récord de 7-6, que, sumado a la derrota este fin de semana de los Ravens, los ubican en la batalla por el segundo lugar con otros tres equipos, lo que les daría un comodín para seguir luchando por llegar a la gran final del fútbol americano en febrero del próximo año.