Hoy hace un año la ciudadanía votó con la esperanza de acabar la corrupción en Colombia. No lo logró. La Consulta Anticorrupción, uno de los mecanismos que pretendía combatir este flagelo, no alcanzó el umbral requerido. De los proyectos inspirados en esta propuesta que luego se presentaron ante el Congreso de la República, solo uno salió ileso de hundirse o de ser modificado en los debates.
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365 días después de la histórica votación (11.674.951 personas), las promesas hechas por diversos sectores políticos se quedaron en el tintero y la corrupción sigue siendo el pan de cada día. ¿Por qué en Colombia persiste la corrupción? ¿Qué hay que hacer para acabar con el problema? KienyKe.com habló con expertos. [single-related post_id="1148849"] La representante a la Cámara, Katherine Miranda, dijo que en el país no cesa la corrupción debido a un tema cultural. Indicó que a las personas que evaden la ley se les ve como "las más inteligentes o la más avispadas", en vez de considerar que su actitud es reprochable."Al contrario del rechazo, alguna gente piensa '¿cómo lo hizo?' y pide que se le enseñe. Nos estamos acostumbrados culturalmente a reclamar por estos actos de corrupción", señaló.Miranda mencionó que mucha gente da por hecho que ser político es ser corrupto y que solo está ahí para robar al Estado. "Nos falta dignificar la política. Es insólito que la gente diga cosas como 'que roben pero que hagan'. Siempre se trata de justificar la corrupción", añadió. Margie Mojica, abogada investigadora del Instituto Anticorrupción, explicó que este problema se puede abordar desde tres ejes: las insuficiencias en la prevención, falta de voluntad política y poca sanción social. La abogada mencionó que, a pesar de que se han desplegado esfuerzos para desarrollar modelos pedagógicos que permitan evitar la corrupción, todavía existen vacíos en materia de implementación de estrategias que "enseñen a fortalecer la transparencia y fomentar una cultura de integridad en las instituciones sociales". Mojica indicó que la poca disposición política ha dificultado combatir la corrupción. "La Consulta Anticorrupción es un claro ejemplo. No se ha permitido adoptar controles suficientes e idóneos para hacer frente a esos riesgos que existen tanto en el sector público como en el sector privado", argumentó.
Agregó que la sociedad sabe que existe la corrupción y cómo se ejecuta, pero que "existe una falta de voluntad para adoptar las medidas que son necesarias para enfrentarla".Respecto a la sanción, Mojica señaló que en Colombia todavía existe una alta percepción de impunidad frente a los actos cometidos por los corruptos. Dijo que mientras no se genere una sanción efectiva para estas conductas, la gente seguirá pensando que "ser corrupto sí paga y que no va a ser sancionado". "Esto genera que las personas perciban la corrupción como algo natural que no tiene consecuencias", manifestó.