Indignación, impotencia y rabia fue lo que sintieron miles de personas en Medellín al ver en un video como una joven recibía el ataque de dos mujeres, una de ellas estudiante de un colegio público de la ciudad, la noche del pasado 31 de enero. La situación se tornó más perturbadora al ver la cantidad de personas que incitaban a la agresión, o a los múltiples celulares que se ven grabando los hechos, sin tratar de ayudar a la víctima.
De todos los videos que circularon por las redes, se mostraron dos sucesos de ataque de dos mujeres, a víctimas diferentes. El primero de ellos fue cuando las dos agresoras cortaron el cabello de una de las víctimas, sin una razón establecida. En una segunda instancia, se evidencia como al parecer otra joven fue atacada por una de las dos estudiantes que habían perpetrado el primer acto. La menor agredida recibió una puñalada cerca a su hombro y luego fue remitida a la clínica Las Américas, al occidente de la ciudad.
El común denominador de ambos casos fue que los hechos tenían espectadores, y no para socorrer a las víctimas, sino para registrar los hechos en video o ayudar a realizar el ataque de dos mujeres.El rector de la institución, Fernando Carvajal, indicó que la joven agredida se encuentra fuera de peligro, y que los hechos no se registraron dentro del colegio, como indican algunas personas. Además aseguró que por tratarse de menores de edad, se aplicará el Código de Infancia y Adolescencia y habrán sanciones disciplinarias por parte del INEM en contra de la victimaria. Por último, certificó que se le realizará el restablecimiento de los derechos tanto para la víctima, como para la victimaria.
Ataque de dos mujeres indignó, pero por su rápida difusión en redes sociales
Kienyke.com dialogó con Paula Andrea Tamayo, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad CES y exsecretaria de las Mujeres de Medellín, que detalló el suceso como un tema de derecho desde la perspectiva de menores de edad, más no moral. [single-related post_id="819465"] Indicó que lo primero que se debe hacer en estos casos es “garantizar que se protejan los derechos de las dos menores y evitar al 100 por ciento revictimizaciones y vulneraciones mayores a partir del hecho cometido”. Además, aseguró que al tema se le dio una mirada amarillista, viralizando el video y generando una opinión pertinente por parte de los que veían los hechos, pensando que la justicia se debe tomar por los propios medios y no dejando que las entidades actúen.Durante la difusión de los videos, personas llegaron a culpar al alcalde de Medellín por no hacer un video aclarando lo sucedido, invitando a creer que el culpable de los actos fue la justicia.Mencionó también, que aunque el hecho es lamentable, de lo que se debería hablar hoy como ciudad es del incremento de más del 30 por ciento en la tasa de homicidios en enero, “donde hay un montón de jóvenes que también están siendo víctimas y eso no es noticia. La noticia es que cinco mujeres se agredieron, estaban peleando y eso se viralizó”. Según ella, donde el ataque de dos mujeres es más llamativo solo por ser femenino.
“La cultura nos ha dicho que es muy divertido ver a las mujeres peleando” Paula Andrea TamayoSobre las reacciones de las personas, dijo que se debe tener cuidado para no caer en la ridiculización de la situación, que es consecuencia de la viralización que traen las redes sociales: “Tenemos que parar esas cadenas de Whatsapp, esos mensajes en redes sociales y dejar que la justicia obre y nos diga cuáles van a ser las consecuencias para las chicas y sus familias”. [single-related post_id="817372"] Sobre eso también se refirió el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez Zuluaga, que agregó: “Es una humillación lo que pasó con estas niñas” refiriéndose a las personas que hacían presencia en los hechos y no hicieron nada más que reírse o colaborar con las victimarias. Aseguró que se deben tomar acciones legales en contra de las personas que de una u otra forma apoyaron la violencia, sosteniendo a las víctimas o incentivando a la agresión. Una de las menores ya fue aprehendida por la Policía y se encuentra en una Comisaría de Familia, mientras que se espera que la otra mujer implicada directamente en el caso sea retenida el día de hoy, aunque hay versiones que indican que ya se acercó a una de las oficinas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para resolver la situación.