El mes de julio fue el más violento del año en Medellín, con 55 asesinatos y, según parece, agosto lo va a superar, pues en lo que va corrido de este mes han sido más de 26 las muertes violentas reportadas. Este fin de semana no fue la excepción.
Este 13 de agosto, luego de una balacera en el barrio Las Independencias de la comuna 13, los vecinos reportaron a las autoridades el homicidio de dos jóvenes que, al parecer, hacían parte de bandas criminales y habrían sido asesinados por un ajuste de cuentas.
Los hombres fueron identificados como Yesid Humberto Osorio Cartagena, de 22 años, y Jefferson Alexis Puerta Saldarriaga, de 20 años.
Ese mismo día se reportó el asesinato de Silvia Rosa Herrera Herrera, una mujer de 34 años que aparentemente fue ahorcada con una correa al interior de su vivienda en el barrio Moravia de la comuna 4.
A la media noche, en un bar del barrio El Nogal de la comuna 16 fue asesinado, con siete impactos de bala, Alexander Fernando Acevedo Velásquez, un comerciante de 40 años conocido como 'Cajón'. Según testigos del hecho, el homicidio fue cometido por personas que regularmente cobran vacunas en ese sector.
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Fue reportado también el homicidio de un vendedor ambulante en la comuna 10, identificado como Daniel Esteban Villa, de 22 años. Según las autoridades, un lavador de carros del sector habría cometido el crimen.
Y el pasado jueves 10 de agosto, el taxista Aldemar Castañeda Sepúlveda fue asesinado en el barrio Aranjuez, al nororiente de la ciudad, tras un intento de robo por parte de sus pasajeros, quienes lo hirieron con arma blanca.
¿Qué está pasando en Medellín?
En entrevista con kienyke.com, Luis Fernando Quijano, presidente de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades) y director de Análisis Urbano, explicó las que él considera las causas de la situación que actualmente se presenta en la capital antioqueña.
En primer lugar aclaró que los crímenes de julio y agosto no son hechos aislados sino que corresponden a enfrentamientos y conflictos internos entre las bandas criminales.
En el Valle de Aburrá, explicó, hay 350 bandas que en su mayoría hacen parte de ‘La Oficina’ y un porcentaje más pequeño está asociado a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), rebautizadas como el Clan del Golfo.
Quijano destacó varios focos de violencia donde la situación se hace cada vez más preocupante. El primero de ellos es el corregimiento de Altavista, donde el conflicto y los enfrentamientos de las bandas ya se extendieron hasta Belén Zafra (Comuna 16).
El segundo es el conflicto que se está dando en Robledo (comuna 7), en barrios como Villa Sofía, Aures, El Diamante y Bello Horizonte. El tercero se presenta en la vereda La Loma, en el corregimiento de San Cristóbal, donde hace poco asesinaron a un líder social que estaba trabajando por los desplazados de esa zona, por lo que aseguró que la situación en ese lugar se puede agudizar en cualquier momento.
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Para el analista, además, los enfrentamientos que se han presentado en las últimas dos semanas en la comuna 13 demuestran que sí está realmente convulsionada la situación de violencia y criminalidad en la ciudad comparada con otros meses.
Según Quijano, esto se debe a los reacomodamientos al interior de las bandas criminales, de las que mencionó como ejemplos a ‘Los Pesebreros’ de Belén, donde se han presentado disidencias, y las AGC, de donde se retiró la banda ‘Los Chivos’.
Además dijo que hay un plan de desestabilización llevado a cabo desde hace unos dos meses por líneas de ‘La Oficina’, asociadas con ‘Los Chatas’ del municipio de Bello, a lo que se le conoce como la ‘Alianza criminal del norte’, donde la Autodefensas Gaitanistas también juegan un papel importante. De igual manera, afirmó que las instituciones se muestran endebles ante estas acciones.
En cuanto a las reiteradas declaraciones del alcalde Federico Gutiérrez sobre la guerra frontal que se está dando contra las bandas criminales, y que parece no ser efectiva respecto a la disminución de homicidios en la ciudad, Quijano afirmó que al alcalde se le dejó solo, pues la institucionalidad se compone de la Fiscalía, que es la que judicializa, y la Policía, que es la que captura; sin embargo esas dos instituciones se muestran silenciosas ante la situación, mientras que el alcalde es el único que pone la cara.
Explicó que las cifras oficiales de homicidios presentadas regularmente por el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia - SISC - son confiables, pero hay un factor que no permite saber las verdaderas cifras y es la desaparición forzada, “una técnica de guerra, de las que más se utilizan en Medellín”.
También mencionó que muchos crímenes son disfrazados como suicidios, desviando aún más el reporte de homicidios.
“Nunca estaremos fijos mientras existan otras modalidades y mientras el proceso de investigación sea tan endeble, donde la Fiscalía siempre se casa con la primera hipótesis”, expresó.
El presidente de Corpades aseguró que es probable que el 2017 supere al año pasado en muertes violentas por la compleja situación de ‘La Oficina’ y las AGC, por estar en épocas pre electorales y por la desestabilización en materia de seguridad que se presenta en la ciudad.