El primer paso hacia la paz interior es conectar la mente con el corazón. Después debemos avanzar a través de un examen genuino de conciencia personal, donde los diálogos interiores nos muestren lo que es real o no en nuestras vidas. Posterior a este ejercicio cotidiano, quizá es posible pensar, por ejemplo, en construir un proyecto de vida al lado de una pareja.
Debemos preguntarnos: si no sé lo que quiero, ¿qué puedo ofrecerle a la otra persona? Desde esta “confesión” liberadora aparecería un camino diferente para mejorar la comunicación entre ambos y recuperar la confianza pedida por los errores cometidos.
De no ser así, la relación “amorosa” se irá tornando en algo muy incómodo de soportar, pues sería una especie de farsa, una triste actuación sobre guiones basados en el miedo, o, lo que es peor, motivado por los intereses personales y las estrategias de manipulación, es decir, todo lo contrario al amor.
Si queremos avanzar en el camino de la verdad, es necesario superar la negación y la justificación de nuestros defectos de carácter. Esta “confesión” iluminaría un camino auténtico de sanación interior a fin de habilitar una “Conciencia en Paz”.
“Sinceridad conmigo mismo” en la voz del Logoterapeuta y Coach de Vida Armando Martí© (una adaptación de su libro Reflexiones para un nuevo camino), para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Vivir es aprender a vivir
Sólo yo sé lo que oprime mi mente y corazón. Reflexiona en lo siguiente: Si quiero sanarme debo expresar lo que oculto y pedir ayuda con humildad. La consecuencia de cada decisión y acto realizado en la vida deberían ser asumidos enteramente por mí, pues esta acción de reconocimiento me libera de seguir usando los disfraces, roles y juegos mentales manipuladores, que me impiden ser sincero conmigo mismo.
Para aliviarte de la toxicidad mental necesitas expresar tus sentimientos y que otra persona los escuche. Luego dejas entrar a Dios en tu corazón. Sólo así puedes liberar las más oscuras y dolorosas cargas emocionales. Él es y será el mejor terapeuta de todos los tiempos. Indudablemente, te ayudará a recuperar y a calmar tu alma.
Evita tomar decisiones cuando en tu mente y corazón existan la amargura, el enojo y la confusión. Reposa, cálmate, medita y reflexiona. Luego, inténtalo nuevamente.
Si quieres estar tranquilo y en armonía debes reparar con amor y paciencia el daño que hayas causado a las personas en el pasado. El miedo es lo opuesto al amor. Suelta tus prejuicios y rencores para gozar la felicidad de un alma libre. Recuerda, la humildad, la amabilidad y una respuesta tranquila, desarman cualquier ataque de ira y agresividad contra nosotros.
En los días difíciles controla tu ansiedad, frena tu irritación y pesimismo. Cambia de canal a uno que te devuelva tu armonía interior; eso se consigue practicando la oración y la meditación diariamente. “Reconocer” es una palabra tan importante y liberadora, que si intentas leerla al revés dirá siempre lo mismo. El examen diario de mi Yo interior, habilitará poco a poco el maravilloso proceso de vivir conciliado con el universo.