Dejar ir
Deja de tratar con insistencia de controlar las cosas. Nuestra labor no es controlar a la gente, los resultados de los sucesos, las circunstancias, la vida. Quizá en el pasado no pudimos confiar y dejar que las cosas sucedieran. Pero ahora podemos hacerlo. La manera como se está desenvolviendo la vida es buena. Déjala que se desenvuelva.
Deja de empeñarte en hacer las cosas mejor, de ser mejor, de ser más. Ser como somos y hacer las cosas como las hacemos es suficientemente bueno para hoy. Ser como éramos y hacer las cosas como las hacíamos fue bastante bueno ese día. Aligerémonos. Dejemos ir. Dejemos de tratar tan duro.
Hoy me dejaré ir. Dejaré de tratar de controlarlo todo. Dejaré de tratar de ser mejor y de hacerlo todo mejor, y simplemente, me dejaré ser.
“El lenguaje del adiós” en la voz del Terapeuta y Coach de Vida Armando Martí© (una adaptación del libro El lenguaje del corazón, meditaciones para la recuperación diaria de Melody Beattie), para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Forzar que suceda algo
Deja de tratar que suceda algo a como dé lugar.
Dejar de hacer tanto si esto te está desgastando o con ello no estás logrando los resultados deseados. Deja de pensar tanto en ello. Deja de preocuparte por ello. Deja de estar tratando de forzar, de manipular, de obligar o de hacer que suceda.
Hacer que sucedan las cosas es controlar. Podemos tomar una acción positiva para ayudar a que sucedan las cosas. Podemos hacer nuestra parte. Pero, muchos de nosotros hacemos más que nuestra parte. Sobrepasamos los límites de cuidar y hacer nuestra parte y nos embarcamos en una conducta controladora, coercitiva, de cuidar excesivamente a los demás.
Controlar es auto derrotista. No funciona. Al ofrecernos demasiado para hacer que suceda algo, de hecho, podemos estar impidiendo de que ocurra.
Haz tu parte relajadamente, con armonía, en paz. Luego, déjalo ir. Simplemente déjalo ir. Oblígate a dejarlo ir si es necesario. “Actúa como sí”. Pon tanta energía en dejarlo ir como la has puesto en tratar de controlar. Obtendrás muchos mejores resultados.
Puede que no suceda. Puede ser que no ocurra de la manera como nosotros queríamos y esperábamos. Pero nuestra conducta controladora tampoco lo hubiera logrado que sucediera.
Aprende a dejar que las cosas sucedan, porque así ocurrirá, de todas maneras. Y mientras esperamos a ver qué sucede, estaremos más felices y también lo estarán quienes nos rodean.
Hoy dejaré de forzar a que sucedan las cosas. En vez de ello, permitiré que las cosas ocurran de manera natural. Sino me sorprendo tratando de forzar eventos o de controlar a la gente, me detendré y descubriré una forma de despegarme.
Melody Beattie