Los caminos del conocimiento interior empiezan en la India. Una misteriosa nación cuya sabiduría ha sido la inspiración de grandes escritores, filósofos y buscadores de la iluminación. En esta selección de sus más antiguos cuentos he escogido tres ejemplos de vida para el deleite de los los lectores y los oyentes de Kienyke.com y KienyKe.fm.
(Narrado en la voz de Armando Martí)
1. Los dos místicos
Se trataba de dos amigos con una gran tendencia hacia la mística. Cada uno de ellos consiguió una parcela de terreno donde poder retirarse a meditar tranquilamente. Uno de ellos tuvo la idea de plantar un rosal y tener rosas, pero enseguida rechazó el propósito, pensando que las rosas le originarían apego y terminarían por encadenarlo.
El otro tuvo la misma idea y plantó el rosal. Transcurrió el tiempo. El rosal floreció, y el hombre que lo poseía disfrutó de las rosas, meditó a través de ellas y así elevó su espíritu y se sintió unificado con la madre naturaleza. Las rosas le ayudaron a crecer interiormente, a despertar su sensibilidad y, sin embargo, nunca se apegó a ellas.
El amigo empezó a echar de menos el rosal y a las hermosas rosas que ya podría tener para deleitar su vista y su olfato. Y así se apegó a las rosas de su mente y, a diferencia de su amigo, creó ataduras.
El Maestro dice: a lo que tienes que renunciar es al sentido de posesividad y a la ignorancia.
“Cuentos de la India sobre espiritualidad y autoconomiento” textos del libro del escritor, Ramiro Calle, en la voz del Terapeuta y Escritor Armando Martí© para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
2. El falso maestro
Era un renombrado maestro; uno de esos maestros que corren tras la fama y gustan acumular más y más discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y seguidores.
Se irguió sobre sí mismo, impostó la voz y dijo:
- Amados míos, escuchad la voz del que sabe.
Se hizo un gran silencio. Hubiera podido escucharse el vuelo precipitado de un mosquito.
- Nunca debéis relacionaros con la mujer de otro; nunca. Tampoco debéis jamás beber alcohol, ni alimentaros con carne.
Uno de los asistentes se atrevió a preguntar:
- El otro día, ¿no eras tú el que estabas abrazando a la esposa de Jai?
- Sí, yo era – repuso el maestro.
Entonces otro oyente preguntó:
- ¿No te vi a ti el otro anochecer bebiendo en taberna?
- Ése era yo – contestó el maestro.
Un tercer hombre interrogó al maestro:
- ¿No eras tú el que el otro día comías carne en el mercado?
- Efectivamente – afirmó el maestro.
En ese momento todos los asistentes se sintieron indignados y comenzaron a protestar.
- Entonces ¿por qué nos pides a nosotros que no hagamos lo que tú haces?
Y el falso maestro repuso:
- Porque yo enseño, pero no practico.
El Maestro dice: si no encuentras un verdadero maestro al que seguir, conviértete en tú mismo maestro. En última instancia, tú eres tu discípulo y tu maestro.
3. Lo esencial y lo trivial
Un hombre se perdió en el desierto. Estaba a punto de perecer de sed cuando aparecieron algunas mujeres que venían en una caravana. El hombre, al borde de la muerte, gritó pidiendo auxilio.
Cuando las mujeres se aproximaron a él y lo rodearon, pidió urgentemente agua. Las mujeres empezaron a mirarlo con detenimiento y comenzaron a preguntarse cómo querría el hombre que le sirvieran el agua.
¿Preferiría una copa de cristal o en una taza?, ¿en un recipiente de oro o de plata?, ¿tal vez en una jarra? Ellas hablaban y hablaban, interesándose por el objeto, pero, entretanto, el hombre iba agonizando por la ausencia de agua.
El Maestro dice: Hay un área de ignorancia en la mente humana que la inclina a lo irrelevante y trivial, obnubilando la consciencia de lo Real.
Bibliografía
- Recopilación de Ramiro Calle (1995). España, Editorial EDAF