Ignacio Arizmendi Posada

Periodista de la Universidad de Navarra.

Exdecano de la Facultad de Comunicación de la UPB.

Excolumnista de El Colombiano y El Mundo (Medellín), El País (Cali), El Tiempo y Revista Cromos (Bogotá).

Autor de 15 libros de historia y ensayo.

Ignacio Arizmendi Posada

Sin la Inquisición a la vista

Invito a leer este vertiginoso (y pecaminoso) diálogo de un pecador con un predicador:

 

• ¿Se ha preguntado alguna vez usted, estimado predicador, para qué viene uno a la vida?

- Por supuesto. Para dar mayor gloria a Dios.

• ¿Qué es dar gloria a Dios?

- Hacer todo cuanto lleve a la majestad de su Santo Nombre.

• ¿Qué podría entenderse al respecto?

- Contribuir a que el nombre de Dios esté siempre por encima de la ordinariez de la humanidad.

• ¿Por qué habla de la ordinariez de la humanidad, si a esta la creó Dios?

- Me refiero a la que peca y ofende al santo nombre del Señor.

• Entendiendo por pecado…

- Entendiendo por pecado todo aquello que lesione a los demás y a los deseos de Dios.

• ¿De qué deseos habla?

- De los mejores: que no haya guerras, hambre, dolor, tristeza, pobreza, daño a la naturaleza, injusticia en las relaciones de unos con otros, que los humanos seamos felices. En fin, ¡muchos!

 

• Si Dios no quiere la tristeza y el dolor, ¿por qué cree usted que existen desde siempre?

- La pregunta, querido amigo, no es por qué existen, sino para qué.

• No entiendo.

- El dolor, la tristeza, el sufrimiento existen desde cuando la humanidad dio la espalda al amor y el entendimiento divinos, o sea, desde el pecado original del pueblo escogido, lo que precipitó todos los males del hombre.

• ¿En qué consistió ese pecado?

- Como le dije, en desobedecer la voluntad del Creador.

• ¿Así de mayúsculo fue el disgusto de Dios con los primeros humanos que, por su caída, condenó a la humanidad de todas las épocas a padecer terribles dolencias, sufrimientos inenarrables, tragedias sin fin? ¿Es razonable sostener que Dios es infinitamente misericordioso y bueno pese a que, por culpa de unos pocos hace miles de años, condenó al dolor y a la muerte eterna a todos los humanos de todos los tiempos? ¿Me dirá usted que yo sería justo si condeno a todos los descendientes de mi hija a sufrir lo indecible porque mi hija no hizo lo que yo quería?

- Los designios de Dios son inescrutables, mi querido amigo.

 

• Pero algún sentido tendrán esos dolores y padecimientos, tanta vivencia horrible año tras año, desde hace miles de años. ¿Qué sentido tiene todo eso?

- Desde cuando Jesús vino a la Tierra, enviado por el Padre, esas penalidades adquirieron una nueva significación: la de ser corredentores con Jesús, el ciudadano judío Hijo de Dios.

• Me lo aclara, Su Reverencia.

- El Señor quiso enviar a su Primogénito al mundo que habitamos usted y yo para que su muerte en la Cruz nos salvara de la muerte eterna. Además, el dolor y el sufrimiento a los que usted alude le ayudan a Jesús a perfeccionar y continuar la redención del mundo.

• ¿Entonces debemos aceptar que Dios aprecia los padecimientos humanos, los valora, los quiere, como si fuera un sádico, porque le dan más gloria a Jesús y hace méritos para salvarnos de la condenación eterna?

- Así es.

 

• ¿Y eso quién lo dice, de dónde sale, qué autoridad lo sustenta, cuál es la fuente infalible de tan trascendental aseveración?

- Lo afirma el Nuevo Testamento y lo reafirman iglesias, concilios y asambleas, estudiosos y autores, teólogos e historiadores sagrados, encíclicas y cartas apostólicas, etc.

• Así las cosas, ¿qué le pasaría a quien no lo cree?

- Padecerá la condenación eterna. Así de simple.

• ¿Simple? Yo lo veo muy complejo, imposible de aceptar.

- Estás condenado desde ya al fuego eterno, hermano mío.

• ¿Sí hay motivos para ello?

- Tú lo has dicho.

• Todo lo que usted me ha respondido parece inventado por alguien.

- Si la Inquisición existiera, irías a la hoguera y yo te acompañaría, con todo mi amor, pero hasta antes de que la enciendan…

• ¡Dios le pague, caballero! Y yo lo acompañaría a su predicación si lo que usted dice está en línea con la razón humana…

 

INFLEXIÓN. “Pienso que quienes confían sin más en la autoridad como prueba de una cosa cualquiera, y no tratan de decir alguna razón válida, proceden de forma ridícula […] Yo deseo que se me permita plantear cuestiones libremente, así como responder sin ningún tipo de adoración, pues esto es lo que verdaderamente conviene a quienes buscan la verdad de las cosas” (Vincenzio Galilei, músico, padre de Galileo).

Creado Por
Ignacio Arizmendi Posada
Más KienyKe
La creadora de contenido barranquillera desató especulaciones sobre un posible romance con el caleño, tras intercambiar coquetos comentarios en la red social Instagram.
Conozca algunas recomendaciones de moda de la marca holandesa Suitsupply para destacar en esta temporada del amor y la amistad.
Le contamos los anuncios más importantes que se dieron en el marco del Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales 'Uniendo Voces'.
Carolina Ramírez confirmó la tercera temporada de 'La Reina del Flow' con este curioso mensaje.
Kien Opina