Iván Velásquez, al igual que otros Ministros, no es el hombre para ocupar el Ministerio de Defensa. Su falta de conocimiento del sector como su escaso liderazgo engrana perfectamente en la precaria visión estratégica y la falta de autoridad que tiene Petro para los asuntos de gobierno. Repasemos siete temas que comprometen directamente el despacho de Velásquez y su gestión.
1. Reclutamiento. El 1 de diciembre en “¿Moción de censura contra MinDefensa?” traté en detalle el asunto del reclutamiento que por ser un asunto estratégico merece toda la atención. Sobre el particular, vale la pena que Velásquez nos cuente si cumplieron, o no, con las metas y si se logró gracias a la incorporación de las más de 1.200 mujeres que vinieron a engrosar el pie de fuerza.
2. Inocentada del cese al fuego. A finales del año pasado, Petro anunció que había acordado con el ELN el cese al fuego. De inmediato, esta guerrilla le salió al paso para desmentirlo y han pasado casi tres meses del anuncio y a la fecha no hay nada sobre el particular.
Por si fuera poco, estamos asistiendo a una “pérdida de confianza” del Comisionado de Paz, Danilo Rueda, que no es un hecho ajeno a la seguridad nacional, pues, uno imagina que la oficina del Comisionado como la del Ministro están en constante coordinación para la ejecución de la estrategia que han diseñado con Presidencia meses atrás. ¿O estarán improvisando?
3. Asesinato de líderes sociales. Una de las tantas falacias que ha vendido el petrismo es que el asesinato de líderes sociales era de responsabilidad exclusiva de gobiernos anteriores. A tres meses de iniciado el gobierno, el 22 de noviembre, El País (de España) anunciaba: “De acuerdo con Human Rights Watch, en los tres primeros meses del Gobierno Petro han sido asesinados 35 líderes sociales. La situación más grave sigue concentrada en los departamentos de Nariño, Chocó, Cauca y Valle.”
Además, visitando la página de INDEPAZ, encontramos que en 2023 han sido asesinados 31 líderes y cuatro excombatientes de las FARC. Para un total de 70 asesinatos desde el pasado 07 de agosto. Lógicamente la histeria progresista no se ha sentido por redes sociales agitando una etiqueta que diga #nossiguenmatando, o algo así, y mucho menos se ve a los actores de televisión, y demás “intelectuales”, pidiendo la renuncia de Velásquez por la inacción frente a las masacres que han azotado nuestro territorio en los últimos meses.
4. Paro minero. No habíamos salido del “hermoso cerco humanitario” de Prada y el país ya estaba asistiendo al “paro minero” en el Bajo Cauca que, hasta el cierre de esta edición, lleva tres semanas sin ser resuelto y donde el problema demanda una combinación de soluciones compactas dado el entramado ilegal que hay detrás de la crisis. Sumado a ello, la frase Fabio Builes -líder e integrante de la junta directiva de la Asociación de Mineros- lo explica todo: “Este Gobierno fue el que nos enseñó con la Primera Línea a presionar”.
5. Narcotráfico. El reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), “Global Report on Cocaine 2023. Local dynamics, global challenges”, da cuenta de lo que viene sucediendo en materia de cultivos ilícitos. Tres preguntas resultan obligadas para Velásquez: ¿Ya leyó el reporte?, ¿ahora entiende lo que vienen diciendo algunos congresistas republicanos (entiéndase: Lindsey Graham) sobre el tema? y ¿cuál será la acción pública a seguir?
6. Globos chinos. Velásquez debe aclarar las razones que llevaron al comunicado de la FAC en el que se decía que ni la soberanía ni la seguridad aérea habían sido amenazadas por cuenta de uno de los globos chinos que sobrevoló nuestro espacio aéreo. Lo anterior, toda vez que el comunicado deja ver que no tenía idea de lo que venía sucediendo en los Estados Unidos como tampoco entendió que el hecho fuera abiertamente una amenaza a la seguridad nacional.
7. Cambio de paradigma. Con bombos y platillos Petro anunció que venía un cambio en el paradigma de la seguridad. Pero, cuando se escucha a Velásquez ni en el discurso ni en la práctica se ve que hayan avanzado en esta trasformación. El exmagistrado auxiliar debería ilustrarnos si este enfoque es compatible con la actual geopolítica mundial, sin apelar a teorías y discursos trasnochados, y cuál es la geoestrategia que está liderando para gestionar la turbulencia mundial y los desafíos de soberanía interna.
En definitiva, a falta de liderazgo y de autoridad presidencial, el control territorial ha quedado a merced de todos los agentes criminales que saben, de sobra, que además de la histórica debilidad del Estado, está la falta de ascendencia de Petro para liderar cualquier tipo de acción institucional que le permita garantizar la sabia ecuación: Libertad y orden.