Con el proceso de vacunación avanzando en muchas partes del mundo, la esperanza de recuperar la normalidad en el planeta crece todos los días.
Esta es una oportunidad de transitar hacia el diseño de políticas económicas que promuevan e incentiven la formalización de la economía informal, revisando los impuestos y los trámites para su formalización, además de insistir en los procesos de formación y cualificación.
De igual forma, es el momento para la creación de modelos de negocios sostenibles basados en la recuperación de la capacidad productiva de los recursos ya degradados, y el apoyo a apuestas locales, dónde la innovación y desarrollo se enfoquen en generar oportunidades de ingresos en las regiones.
En Antioquia se proyectó una posible destrucción del 8,3% del tejido empresarial, es decir, 1.156 empresas se perdieron, según información entregada por la Secretaría de Productividad y, según la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia (CCM), en el primer semestre de 2020 hubo un registro de 13.025 empresas nuevas, lo que significó una reducción del 71% respecto a la cifra de 2019 durante el mismo periodo de tiempo, pues, a diciembre de 2019 eran cerca de 27.986 las empresas nuevas y 118.371 renovaron su matrícula mercantil y, a mediados del 2020 se tenían registro de 103.204 renovaciones.
Esto implica que las apuestas para la reactivación y revitalización de la economía, sean: apoyar el tejido empresarial con el otorgamiento de créditos para liquidez, el departamento pretende colocar más de 100 mil millones a través de Bancóldex y beneficiar cerca de 40.000 unidades productivas.
Además, se deslumbra otra problemática, y es la informalidad empresarial, pues no muchos han podido acceder a este tipo de ayudas. Otro reto que la crisis nos pone en la mesa, es alentar la confianza en la formalización, para ilustrar un poco, los resultados del análisis, divulgados por la Revista Antioqueña de Desarrollo (Raed) para el año 2019, mostraron que los empresarios informales en Medellín, definidos así por no tener Registro Público Mercantil (RPM), corresponden al 76,33 %, una cifra bastante alta para una región que se destaca y sobresale por sus emprendedores.
La recuperación del empleo en Antioquia será a través de proyectos estratégicos del gobierno, especialmente en proyectos de inversión en infraestructura, donde se proyectan generar cerca de 120 mil empleos, 40 mil de ellos al cierre del 2021.
Otra apuesta, es incentivar la creación de nuevas empresas, y aquí retomando palabras del vicepresidente de Planeación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, Jaime Echeverri, “deben estar enfocadas en actividades de mayor relevancia y oportunidad para enfrentar la nueva normalidad, así como apalancar nuevas inversiones en innovación, investigación y desarrollo, a través de esfuerzos públicos y privados, para garantizar la continuidad y aceleración de los procesos de transformación productiva liderados en la región.”
Para emprender y tener empresa hay que ser perseverantes, donde hay una buena idea, hay grandes oportunidades. Este es el momento de apoyar las grandes ideas en nuestro departamento, la triada estado, empresa y academia, están llamadas a articularse más que nunca, para poder enfrentar la pospandemia y reactivar una economía, que cada día trata de salir de cuidados intensivos.