El COVID 19 ha traído algo de lo que no me quejaré: que la forma de trabajo a distancia sea finalmente ampliamente aceptada y difundida. Trabaja desde donde quieras, conéctate desde cualquier lugar.
Esto obviamente ha impulsado a muchos al liderazgo remoto, lo que requiere un conjunto de habilidades diferente del liderazgo cara a cara. Además, nos hemos visto obligados a hacer esta transición rápidamente y sin capacitación. Si bien algunos trabajos han demostrado ser adaptables, muchos sectores no son adecuados para el entorno remoto y muchos trabajadores tienen vidas hogareñas que presentan desafíos abrumadores. Como resultado, algunos líderes pueden encontrar sus roles más difíciles que antes, y hacer que la vida de sus equipos sea más estresante mientras luchan por adaptarse.
Pero hay un elemento sin el cual el liderazgo remoto es imposible que funcione: la confianza. Confianza real, no la que proviene de implementar más controles y sistemas para asegurarse de que se puede controlar todo lo que hace un empleado durante las horas de trabajo. Obviamente, si alguien trabaja con información confidencial, debemos tener las herramientas y los sistemas en su lugar para asegurarnos de que los datos estén bien cuidados, pero esos controles no están relacionados con la confianza, están relacionados con la seguridad de la información. Esos son claramente imprescindibles y necesarios.
No confiar en que tu equipo esté trabajando es una cuestión muy diferente. Creer que porque alguien está en casa no funcionará, a menos que estemos micro administrando cada minuto y creando registros virtuales, es lo que quiero decir con no confiar. Pero profundicemos en esto y reflexionemos con algunas preguntas.
¿Qué le hizo confiar antes en sus empleados? ¿Verlos físicamente hacer su trabajo?
Las investigaciones muestran que los gerentes que no pueden "ver" a su equipo a veces tienen dificultades para confiar en que realmente están trabajando. Cuando surgen tales dudas, los gerentes pueden comenzar a desarrollar una expectativa irrazonable de que esos miembros del equipo estén disponibles en todo momento, lo que en última instancia interrumpe el tiempo personal de cada individuo y causa más estrés laboral.
Acepta que la forma de trabajo ha cambiado y que debes confiar en tu equipo sí o sí, sin necesidad de estar haciendo ‘checks’ de la productividad por minuto y desde luego, respetando al máximo los tiempos personales y los horarios de trabajo.
¿Transmites la falta de confianza al equipo?
Las actitudes y prejuicios por desgracia generalmente negativos sobre esta forma de trabajo parecen extenderse también a la forma en que los líderes perciben a sus propios equipos. Ya sea percepción o una transferencia hacia los demás de la falta de confianza propia, pero más de un tercio de los líderes hoy en día, según revelan varios estudios de consultoras multinacionales, cuestionan que sus colaboradores tengan los conocimientos y habilidades requeridos para su trabajo en remoto, y más de una cuarta parte dicen que sus empleados carecen de habilidades esenciales. ¿Cómo vamos a confiar así?
Lo peor de esta falta de confianza en las habilidades es obviamente percibida por los equipos que experimentan en su día a día una fuerte sensación de que su supervisor no confía en su capacidad para realizar el trabajo y que están bajo cuestionamiento constante.
Como veis, esto es un círculo vicioso que lo único que genera son actitudes negativas y mayor desconfianza. Si no confías en las capacidades de tu equipo y hay un tema real de ‘performance’, debes atacarlo como tal con un plan de mejora. Pero una actitud pasivo-agresiva transmitiendo dudas a tu equipo, no genera absolutamente nada positivo.
¿Qué haces para demostrar que SÍ trabajas?
Recordemos que esta confianza afecta a líderes y sus equipos por igual. Cada vez más, un mayor número de personas informan sentir que necesitan estar constantemente disponibles. Por ejemplo, se espera que respondan a los mails /mensajes/ teléfono de inmediato, que estén disponibles en todo momento y que respondan después del horario laboral. Esto lleva a una prevalencia y a una magnificación de una cultura de "siempre conectado", no por necesidad real de las cargas laborales sino por la falta de confianza y la necesidad de demostrar una conexión constante. La mejor forma de “demostrar” que sí trabajamos es trayendo los resultados que hayamos acordado. Para ello, debemos dejar de medir a nuestros equipos por horas de trabajo y más bien por resultados logrados.
Así que bueno... ¿por dónde empezamos a atacar estos temas de confianza?
El apoyo de tu empresa/organización
Todas las empresas deben estar 100% comprometidas con el trabajo flexible. Es absurdo resistirse, pero sigue ocurriendo. Cuando una empresa está genuinamente comprometida con el trabajo flexible, brinda apoyo práctico (por ejemplo, capacitación) y transmite mensajes positivos de apertura sobre esta práctica laboral. Esto es fundamental si queremos tener líderes remotos que sean buenos y efectivos.
Aceptar una productividad diferente
Si miramos lo que está sucediendo hoy y consideramos los muchos escenarios que los empleados pueden enfrentar, especialmente aquellos con finanzas comprometidas o familias que cuidar, podemos suponer que ciertos trabajadores están luchando por desempeñarse al mismo nivel que antes, pero se están viendo cambios en su grado de productividad. Esto, a su vez, crea una espiral negativa en la que la desconfianza de los gerentes conduce a la microgestión, lo que luego conduce a caídas en la motivación de los empleados, perjudicando aún más la productividad. Circulo vicioso. Mi llamado aquí es a aceptar una productividad diferente, puede ser mejor o peor pero probablemente sí sea diferente. Lo importante es que podamos llegar a los resultados que nos hayamos propuesto.
Confiar en nuestros equipos y brindarles el espacio para que puedan hacerse cargo de sus responsabilidades en casa sin que ello les genere estrés, creedme llevará a empleados felices y comprometidos y probablemente mucho más productivos. La productividad no viene marcada por horas trabajadas sino porque generemos lo máximo en el menor tiempo posible….Eso sólo se consigue si los equipos pueden centrarse en lo que hacen y sentir que tienen libertad para realizar su trabajo como decidan.
iTe reto a confiar en tu equipo!