Los dueños de los secretos

Lo saben casi todo. Son tal vez los periodistas más informados del país o lo que es mejor: con fuentes que se confiesan. De dónde y cómo les llega la información, allí radica la influencia de las secciones de secretos de diferentes medios, con más audiencia y lecturabilidad, pero sobre todo, credibilidad en Colombia. Y eso es bien difícil de lograr.

Revelan lo que muchos no desean que se sepa. Tienen acceso a infinidad de hechos, detalles, rumores, que a otros periodistas les representa mayor dificultad conseguir. Aprendieron a no caer en la prisa irreflexiva, no hacen parte de la simple noticia, de lo contrario nos darían noticias simples. Dan un plus informativo.

La verdad en el poder jamás tiene fecha de vencimiento. Pero en el periodismo no se puede guardar noticias, lo que tú no cuentas, lo hace otro. Y los periodistas con secciones de secretos, lo tienen más que claro. Saben cómo se mueven los hilos de los acontecimientos. Se convirtieron en una verdadera fuerza de contrapoder. Se anticipan a las decisiones, dicen lo que va a pasar. Son predictivos.

Y no basta con generar contenidos exclusivos, sino que es indispensable ser veraces. En estos tiempos de fake news, se debe tener en cuenta lo que con razón argumentaba el periodista Javier Darío Restrepo:  “Hoy por hoy, para los colombianos, la verdad se ha vuelto un artículo de primera necesidad como el pan, la leche o el agua”

El secreto siempre genera poder. Y pueden orientar la agenda mediática y muchas veces política, dependiendo de la importancia e impacto que genere un confidencial.  ¿Quitan y ponen personas a punto de ser nombradas? A veces podría inferirse la coincidencia. Su gran capacidad de influencia es innegable.

Los dueños de los secretos son varios. El patriarca de esta categoría de periodismo es el 1,2,3 del noticiero CM& que supera los 20 años al aire, en cabeza del maestro Yamid Amat, un pionero en estos contenidos, que sin duda aplica con fidelidad su frase de cabecera: “Nunca creas lo que te digan y sólo la mitad de lo que veas”. Y siguen los secretos de Darcy Quinn en Caracol Radio,  El Código Caracol, En Secreto de El Tiempo, Alto Turmequé en El Espectador, Top Secret de Noticias Uno, Off de record en el Nuevo Siglo y los Confidenciales de la revista Semana.

Darcy Quinn admite que su sección es influyente. Sostiene que toda la información que maneja es original y verídica. “ Siempre hay gente inconforme, a la que no le gusta que pongamos en evidencia su juego o su estrategia” relata una de las periodistas más dateadas.

Los secretos generan stress, a los afectados por supuesto. “Este tipo de secciones a veces pesan más que las mismas noticias” explica Hugo García, editor político de El Espectador, al referirse a Alto Turmequé. La información es poder y puede cambiar una realidad y hasta redifinirla. Tiene mucha incidencia la forma en que se comunican estos datos.

Poner en evidencia la secretocracia es legítimo. Camila Zuluaga, la cara visible del Código Secreto del Canal Caracol, precisa que este tipo de información es una mirada distinta de algo que necesita mayor análisis.

Y finalizo con una ñapa, la revelación la hizo Darcy Quinn: “Algunos llaman a los jefes y piden cabezas, por fortuna eso en Caracol no funciona, porque ahí estamos”

Aristóteles decía que pensamos lo que vemos, también le agregaría lo que escuchamos y leemos. Y lo que más consume la humanidad es información y si son secretos, mucho mejor.

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