Es un hecho que el emprendimiento contribuye al crecimiento y desarrollo de cualquier país, por eso, desde nuestros programas de inclusión buscamos fortalecer el espíritu emprendedor, que el individuo conozca las habilidades que tiene y pueda desarrollarlas. En ocasiones, tenemos ideas de negocio muy amplias, pero no se materializan por una serie de obstáculos que se presentan, entre ellos, el miedo a creer que no es posible, la falta de apoyo y desconocer que tienen oportunidad en el campo del emprendimiento. Siempre he pensado que detrás de cada emprendimiento hay una historia por contar, algo que inspira y motiva desde el ser, por lo que emprender va más allá de una simple idea de negocio, realmente es aprender. Además, conocer las realidades de las personas a través de cada emprendimiento sensibilizan un poco el sentido de crear empresa, y es eso hacia lo que nos apuntamos.
En otros tiempos y escenarios, el emprendimiento se veía solamente como una oportunidad de generar dinero, ahora para este tiempo, se busca sensibilizar y trabajar desde el ser para lograr tener una empresa consolidada, con clientes fidelizados y más competitiva. Colombia es sin lugar a dudas el país donde el emprendimiento se visualiza como una forma de brindar apoyo y nuevas oportunidades tanto a jóvenes, madres cabeza de hogar, población discapacitada y familias en general, de hecho, en la actualidad Colombia es el cuarto país con mayor tasa de actividad emprendedora en el mundo en etapa temprana según un informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), teniendo el emprendimiento femenino una mayor actividad en la creación de empresa. Es precisamente estos resultados los que nos inspiran a seguir trabajando por potenciar y apoyar el emprendimiento desde los diferentes escenarios y poblaciones, para así lograr construir tejido social que es nuestra base principal en el trabajo social que día a día realizamos.