Ojalá existiera un mundo en el que se pueda llegar a decisiones consensuadas, piensan algunos ilusos, o aunque fuera que en un continente o tal vez en oriente u occidente las personas alcanzaran consensos, lo que es mucho pedir, sin duda. Pero por qué no apenas un país o aunque sea una región de ese país, un departamento, ciudad o pueblo… sigue siendo una quimera. Y si nos reducimos a la familia, a un grupo de amigos o a una pareja, lograr consensos es casi imposible. Sueños y mentiras se ocultan detrás de la búsqueda de consensos. Por solo poner un ejemplo, para elegir un presidente nos conformamos con la mitad más uno de los que acuden a las urnas, que no son más de la tercera parte de la población; y si es para alcalde con que un décima parte de su población digan que tal o pascual es elegido es suficiente. Lo del consenso es una ilusión, un pretexto, una justificación de quienes quieren el poder por encima de cualquier consideración para ejercerlo con arrogancia llegando hasta la autocracia
Falacia de consenso es la de tomar una decisión por mayoría obligando a los otros a aceptarla. En el Centro Democrático se llegó, por falso consenso, a decidir una manera absurda de elegir al candidato de dicho partido. Los precandidatos quedaron comprometidos a acatar ese nefasto sistema tan poco fiable. Parece que las cartas están echadas y que es cuestión de días saber quien es el escogido por apenas 2.100 de los inscritos en el partido (lo que no alcanza al 1%) y por 2.100 ciudadanos ajenos al mismo de los cuales no sabemos si son enemigos del Centro Democrático. Y para remate, la incidencia de lo que digan los militantes es apenas del 25%. ¡Quién carajos entiende esta especie de harakiri!
(Estos son los datos que me compartió un amigo: Son dos las firmas encargadas las que hacen, a su vez, dos encuestas hasta completar un total de 4200 encuestados. Las dos primeras son realizadas entre lo que llaman militantes y las otras dos de lo que llaman público en general. A las de militantes le dan un peso del 25% y 75% a las del público en general).
¿A quién se le podría ocurrir que esa es una manera seria de elegir candidato? El Centro Democrático es un partido serio, claro que sí, pero de una ingenuidad condimentada con una pizca de estulticia. Negar que es en la convención que se resuelve éste, el asunto primordial para un partido político acá y en cualquier lugar del mundo libre, es algo traído de los cabellos.
(Ya una de las dos firmas de encuestas encargadas de hacer de jueces electorales quedó en entredicho por conflicto de intereses. Pero eso se veía venir, dicha firma, como casi todas, fue servil al gobierno más corrupto de la historia de Colombia en asocio con uno de los medios más vendidos a dicho gobierno).
Lo que podemos denominar falacia del consenso, que se asocia con el llamado falso consenso, es la de considerar lógico que la gente piense como yo pienso. Como nuestras conclusiones tienen fundamentos parcializados nos volvemos ciegos y sordos ante la evidencia de que si un grupo de personas hacen parte de un partido político no necesariamente equivale a que estén de acuerdo en todo. Ocurre especialmente en uno de coaliciones, como lo es el Centro Democrático, que las premisas y conclusiones tienden a ser variadas y diferentes.
Puede traer graves consecuencias crearse un grupo homogéneo y suponer que quien tiene divergencias de opinión con la mayoría no merece hacer parte de él, pudiéndose catalogar de traidor o infiltrado. La mesura que requiere el momento crítico, por el que estamos pasando, desentona con posiciones radicales que se plantean como la panacea que nos podrá sacar del atolladero. La única alternativa para trazar el camino que nos lleve a contar con un candidato sólido, con el que podremos vencer al populismo, es convocar a una convención.
Un falso consenso fue el de acatar las encuestas como mecanismo. No hay que olvidar que los precandidatos están en pugna y los intereses de cada uno no necesariamente coinciden con los de los militantes. Pido a Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Alirio Barrera, Rafael Nieto y Óscar Iván Zuluaga que se permitan un momento de reflexión, hay que evitar llegar debilitados a la campaña presidencial por causa de tomar decisiones bajo el pretexto de los falsos consensos, y les solicito que desmonten esas encuestas y vayamos a una convención que esté a la altura del Centro Democrático.