Jose Luis Ibáñez Correa

Diseñador gráfico

Jose Luis Ibáñez Correa

Del mostaza a la identidad

Como una persona que forma parte de la comunidad LGBTQ+ me ha tocado lo mismo que a la mayoría de personas que conforman nuestra comunidad, He vivido la mirada de Miranda Presley en otros rostros, obviamente no con tanto estilo, he sentido que en muchos aspectos me ha tocado vestir cosas en las que no soy yo, solo por el hecho de encajar en esta sociedad, pero aquí voy con mi propia catarsis. Si tú estás ahí, en ese armario donde yo también estuve, tómate tu tiempo, vive como te sientas tranquilo y créeme que el día que salgas es porque lo sentiste.

El día que salí de mi propio armario no fue necesario decirlo a mi familia. Fue el día en que dije este no soy yo, viéndome al espejo con una camiseta tipo polo, un jean sin forma y unos zapatos azules que en conjunto me hacían odiarme, el día que dije no quiero ser esto y compré mi primera camiseta color mostaza con banda lateral en una tienda que abriendo mi mundo hacia la ropa ayudó a crear mi identidad.

Me di cuenta de lo poderoso e imponente que podía ser, después recuerdo que por mi desempeño en la universidad mi mamá me regaló mi primer jean negro y así sucesivamente fui creando mi armario, que ahora con mucho esfuerzo amo y sigo construyendo.

La gente pensará que suena un poco vacío lo que digo, pero les cuento un poco de mí y ustedes lectores me dirán si lo que estoy escribiendo es superficial o no, solo denme el placer de terminar de leer esto y después les permitiré juzgarme.

Yo era un niño gordo y crecí así, con la burla de medio mundo por dos aspectos mi evidente obesidad en ese momento y mi notable orientación sexual, recibí quien sabe cuanta burla por esos aspectos, ah y olvidé uno que es mi religión que siendo sincero con ustedes lectores soy una persona muy creyente, creo en Dios a mi forma, pero si quieren y les gusta este artículo puedo escribirles uno acerca de esa relación con Dios y mi sexualidad, pero bueno, hablando de mi historia, ese conjunto fue una bomba de bullying inimaginable, créanme, salí de tantos colegios por no soportar las palabras y los gritos ofensivos fuera de las instituciones. 

Mi cuerpo no era el mejor, mi autoestima no era la mejor y yo con mis escasos años a duras penas sabía como tratarme mejor, recurrí a cosas de las que hoy no me siento orgulloso para cumplir con todos los estereotipos impuestos por esta sociedad en donde eres x o y, pero nunca te dicen que hay un abecedario de oportunidades.

Entré a la universidad y me vi envuelto en un mundo nuevo, diversidad, inclusión, personalidad y estuve rodeado de mucha gente que aunque no hablé con ellos ahora, agradezco lo que hicieron por qué es lo que me ayudó a ser lo que soy ahora, en todo este nuevo mundo yo era lo que intentaba ocultar, con cero idea de como combinar y creyendo que la ropa de hombre solo era una camiseta, jean y zapatos, con el alma encerrada y con ganas de divertirme empecé a revivir muchos aspectos de mi vida que creí que vería superados en la universidad, el bullying.

Después de haber hecho una dieta en la que me mataba de hambre, entré a la universidad delgado, pero con todo lo que implica adelgazar, estrías, piel flácida y miedo a comer, pero, eso no fue suficiente y aun así, estaba la presión de la gente por sacarme de mi armario, la gente que me juzgaba y me decía que me vestía como un anciano, los que veían mi cuerpo y juzgan sin saber el trabajo que hice para ser lo que era en ese momento.

Después de toda esa crítica y de haber visto una película llamada ‘Love Simon’, me di cuenta de dos cosas: no tenía por qué darle justificación a nadie de quien era y mucho menos ser lo que la gente quería, así que en un inicio por estar bien con mi niño interior empecé a aprender, cogí mi Instagram y solo inicié a seguir las grandes casas de moda, Chanel, Dior, Alexander Mcqueen y en ese momento me abrí a un nuevo mundo, en el que me di cuenta de que podía ser más y haciendo caso a Rupaul entendí que si no me amaba a mí mismo, ¿cómo carajos iba a amar a los demás?, cargaba con un rencor de no poder vivir tranquilo porque la gente nunca para de juzgar, pero cuando conseguí mi primera camiseta mostaza mi vida cambió, empecé a reflejar a otro yo, uno con el poder de decir es mi vida y es mi problema, de ahí vino el jean negro, los zapatos blancos, las chaquetas y un conjunto de prendas que cada vez más hacían que mi yo sobresaliera, aprendí de tipos de prendas, jeans baloon, chaquetas con tejidos tweed, sacos corte murciélago, etc.

Ahora soy un ser humano que ama todo de sí mismo, que se siente poderoso, ya sea con botas o Converse y escucha ‘Break My Soul’ de Beyoncé con un paso firme sabiendo que soy el amor de mi vida, que cruza una cebra sabiendo que Carrie Bradshaw y Samantha estarían orgullosas, ya que perdí el miedo de mostrar quien soy.

Carrie nunca tuvo miedo de ponerse un sombrero vaquero, de no usar brasier en plenos 90´s o de usar falda y camiseta, carrie era carrie y eso hizo que la gente ignorara lo que ella misma sentía que no era algo chévere de ella que era su nariz, ella sabía que la personalidad acompañada de una buena prenda es un arma poderosa, te convierte en lo que deseas, te hace creer que la vida es caminar escuchando ‘gimme more’ de Britney Spears mientras la gente cae a tus pies, sientes las miradas de la gente hasta en el bus y puede que no lleves nada llamativo más que esa personalidad.

Escribiendo esto un domingo con el corazón lleno de orgullo quiero decirles que no se avergüencen de ponerse lo que quieran vístanse de su personalidad, háganla gritar, pónganse esas medias que tiene guardadas por miedo, ponte esa prenda ajustada que resalta tus luchas, píntate los ojos del color de tu alma, muestra eso que por años ocultaste, pero sobre todo no permitas que la gente te haga sentir que no eres digno de ponerte esas cosas y como seres humanos especiales que son digamos cosas lindas a esas personas que tienen los pantalones para decirle al mundo lo que son, un me encanta tu outfit es suficiente para hacerle saber a esa persona que todos esos años reprimidos desaparecieron y que lo que es, es bello. 

Recuerden esta frase de esta gran canción de Lady Gaga, soy hermoso a mi manera porque Dios no comete errores, estoy en el camino correcto, yo nací así.

Vivamos nuestras identidades sin prejuicios, sin miedo y si sienten que necesitan hablar aquí estaré yo, para escucharlos, para abrazarlos desde la distancia, les aconsejaré desde mi experiencia y espero que eso les sirva, no se sientan encasillados, déjenme verlos, escucharlos, muéstrenme eso que antes ocultaban y ahora disfrutan, quiero ver esa autoestima en las nubes, saquen los abanicos y muestren su fuerza ventilando esos malos comentarios y recuerden que la moda es más que solo ponerse algo para cubrir nuestros cuerpos, la moda es parte de lo que creamos en nosotros mismos para dejar huella en la tierra, hagan que esa huella no sea la de una hormiga.

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Jose Luis Ibáñez Correa
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