¿Se imaginan un río que nazca de 7 lagunas glaciares, ubicadas en el páramo más grande del mundo, el Sumapaz, y que durante su recorrido se agriete la tierra para formar un cañón estrecho de aguas cristalinas y color esmeralda? Pues, ese es el Guape.
Durante décadas, los pobladores del municipio de Uribe han guardado forzosamente sus más profundos secretos naturales. El conflicto armado, las tensiones territoriales, los fallidos acuerdos de paz, las tomas y retomas militares, han puesto como protagonista nacional de la Violencia, a este punto de la geografía colombiana.
Sin embargo, mucho antes de las tensiones acentuadas por los años 60, los primeros que disfrutaron sus escenarios naturales con fines turísticos fueron “los gringos”, quienes por la década 1950 visitaban las Moyas de Santa Rita, al tiempo que exploraban la zona para las compañías petroleras, aunque las sociedades Uribe Hermanos, ya explotaban a comienzos de 1910 la región, con la industria cauchera.
Su vasta historia y riqueza natural oculta para el mundo, son las dos fuerzas motoras para un turismo regenerativo, comunitario y de naturaleza. Uribe, es el último municipio hacia el suroccidente que puedes viajar por carretera desde Villavicencio, ya que luego de su casco urbano, solo encuentras trochas que te llevan hacia los Parques Nacionales del páramo de Sumapaz, Picachos y a departamentos como Cundinamarca, Huila, Tolima y Bogotá. Viajar por esta vía 100% pavimentada hasta Mesetas, y una carretera hasta Uribe destapada, pero en muy buen estado, se suma a la experiencia de llegar a este rincón del planeta.
Estas condiciones geográficas excepcionales, con más de 20.000 años de legado humano, la confluencia de montañas y sus formaciones rocosas, han forjado el escenario natural del cañón más exquisito para la actividad de Tubing en Colombia: el río Guape.
Lo que vives de aventura, consiste en navegar en un inflable por las aguas del cañón, en un estrecho rodeado de paredes rocosas que tienden a cerrarse en su parte más alta, dando sensación de cavernas, con caídas de agua y aves revoloteando a tu paso. La vegetación espesa y los rayos de sol encajonados reflejados en el agua, han recreado los mejores recuerdos en los visitantes que posicionan año tras año este destino como una experiencia añorada, repetitiva y recomendable. Su exclusividad por los pocos cupos habilitados en función de su capacidad de carga y la temporada de tres meses al año, hace que sea un privilegio visitarla.
Uribe merece más y mejores oportunidades para salir adelante. Tenemos una deuda histórica que debemos saldar como colombianos. Hoy su gente se organiza en empresas operadoras locales, cuentan con los permisos de ley, han invertido en equipos certificados para la actividad, sus guías campesinos e indígenas han adquirido capacitaciones en atención al cliente, diseño de experiencia y perfeccionado sus habilidades innatas en el cañón, para que el turista disfrute, aprecie y valore lo que la naturaleza crea y lo que sus pobladores aman.
Además de vivir una experiencia segura, natural y emocionante, en Uribe se forja la esperanza de hacer en el turismo regenerativo, la afrenta directa contra la deforestación de la Amazonía, y la salida digna a las tensiones económicas, sociales y culturales que tanto aquejan el territorio.
Sigan sus redes y contáctelos para que disfruten hasta marzo del 2025 del tubing en el cañón del rio Guape. Me cuentan que todos los viernes a las 9 pm salen de Bogotá y regresan el domingo por la tarde, es decir no hay excusa. Si cuentas con tiempo, viaja entre semana y siente una personalizada experiencia.
@somosguapeyduda
@naturibe