Juan Restrepo

Ex corresponsal de Televisión Española (TVE) en Bogotá. Vinculado laboralmente a TVE durante 35 años, fue corresponsal en Manila para Extremo Oriente; Italia y Vaticano; en México para Centro América y el Caribe. Y desde la sede en Colombia, cubrió los países del Área Andina.

Juan Restrepo

DeepSeek como diagnóstico

El lanzamiento de una casi desconocida start-up china, DeepSeek, el pasado lunes, con el consiguiente pánico bursátil, que costó solo a Nvidia, la empresa líder en esa área, una pérdida de valor de mercado de 600 mil millones de dólares, llevó a muchos analistas en el mundo entero a hablar de un “momento Sputnick”. Tal expresión hace referencia al impacto que causó en el gobierno y en la sociedad norteamericana el lanzamiento del Sputnick1, primer satélite artificial de la Unión Soviética en 1957. El mundo se encontraba en plena Guerra Fría, y Estados Unidos se veían así superados tecnológicamente de manera inesperada por los soviéticos. 

No tiene nada que ver pero también el pasado lunes, como consecuencia de la estúpida iniciativa de Gustavo Petro de enfrentarse a la decisión de Donald Trump de deportar emigrantes ilegales, miles de negocios, obras de construcción, supermercados, gasolineras, hamburgueserías etc. se vieron privados de la mano de obra de latinoamericanos, que huían de posibles redadas en contra de quienes estaban trabajando sin los papeles en regla en Norteamérica.

El pánico en la bolsa y aquellos puestos de trabajo desiertos el pasado 27 de enero, eran el cuadro perfecto de un imperio crisis. Transcurridas las horas todo pareció volver a la normalidad, pero la aparición de DeepSeek no dejaba de parecerse mucho a un diagnóstico del derrumbamiento del imperio americano ante las pisadas de un inmenso dragón que avanza imparable desde Asia.

Ningún imperio cae de la noche a la mañana y el norteamericano, uno de cuyos hitos fue un 15 de febrero de 1898, no será la excepción. Ese día, el acorazado Maine explotó en la bahía de La Habana. Aquella nave había sido enviada a Cuba bajo el pretexto de proteger los intereses estadounidenses durante la guerra de independencia cubana contra España. Sin embargo, su presencia, vista como una provocación por las autoridades de Madrid, terminó siendo el pretexto para una guerra que fue el comienzo del fin del imperio español.

La explosión del Maine costó la vida a 260 marineros, tras lo cual Estados Unidos y España entraron en guerra; una guerra relámpago ganada el 25 de abril de aquel mismo año por Washington, y como consecuencia España cedió Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas a Estados Unidos. En resumen, la tragedia del Maine fue un evento crucial que marcó el fin del dominio español en América y el inicio de una nueva era de influencia estadounidense en Cuba y en el mundo.

Estados Unidos, que venía de superar de manera gradual a partir del siglo XIX a otro imperio, el Reino Unido, se convierte finalmente en el más poderoso del mundo. Sin embargo, tras su período de auge y dominación, en las últimas décadas ha venido dando señales de declive. Por más que el flamante mandatario norteamericano navegue ahora con la consigna de “Make America great again”, ¿no será la reelección de Donald Trump paradójicamente el  Maine norteamericano? Démosle tiempo al tiempo.

Los estadounidenses nunca se pararon a pensar cuánto costaría el programa espacial —que empezó precisamente con el lanzamiento del Sputnick—, la “guerra contra la pobreza” o la guerra de Vietnam. Se sentían tan ricos y el dólar parecía tener tan asegurado su estatus como moneda de reserva que simplemente parecía que la política fiscal de “armas y mantequilla” iba a durar para siempre. Es decir, que el gasto en defensa militar y bienestar social y económico no iba a acabar nunca. Hasta que apareció China en el horizonte.

El gigante asiático ha hecho su ingreso en mil formas diferentes y lo de esta semana, un mejor modelo de inteligencia artificial, barato, gratuito y de código abierto ha puesto a reflexionar a un mercado que, al decir de los expertos, necesitaba un correctivo. Y mientras los gigantes de Silicon Valley reflexionan, en Pekín se han marcado la meta de ser líder mundial en Inteligencia Artificial en 2030.

El próximo mes de marzo, cuando miles de delegados del Partido Comunista de China celebre su acostumbrada reunión anual para dar por válidas las reformas ya aprobadas por la cúpula del partido, el mundo podrá ver una novedad que marca la determinación de China de alcanzar esa meta: ya no habrá multimillonarios como Jack Ma, presidente de Alibabá, o Robin Li, director de Baidu, el Google chino y otros por el estilo como invitados de honor a ese cónclave.

Los magnates serán sustituidos por los ejecutivos e ingenieros más jóvenes de dos industrias claves para el futuro de la segunda potencia mundial: los semiconductores y la Inteligencia Artificial. Ése de verdad es el verdadero desafío que enfrenta el hombre que quiere “hacer grande a América otra vez”.

Creado Por
Juan Restrepo
Más KienyKe
El avión con matrícula mexicana, según la CNN y flight radar, se estrelló tras 40 segundos de haber despegado.
Los viajes están evolucionando rápidamente, marcando un 2025 lleno de oportunidades para el sector.
La 67ª edición de los premios Grammy se acerca: aquí le decimos cómo y dónde ver la ceremonia
En entrevista con KienyKe.com, una vocera de CH Carolina Herrera nos habla de las tendencias para esta temporada del año.