Mario Huertas

Analista de asuntos estratégicos y hemisféricos (Énfasis: Brasil y EE.UU.) Columnista de opinión, diario La Nación. Voluntario internacional para la promoción de nuevos liderazgos, Universal Wonderful Street Academy (UWSA), Jamestown-Accra. Colaborador del Goldstreet Business (Ghana). Profesor de Geopolítica y Geoestrategia. Infante de Marina, Armada República de Colombia (A.R.C).

Mario Huertas

Contraofensiva ucraniana

El natural desgaste de la ofensiva obliga a que, después de más de 17 meses, estratégicamente el Kremlin reorganice las tropas alrededor de la defensa y ahora Kiev, después de dar una muestra excepcional de resistencia en la defensa, haga una transición asumiendo la ofensiva. Maniobras tácticas que solo se explican por la planeación y conducción estratégica de las operaciones. 

De hecho, el encuentro entre Xi Jinping y Vladimir Putin (20 y 22 de marzo) a fin de discutir los caminos para evadir las sanciones económicas y definir el rol de China como mediador, se llevó a cabo mientras las centrales occidentales de inteligencia lanzaron una alerta sobre la provisión china de suministros y armamento para inclinar la balanza militar a favor del Kremlin. 

En el primer escenario, el camino se ha despejado gracias al presidente bieloruso, Alexander Lukashenko, quien ha firmado 16 acuerdos comerciales con Xi Jinping para que Rusia evite las sanciones por el canal bieloruso. En el segundo escenario, China se ha ofrecido para mediar como un tercero “imparcial” en unas posibles y eventuales negociaciones entre Rusia y Ucrania. Con un borrador de 12 puntos, Beijing quiere repetir la hazaña lograda, meses atrás, entre Irán y Arabia Saudita. 

Es más, entre el 16 y el 18 de abril, el  Ministro de Defensa, Sergey Shoigu, se econtró con su par chino, el general Li, para discutir la agenda de cooperación y defensa bilateral como algunos asuntos de seguridad regional y global. A pesar de que el Ministro de Asuntos Exteriores chino dijera, dos días atrás, que China no venderá armamento a Rusia como tampoco suministros de guerra; algunos analistas cuestionan el mensaje de los voceros de Beijing que agitan el lema “tener límites a ´los no límites´ en su alianza con Rusia”. 

Entretanto, Putin aprobaba su nuevo concepto de política exterior que define a Occidente como una coalición anti rusa y desestabilizadora que por medio de una guerra híbrida pretende desestablizar al Kremlin. Con una visión multipolar que implícitamente busca desafir la supremacía estadounidense en todos los órdenes, esto le abrirá la compuerta a otros poderes regionales a fin de desvertebrar el actual equilibrio de poder global. La mejor prueba de lo anterior es el caso de los BRICS que han venido discutiendo, en los últimos días, los mecanismos para su ampliación en la Cumbre de Johannesburgo. 

Esto coincide precisamente con que Rusia haya asumido hace un par de meses, la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU; de ahí que Lavrov haya realizado una gira, rumbo a Nueva York, por Nicaragua, Brasil, Venezuela y Cuba para fortalecer, en América, el bloque anti-occidental. 

De otro lado, Putin utilizó propagandísticamente dos fechas emblemáticas: la pascua ortodoxa y el Día de la Victoria. Y como en la guerra la primera víctima es la verdad, tanto Putin como Zelensky visitaron las tropas en territorios que están en disputa y que son proclamados por las partes como “liberados” y “ocupados”. La pascua sirvió igualmente para animar las tropas de cara a la ofensiva u controfensiva que se esperaba para esos días. 

Luego, tal como sucedió el año pasado, Putin utilizó el 9 de mayo “Victory Day” para evocar la propaganda de la II.G.M. con el objetivo de buscar apoyo en la población civil de cara a “la resistencia” contra Occidente y aunque ya viene utilizando en sus discursos la expresión “guerra” y cada vez habla menos de “operación militar especial”, la táctica no ha cambiado porque el mensaje de la propaganda es el mismo: esta es una guerra terrorista de Occidente contra Rusia.

Mientras que Putin firmaba el 30 de marzo el decreto para reclutar 147.000 conscriptos adicionales entre el 1° de abril y el 15 de julio; el 3 de junio, según altos oficiales ucranianos, se daba formalmente inicio a la contrafensiva. Así, Zelensky dijo el 3 de junio en entrevista para el Wall Street Journal que Ucrania estaba lista para lanzar la contraofensiva. Por ello, el Ministro ucraniano de Asuntos Interiores, Ihor Klymenko, afirmó que Ucrania ha formado nueve brigadas- “Offensive Guard”- que están listas para tomar parte en las hostilidades bajo el mando y las órdenes del general Valeriy Zaluzhnyi. 

Claramente, mientras en el frente de batalla avanza la contraofensiva ucraniana, estratégicamente hemos asistido a otras situaciones adicionales como la inevitable ampliación y fortalecimiento de la OTAN, “La Marcha sobre Moscú” y, por lo tanto, el desplazamiento del Wagner Group a Bielorusia, las cada vez más tensas relaciones entre Minsk y Varsovia, el subordinamiento de los destinos de Minsk a los de Moscú y la peligrosa situación situación en Moldovia. Hechos geopolíticos que serán analizados en próximas entregas. 

Para cerrar, hace dos meses, en “La Marcha sobre Moscú”, me preguntaba: “¿Prigozhin será verdaderamente perdonado por Putin?” Tal vez la respuesta está en lo que, hace unas horas, tituló la BBC: “Putin's revenge' and Prigozhin's death 'no surprise´” y con la noticia que abría, su emisión de ayer, Lester Holt en Nightly News (NBC News): “Russian mercenary chief killed?” [ Noticia en desarrollo 

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