Después de unas semanas en las que prevalecieron declaraciones altisonantes y amenazas de todo género, se vive actualmente en nuestro país un silencio presagiante. La sensación es parecida a la calma que suele preceder a la tormenta.
Hechos ocurren sin ruido, como la decisión del principal banco turco de suspender sus operaciones con el BCV, o que la empresa helvética Sulzer simplemente afirme que no tiene nuevos planes con Pdvsa y, para colmo, Petrochina, cancela los embarques de crudo de Venezuela.
Los voceros de los partidos callan, Maduro respira hondo y el único que sigue hablando es Diosdado quien, con tono paternalista, le advierte a Alberto Fernández: “Que no vaya a creer que lo están eligiendo porque es él”. Será porque siente un frío en la espalda por las recientes declaraciones de Lenín Moreno.
Lo único que sale a la luz es que se reanudará en los próximos días la mediación noruega en Barbados y a ese anuncio lo acompaña el silencio de Bolton.
A diferencia del dicho conocido que sostiene que cuando el río suena es porque piedras trae, podríamos pensar que el silencio presagia tempestad.
Un silencio presagiante
Mar, 20/08/2019 - 12:49
Después de unas semanas en las que prevalecieron declaraciones altisonantes y amenazas de todo género, se vive actualmente en nuestro país un silencio presagiante. La sensación es parecida a la ca