Tributo a Jaime Posada

El día de hoy, 18 de diciembre, el erudito escritor y político colombiano Jaime Posada cumple 90 años. Sea esta la ocasión para celebrar una vida de grandes aportes para nuestro país y también para festejar que su lucidez intelectual se encuentra más aguda que nunca, hecho digno de reconocimiento en la órbita del pensamiento latinoamericano. Pocas historias de vida pueden ser comparadas a la de Don Jaime, y aún más cuando sabemos que después de nueve décadas de nacido, continúa construyendo su legado. Si pudiera definir la persona de Jaime Posada en una sola palabra, se me viene inmediatamente a la cabeza el término: “caballero”. Dedicado de forma inquebrantable a la defensa de justos ideales, dejando a su paso la profunda marca de inteligencia, sencillez y gentileza que tanto lo caracterizan. El poder de sus ideas, su espíritu valiente y noble corazón, gravitará para siempre en la historia del pensamiento humanista colombiano. Es muy difícil pretender honrar la trayectoria de una persona cuando se trata de un polímata, destacado en tan diversas ramas del saber cómo la ciencia política, la literatura, la lingüística, las relaciones internacionales y la historia; pero me voy a atrever a resaltar algunos episodios de su recorrido como periodista, escritor, académico y político. Tras cursar el bachillerato mostrando inclinación por la escritura creó en 1943 el semanario El Estudiante. Escribió para el periódico “Intermedio”, tratando de evadir la censura de ese entonces, y para el Diario El Mercurio. Pero fue en el periódico 'El Tiempo' donde se destacó especialmente como comentarista, jefe de redacción, secretario general y director del suplemento literario. Ha sido autor de diversos libros, dentro de los cuales se destacan entre otros: Una política educativa para Colombia (1962), La Crisis Moral Colombiana (1955), La Revolución Democrática (1955), Universidad, Democracia y País (1957), Panorama de lingüistas del siglo XX (2001), Historia actualidad y porvenir del Liberalismo colombiano (2009), Rafael Uribe Uribe el Héroe recobrado (2010) La Utopía de la Universidad (2012). Fundador de la Universidad de América y de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN). Ministro de Educación en el mandato de Alberto Lleras Camargo, de donde posteriormente pasó a ser el Secretario de Educación, Ciencia y Cultura de la Organización de Estados Americanos – OEA. Ferviente defensor del liberalismo responsable, consciente que más constructivo que imponer limitaciones, es el ejercicio, voluntario y responsable en la toma de decisiones individuales; se destacó como dirigente político liberal, en el Concejo de Bogotá, en el Congreso durante 16 años, primero en la Cámara y luego en el Senado; como gobernador de Cundinamarca, en la administración de Virgilio Barco; y también como diplomático, en la Embajada de Colombia ante la UNESCO, la ONU, la Alianza para el Progreso y en Austria. Haber dedicado toda su vida al servicio del país, no es suficiente para este trabajador incansable. Hoy a los noventa años, se desempeña como Rector de la Universidad América, Director de La Bagatela Revista de Derechos Humanos, Director de la Academia Colombiana de la Lengua (la más antigua de América Latina), y como si fuera poco, es también, Presidente del Colegio Máximo de las Academias Colombianas; de las cuales hacen parte: la Academia Colombiana de Historia, La Academia Colombiana de Jurisprudencia, La Academia Colombiana de la Lengua, Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, Academia de Ciencias Económicas, Academia Colombiana de Medicina, El Instituto Caro y Cuervo, la  Sociedad Colombiana de Arquitectos, la  Sociedad Colombiana de Ingenieros y la Sociedad Geográfica de Colombia. Por último, no se puede prescindir de mencionar el desinteresado y generoso aporte de Jaime Posada al Patrimonio Cultural Nacional. Su mecenazgo en la conservación de numerosas joyas arquitectónicas colombianas, como La Casa de Los Derechos del Hombre, La Casa Santos, el Museo de trajes típicos entre otros; son manifestaciones admirables de amor patrio.