Sorpresa que exguerrilleros de las FARC entren al Congreso con un grupo armado que los protege. Pero mayor desconcierto que el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, admita que no manda en el Capitolio y que “le metieron los dedos a la boca”. Los dedos y las armas.
Eso de que “el máximo recinto de la democracia” es una casa sin Dios ni ley es asunto viejo. En mis tiempos de congresista y vicepresidente del Senado denuncié que era más peligroso estar adentro que afuera. Por el recinto transitan no solamente los Honorables Parlamentarios sino algunos otros HPs, cuando no delincuentes de alta peligrosidad, autorizados –para su ingreso- por socios políticos que fueron elegidos con su apoyo y su dinero. También vendían bizcochos, joyas finas y de fantasía, y la esposa del entonces senador Carlos Julio González montó en la oficina de su marido una agencia de préstamos millonarios en efectivo.
El capitolio es un mercado persa (en mis tiempos y ahora) donde se ve de todo. En aquella oportunidad revelé que se consumía y vendía droga. Le suministré información oficial al general Naranjo, a la Fiscalía y a quienes me la pidieron, pero las autoridades prefirieron desviar la mirada. Dije que los secretarios de Cámara y Senado vendían carnets y documentos que acreditaban a hampones como “asesores del Congreso” para que pudieran desplazarse por las carreteras del país.
Nada pasó. Como tampoco ahora, a propósito del escándalo por el ingreso de dos miembros de las FARC (Jesús Santrich y Andrés París) que entraron con varios hombres armados, a un acto convocado por la exministra Clara López.
-Para rabiar o para reírse por la burla, supuestamente ingresaron como entrenamiento para cuando lleguen formalmente al Congreso. –Y fue un buen ejercicio, dijo París.
Blu radio revela un vídeo de seguridad que registra “cómo Santrich y Paris acompañados de sus escoltas ingresaron por la puerta de discapacitados, en donde la Policía revisó un listado y permitieron su acceso. A los ex guerrilleros no les hicieron una requisa completa, únicamente le revisaron el maletín a París”.
En la misma emisora y después de la reunión Clara López dijo que, “a las Farc no les pueden crear un Apartehid político, económico y social, es un grupo que está haciendo un esfuerzo con compromiso de reincorporación a la vida civil. En el caso personal, yo no tengo ninguna razón para discriminarlos".
Este es el video en referencia
