Por: @Don_DiegoNorea
Si la justicia considera que el empresario (bonito eufemismo para definir a un corrupto) Miguel Nule, debe ser trasladado a su mansión para que pague la condena porque está deprimido y obeso, se me antoja que cualquier cosa puede ser susceptible de defensa.
Es injusto que un ladrón de cuello blanco tenga quien lo defienda y no pase lo mismo con un ladrón de barrio que no tiene ni siquiera plata para comprarse una camisa con cuello.
En esas líneas, una férrea defensa del ladrón al que, descaradamente, lo obligaron a desnudarse y correr por Bogotá.
El video que con tanto entusiasmo se comparte este jueves por redes sociales muestra, entre otras cosas, varias injusticias.
Una: El supuesto ladrón es un niñito. Pobre...no tiene consciencia de lo que hace.
Dos: Quien ataca al menor es una mujer, por ende, si este es un ladrón, es el ladrón más caballero del mundo. Pudo haber utilizado su fortaleza física como hombre para defenderse y someter a su agresora. No lo hizo.
Tres: La paisa no tuvo piedad. "Tengo familia", dijo entre lágrimas el pequeño, a esta mujer no le importó. No tuvo piedad y le siguió pegando, ultrajando, maltratando.
Si se comprueba que es un ladrón, lo sucedido no es su culpa; es del sistema corrupto que no le da oportunidades a las clases menos favorecidas. Aquí el ladrón es una víctima.
No sé que esperan los colectivos de abogados para buscarlo y ofrecerle asesoría jurídica. El menor debe demandar a su agresora por violencia contra la niñez e intento de acoso sexual.
"Quítese la ropa... y rápido que tengo afán". A esa mujer se le nota el morbo en la mirada. Además de intentar tocarlo, lo obligó a que corriera desnudo por Bogotá.
Esta acción le representó riesgos adicionales a este pobre muchacho. Uno: Que algún pervertido sexual lo persiguiera y su desnudez le facilitara las cosas. El video no da cuenta de eso y no sabemos qué pasó.
Dos: Un resfriado. El Fenómeno del Niño ya terminó y en Bogotá se está sintiendo mucho frío. ¡Que pecado!
La forma como la señorita paisa le habló al supuesto ladrón es indecorosa. “Gonorrea”, "hp", "malparido", son algunas de las palabras que utiliza para insultarlo. ¿Ese es el ejemplo que le damos a la niñez?
Así las cosas, es preferible que las nuevas generaciones sean educadas por los youtubers. Estos enseñan pendejadas, no groserías.
Además de los insultos y los golpes en la cara que resultaron violentos porque la mujer tiene anillos, la paisa le jaló el pelo al menor: Algo muy peligroso porque agitó su cabeza con violencia. Horror. Pueden venir daños celebrarles.
Si miran el video con atención, se darán cuenta que en realidad fue al joven al que robaron y no al revés. Una mujer, muy disimuladamente, se lleva la ropa que le obligaron a quitarse minutos antes. ¡Que inseguridad!
Ahora sí enserio:
La forma puede ser cuestionada, el fondo no. Esta mujer merece que nos levantemos y aplaudamos con fuerza.
"La gente se escandaliza porque digo hijueputa en televisión, pero no se escandaliza por la corrupción", dijo Jaime Garzón.
Algo parecido pasa con el caso de la paisa que agarró a un joven que la quería robar.
Y sí, la mujer le dijo de todo. El madrazo de Garzón fue lo más decente que gritó.
Lo acorraló, le pegó, lo obligó a arrodillarse y pedir perdón. Por último, lo obligó a quitarse la ropa. "Toda y rápido que tengo afán", le dijo.
"Bogotá es muy antigente y se metió con la que no era". El joven quiso robarla. Según se entiende en el video, el chico intentó apuñalarla. Ella no se dejó.
"Ustedes no le tengan miedo a estos hijueputas (a los ladrones)", recomendaba a gritos la joven a los transeúntes que, incrédulos, presenciaban la escena.
No es normal ver que en Bogotá los ciudadanos enfrenten el peligro. En el ambiente hay una sensación de temor, de miedo, de resignación. Por eso, lo que hizo esta joven fue viral, que es solo un calificativo para entender que fue admirable.
