Acerca del acuerdo con la Unión Europea

La aprobación del acuerdo comercial de Colombia con la Unión Europea es una muy buena noticia para el país. Tiene un gran significado político, económico y comercial al igual que ofrece muchas perspectivas en materia de promoción de inversiones. El proceso fue largo y complejo, tal como lo son todos estos empeños en la UE, debido a los múltiples requerimientos y pasos que deben cumplirse en las distintas instituciones de la Unión. Para lograr la aprobación hubo que superar diversos obstáculos. El primero de ellos fue lograr que Europa aceptara modificar el esquema original de la negociación, concebida de región a región, para hacer posible que Colombia y Perú pudieran seguir negociando, en vista de la posición negativa que adoptaron Bolivia y Ecuador, y sin cerrar la puerta a su participación. Gracias a la intervención directa del entonces presidente Uribe y a la actitud siempre positiva del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pudo hacerse. Otra dificultad significativa fue la que se presentó cuando la UE puso como condición, para poder continuar, que se solucionara el asunto del banano en el marco de la Organización Mundial del Comercio.Habida cuenta de que se trataba de una disputa que llevaba más de 20 años sin solución, cundió el pesimismo cuando fue planteada por los europeos. Sin embargo, ese obstáculo también se superó y, gracias al acuerdo que se hizo en Ginebra, resultó posible profundizar las ventajas arancelarias para el banano en el acuerdo bilateral. Y  no se puede omitir el episodio que tuvo lugar durante la cumbre UE-América Latina y Caribe, que se celebró en Madrid en 2010.Dicho encuentro tenía, entre otros propósitos, anunciar la terminación de las negociaciones del acuerdo comercial de Colombia con la UE. Existía mucha inquietud con respecto al impacto sobre el sector lácteo colombiano, razón por la cual el entonces presidente Uribe comunicó que, en las condiciones que existían en ese momento, no podía aceptar el anuncio de la conclusión del proceso negociador. Naturalmente, esa actitud causó tal revuelo que dio lugar a una serie de reuniones de emergencia, que concluyeron en la firma de un documento anexo mediante el cual la UE se comprometió con apoyos adicionales a dicho sector. Con posterioridad, se aprobó en Colombia un documento Conpes cuya concreción es fundamental para su futuro. Con la aprobación del acuerdo se parte en dos la historia de nuestras relaciones con ese importante bloque de naciones. No solamente se consolidan las ventajas, que la UE le otorgaba unilateralmente a nuestro país, sino que se abren muchas oportunidades comerciales y desde el punto de vista de la inversión. De ahora en adelante nuestros empresarios podrán planificar las relaciones con Europa con una visión de mediano y largo plazo. De lo que se trata a partir de hoy es de aprovechar al máximo el acuerdo. Y lo primero que debe hacerse es conocerlo bien. Es indispensable superar, rápidamente, la barrera del desconocimiento de su contenido y de su significado para que sea posible obtener los mayores frutos posibles de su aplicación. Y, además, empezar a pensar inmediatamente en el siguiente paso que debe darse en nuestra relación con Europa. Ese paso es el de elevarla al nivel de socio estratégico de la UE.