La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena de 26 años de prisión impuesta en contra de José Miguel Narváez, exsubdirector del DAS, por el crimen del periodista Jaime Garzón.
El alto tribunal tomó esta decisión tras rechazar una demanda presentada por la defensa de Narváez en contra de la sentencia del 19 de julio de 2019 expedida por el Tribunal Superior de Bogotá, a través de la cual se confirmó la condena impuesta por el Juzgado 7 Penal del Circuito que lo halló responsable de ser el determinador del delito de homicidio agravado.
Tras analizar el recurso, la Sala de Casación Penal indicó que, por falta de requisitos y por no observar una vulneración de las garantías, se confirmó la condena contra el exsubdirector del DAS.
En todas las instancias se declaró probado que José Miguel Narváez indujo al paramilitar Carlos Castaño Gil a ordenar el asesinato de Jaime Garzón, ocurrido en horas de la mañana del 13 de agosto de 1999 en la carrera 42 con calle 23E del barrio Quinta Paredes de Bogotá.
El también humorista se dirigía en su carro a las instalaciones de Radionet donde ejercía su profesión de comunicador social y, mientras se encontraba esperando el cambio de semáforo, fue impactado por disparos de arma de fuego realizados por dos personas que se desplazaban en una motocicleta, ocasionándole la muerte en forma instantánea.
El levantamiento del cuerpo de Jaime Garzón
Ese 13 de agosto de 1999 un grupo de Instrucción Criminal, hoy CTI de la Fiscalía, atendió la diligencia de suma importancia: hacer el levantamiento del cuerpo de Jaime Garzón.
A propósito de la confirmación de la condena contra Narváez, KienyKe.com recuerda la entrevista que le hizo en 2014 a uno de los investigadores que atendieron el llamado cuando se reportó el crimen, día que marcó un antes y un después en la historia de Colombia.
“Recuerdo que ese día estaba de turno nocturno, de 7:00 de la noche a 7:00 de la mañana. Ya quedaba más o menos una hora para irnos cuando, faltando algunos minutos para las seis de la mañana, nos llama la central y nos reporta el lamentable hecho. La radio operadora nos moduló, tristemente, quién era la víctima. También nos dijo que por tratarse de un personaje de esa categoría tocaba llegar al lugar de los hechos lo más pronto posible. Así lo hicimos porque los jefes también estaban encima de ese caso”, indicó.
El funcionario señaló que ese día se trabajó bajo mucha presión y que trataban de evitar que la prensa sacara fotografías del cuerpo sin vida del famoso humorista.
"Ese día, recuerdo, que además de la tristeza trabajamos bajo mucha presión. La oficina quedaba muy cerca de allí así que llegamos muy rápido. Lo primero que hicimos fue cubrir la camioneta con sábanas para evitar que la prensa sacara las imágenes del periodista así como estaba, y también para evitar que los ciudadanos vieran la escena del crimen. Recuerdo que Jaime Garzón tenía la cabeza recostada sobre la puerta izquierda, la puerta del conductor. Qué escena tan triste fue ver a ese hombre ahí baleado. Ver a un hombre de esos, que hablaba como hablaba, que no tenía pelos en la lengua para decir lo que decía y que lo hacía reír a uno, eso uno lo lamenta”, recordó.
Narró que un aspecto que lo marcó mucho en medio de la diligencia fue haber encontrado dentro de la camioneta donde mataron a Jaime Garzón la caja de embolar con la que el humorista y crítico personificaba a Heriberto de la Calle, el lustrabotas con alma de reportero que hacía preguntas impertinentes y de doble sentido a políticos y famosos.
“Cuando abrimos el carro del humorista ahí estaba la cajita de embolar. También, si mal no recuerdo, encontramos un bastón, de pronto también con él personificaba a alguien”, dijo.
“Recuerdo también que las manos de Garzón estaban caídas en sus piernas. Tenía varios impactos en la cabeza y la parte superior del tronco. Su muerte fue instantánea. Revisamos el cuerpo, le quitamos sus pertenencias personales y solo le dejamos la ropa, para proceder a embalarlo. Cuando bajamos el cuerpo del carro la gente casi se nos viene encima. Tuvimos que embalar muy rápido el cuerpo para meter el cadáver al vehículo de la institución", contó.
El investigador resaltó que, después de ese momento, el conductor arrancó hacia Medicina Legal. Luego, se quedaron observando y buscando más pruebas dentro de la camioneta y por fuera de ella, en el lugar donde al parecer le dispararon y el recorrido que hizo el carro hasta estrellarse en el poste.