Este miércoles 10 de febrero se terminó el juicio en contra de Santiago Uribe Vélez, señalado por la presunta comisión de los delitos de concierto para delinquir y homicidio.
Al ganadero se le acusa de haber participado en la conformación del llamado grupo paramilitar Los Doce Apóstoles, a quien se le atribuyen cientos de asesinatos y desapariciones en el norte del departamento de Antioquia.
También se le señala de haber incidido en el crimen de Camilo Barrientos, un conductor de bus que fue asesinado en febrero de 1994 en el municipio de Yarumal.
En medio de la diligencia, el abogado Daniel Pardo, representante de víctimas en el proceso, le pidió al juez Primero Penal Especializado del Circuito de Antioquia darle una respuesta pronta a quienes sufrieron estos actos de violencia.
Y además, calificó el proceso contra Santiago Uribe como una "vergüenza nacional", pues este caso lleva más de 30 años y todavía no se sabe si se condenará -o no- al ganadero por la presunta comisión de estos delitos.
"Se finalizó el juicio y nos queda aclamar porque haya una pronta respuesta a las alegaciones. Es necesario que haya una pronta decisión para que la comunidad nacional e internacional por fin sepa lo que pasó, y este proceso deje de ser una vergüenza nacional, porque pasar más de 30 años sin darle una respuesta a las víctimas no deja de ser una vergüenza para el país", manifestó.
La Fiscalía, el Ministerio Público y el defensor de Santiago Uribe también le pidieron al juez que emita una decisión en un tiempo razonable.
"No hay nadie más interesado de poner punto final a este calvario que quien lo ha sufrido en carne propia, llevando una investigación por más de un cuarto de siglo. Santiago Uribe lleva casi la mitad de su vida defendiéndose de hechos que él no cometió. Le ruego que en nombre de Santiago Uribe y lo que ha sido su sufrimiento en este proceso la decisión sea tomada lo más pronto posible", dijo por su parte el abogado Jaime Granados.
El Juez Primero Penal Especializado del Circuito de Antioquia Jaime Herrera Niño no la tiene nada fácil. Por esa razón, le pidió a las partes tener paciencia mientras emite la ardua determinación, pues tiene que revisar detalladamente el voluminoso proceso que costó diez años de investigación y otros cuatro de juicio.
El juez deberá analizar el denso acervo probatorio que contiene 200 folios y 45 cuadernos principales, además volverá a escuchar el relato de los diferentes testigos y las intervenciones hechas por la Fiscalía, Ministerio Público, representante de víctimas y de la defensa liderada por el abogado Jaime Granados, quien se tardó más de cuatro días en sus alegatos finales.
“No es un caso fácil, pero pondré lo mejor de mí para que este fallo pueda proferirse en el menor tiempo posible. Ustedes me preguntan que cuándo tendré una decisión pero yo la verdad ahora no tengo una respuesta. Yo creo que podría estar en unos cuatro meses, sin embargo, les informaré oportunamente si el tiempo es menor o mayor. Yo sé la importancia que tiene este proceso y afortunadamente este ya está llegando a su fin después de tanto tiempo. Proferiremos la sentencia que en derecho corresponda”, manifestó.