El caso de Sara Sofía, la menor que desapareció desde el pasado 15 de enero, toma un nuevo rumbo. Una juez penal de Bogotá ordenó este viernes 30 de julio la libertad de Carolina Galván y Nilson Díaz, madre y padrasto de la niña.
La juez decretó la nulidad de la imputación y la acusación de los dos detenidos porque la comunicación de los cargos efectuada por la Fiscalía General de la Nación el pasado 18 de marzo, no cumplió con los requisitos de claridad y precisión que exige la ley penal y por ende podría afectar el derecho de defensa de los acusados.
En pocas palabras, ni la desaparición sin resolver de la pequeña Sara Sofía; ni la existencia de una larga lista de testimonios que al parecer los inculpan del cargo de desaparición forzada agravada; ni los siete días de gracia que le dio la justicia a la Fiscalía para arreglar el escrito de acusación, fueron suficientes para que la juez decidiera seguir con el caso.
La génesis de esta decisión se remonta al viernes de la semana pasada, cuando la abogada de los acusados, Aydeé Acevedo, le pidió al juzgado que anulara el proceso, pues la Fiscalía habría cometido errores durante la audiencia de formulación de cargos del pasado 23 de mayo.
La juez afirmó que la Fiscalía no fue ordenada a la hora de presentar los hechos que involucrarían a Galván y Díaz en la desaparición de la menor. Por lo tanto, pese a que no han informado el paradero de Sara Sofía y los hechos no son claros, fueron puestos en libertad. En medio de la audiencia la juez también precisó que el error estuvo en no dejar claro los hechos, como la injerencia de Galván y Díaz en la pérdida de la niña.
La teoría de la Fiscalía apunta a que la menor falleció tras ser golpeada, y posteriormente su cuerpo fue arrojado al río Tunjuelito. Los responsables serían su madre, Carolina Galván, y su padrastro Nilson Díaz.
Tras el anuncio, el fiscal del caso y el abogado representante de la tía de la víctima, anunciaron que presentarán un recurso de apelación, el cual deberá ser interpuesto ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
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Carolina Galván saldrá de la cárcel del Buen Pastor, mientras que su pareja, Nilson Díaz, hará lo propio desde La Picota. Tras esta decisión es clave mencionar que sus testimonios siguen siendo diferentes. Desde los centros de reclusión declararon y volvieron a entregar versiones contrarias.
Según Díaz, la muerte de la niña se originó tras una golpiza que le propinó Galván, luego de que esta se negara a comer. Afirmó que al presenciar el trato brusco, intentó detener a Carolina, pero al revisar a la menor, esta ya se encontraba sin signos vitales.
Ante la evidencia de la muerte, decidieron envolver a la niña en una manta y meterla en una maleta, para posteriormente, y de común acuerdo con la madre de la niña, deshacerse del cuerpo, dejándolo en inmediaciones del río Tunjuelo.
Por su parte, Galván señaló que Sara Sofía estaba dormida cuando ella regresó tras una jornada de trabajo, y en horas de la noche evidenciaron que había comenzado a botar espuma por la boca y posteriormente falleció. De acuerdo con su declaración, fue en ese punto que Díaz se encargó de dejar a la menor en el río.