Una mujer de acero que logró lo que nadie en el Ejército Nacional

Mié, 11/03/2020 - 17:01
Es la primera jefe de grupo de mantenimiento en la división de aviación.

Hace un año la sargento Angélica Hurtado logró lo que ninguna mujer había hecho en la división de Aviación del Ejército Nacional, ser jefe de grupo en el área de mantenimiento.

En medio de un mundo en el que los hombres predominan y las labores exigen fuerza y determinación, Angélica se abrió camino a punta de sacrificios y disciplina. En entrevista con Kienyke.com reveló cada uno de los peldaños que tuvo que escalar para hoy ocupar ese cargo que era exclusivo para hombres.

Aunque es hija de un militar, entre sus planes nunca estuvo hacer parte del Ejército Nacional. Sin embargo, siempre le llamó la atención todo lo relacionado con la aviación. Pero fueron los azares de la vida o como ella dice “los planes de Dios”, los que la llevaron a iniciar una carrera en las Fuerzas Armadas.

Como estudió Administración de Empresas, Angélica ingresó al Ejército para trabajar en el área administrativa, eso fue en el año 2005. Sin embargo, más adelante sus superiores la enviaron como candidata a la Escuela de Aviación. Inicialmente, para tomar el curso de logística.

Una vez presentó los exámenes, la suboficial resultó apta para el área de mantenimiento y no para logística. Al inicio Angélica lo aceptó, no muy convencida, pero con la idea firme de que “Dios nos pone en el lugar que él quiere”.

Ya en el curso de mantenimiento de aeronaves, Angélica se propuso ocupar el primer lugar y dejar “en alto el nombre de las mujeres”. Ella era la única mujer en un grupo de 25 personas. 

Culminado el curso Angélica ingresó al grupo de mantenimiento de aeronaves. En total son tres mujeres las que trabajan en esa área del Ejército Nacional. Al principio Angélica solo realizaba labores de mantenimiento de acuerdo a lo que sus superiores le ordenaban. 

Cuando adquirió el conocimiento suficiente sintió que era momento de seguir escalando. Habló con su superior y le manifestó su deseo de ser jefe de grupo, un cargo que hasta ese momento solo habían ocupado hombres. Por su capacidad y determinación, su superior la apoyó, entonces inició la capacitación.

División de Aviación del Ejército Nacional

 

De técnica a jefe de grupo

Otro periodo que exigió toda su entrega, su tiempo y su mente. Con el objetivo claro, Angélica resultó elegida por una junta de altos mandos que decide quién pasa a ser jefe de grupo y quién no, de acuerdo con las pruebas que presentan luego de la capacitación. 

Una vez más, Angélica demostró su tenacidad y se convirtió en jefe de grupo, cargo que comparte con cuatro hombres. Ella es la encargada del Gran Caravan, una aeronave que tiene labores de apoyo a las diferentes divisiones del Ejército.

Angélica es la encargada de dirigir a un grupo de hombres que le hacen mantenimiento al avión cada 100 o 200 horas, para que la aeronave esté en su mejor estado. Que permanezca de esa manera cada vez que se le hace mantenimiento es su responsabilidad. 

 

La sensibilidad que esconde un camuflado

Hoy Angélica agradece a la vida por ponerla en el lugar en el que está. Dice que no ha sido fácil. Sobretodo porque es madre de una joven de 15 años. 

Desde que entró al Ejército tuvo que dejar su hija al cuidado de la abuela. La niña solo tenía cuatro meses. A pesar de que es una mujer fuerte y determinada, ese tema logra cristalizar sus ojos y quebrantar su voz.

Recuerda que cuando inició el entrenamiento en el Ejército sólo podía ver a su bebé cada ocho días y en ocasiones una vez al mes. Sin embargo, la llena de fortaleza pensar que su hija siempre tuvo claro que ella era su mamá y conforme iba creciendo, entendía que cada sacrificio era por el bien de las dos.

Ahora, aunque viven juntas, el tiempo que demanda el trabajo como jefe de grupo en ocasiones no le permite dedicarle mucho tiempo a su hija. Eso quiebra a Angélica, sin embargo, la reconforta pensar que cada día sale de su casa a hacer lo que la apasiona, además de que su trabajo representa un beneficio para las dos.

Para Angélica este trabajo se ha convertido en parte esencial de su vida. Se llena de orgullo cada vez que menciona que son pocas las mujeres que ingresan a la fuerza y ocupan cargos que solo los hombres obtenían.

Lo más importante para Angélica es que abrió un nuevo camino para las mujeres militares que vienen atrás de ella. Aunque es una labor que por su naturaleza, tanto en el Ejército como fuera de él desarrollan mayormente los hombres, no es algo que la haga “menos femenina o menos mujer”.

Por ahora Angélica esta viviendo un sueño que nunca imaginó y aunque con altibajos, permanece agradecida con Dios y la vida por ponerla donde está. Desea que cada mujer logre lo que se propone y piensa que los límites están en la cabeza de cada persona. 

Todos los días desarrolla con orgullo esa ardua labor y seguramente la tenacidad y determinación que la llevaron hasta allí, la ayudarán a seguir escalando en el Ejército Nacional. 

Por: Michell Figueroa
 

Más KienyKe
El encuentro tuvo lugar en la Casa Blanca y abordaron una amplia gama de asuntos regionales y bilaterales.
La Corte lo llama a juicio por el proceso que le adelanta por injuria en contra de Gustavo Bolívar.
Las comisiones económicas del Congreso estuvieron de acuerdo en archivar este proyecto.
Esta inspección se produce apenas una semana después de que Ricardo Bonilla presentara su dimisión como ministro de Hacienda.
Kien Opina