Por @Lauquiceno
“Mi abuela, Abigail Infante de García influyó en mi pasión, ella tocaba el órgano y tenía un grupo de teatro, una vez me hizo una prueba terrible en la catedral de Santa Marta, fuimos a cantar durante una misa de matrimonio, y en un momento dado todo el coro se quedó callado, y me dejaron sola. Yo seguí cantando y recuerdo que toda la iglesia se volteó a mirarme, tenía 7 años, y después le dije: Abuela, ¿usted por qué me hizo eso?, y ella me dijo: “Te puse una prueba de fuego” Ahí empezó todo” recuerda Laura García, la actriz colombiana que interpreta a la implacable, Ana Julia Marulanda de Vargas, la mamá de un ídolo de la canción popular en Colombia, Helenita Vargas.
Con sus ojos claros, su voz grave y sus manos, habla de sus más de treinta años de experiencia en la actuación. Las obras y los grandes autores son cercanos para ella, 'Madre Coraje y sus hijos' de Bertolt Brecht, los clásicos griegos a los que regresa una y otra vez en la conversación y 'Diatriba de amor contra un hombre sentado', la única obra de teatro escrita por Gabriel García Márquez y que ella interpretó.
Es alta, lleva una camisa estampada y el pelo liso, siempre te mira a los ojos y baja sólo la mirada para recordar la palabra exacta que exprese lo que quiere. En su sillón blanco se siente cómoda y en su casa se toma un tiempo para desprenderse de cada uno de los personajes a los que presta su piel: “Uno siempre está trabajando de alguna u otra manera autobiográficamente, uno no puede eludir quien uno es y lo que uno ha sido, eso sería imposible, además porque el instrumento de un actor es el cuerpo, lo que el actor ha vivido, sus memorias y emociones”
Laura vuelve a la televisión después de su personaje en 'Correo de Inocentes' con el que ganó un Premio India Catalina. Para ella es fácil transitar del cine (Edificio Royal, Buscando a Miguel, Lecciones para un beso) y pasar a la televisión. Aunque en su juventud y después de haber protagonizado ‘Teresa Valverde’ y ‘Una mujer de Cuatro en conducta’ abandona los estudios de grabación para montar un grupo de teatro en Cartagena: “Yo tenía un llamado distinto, además estaba leyendo una novela fantástica que se llama La Consagración de la primavera de Alejo Carpentier, que la releí hace dos meses, y entonces dije: la bailarina rusa que termina viviendo en Cuba y termina siendo una cosa totalmente utópica. Yo quería vivir una cosa utópica, me enamoré de un cartagenero y me fui de Bogotá” Así es Laura, una mujer que evita los escándalos y que vuelve al teatro, su gran escuela.
“No soy brava pero cuando se necesita que pegue un regaño, me toca pegarlo”
Laura, este personaje se parece a la mamá de Helenita, ¿o es ficción? ¿Partió de algo real? Lo primero era saber quién era Helenita Vargas, porque a mí me dijo la productora: “Vamos a hacer la Ronca de Oro” y yo no había escuchado mucho a Helenita Vargas, de pronto una o dos canciones, pero no sabía de la vida de ella, me puse a investigar por internet y después dije: “Yo necesito una inmersión vallecaucana”; tengo una amiga de mi mamá que vive en Cali que se llama Teresita de Viscaya, una panameña y la llamé y le dije: "Tere, necesito que me des posada durante 10 días” y allá empecé a hablar con la gente que conoció a Helenita, con la familia, con su hermana exmonja, Alicia, con sus amigas. Conocí fotos de la mamá de Helenita porque no sabía cómo era la señora y la gente que empezó a pasar por la casa de su hermana Alicia, me empezó a revelar cosas más íntimas. Todo ese material usado con mucha discreción de mi parte, sin ningún tipo de interés de sacarle los trapitos al sol a Doña Susana. ‘Mamá Chuchi’, como le decían, sí tenía su carácter templado, pero descubrí también que tenía cierto humor, en la finca de ellos tenían un sitio especial en la casa donde se iban a tocar instrumentos y tocaban el tiple, la guitarra. Yo creo que Helenita se inició ahí, y todos cantaban y tocaban un instrumento y fui descubriendo dichos, como hablaba la señora, decía “esa puñetera” cuando quería decir “esa desgraciada” o cuando un novio de sus hijas hacía visita en la casa y ella ya quería dormir, decía: “La visita tiene sueño”. Todo eso lo procesé intelectualmente y a la hora de hacer las escenas, el acento, la edad de la señora, porque este personaje comienza hacia finales de los años cuarenta, los años cincuenta que es cuando empieza la violencia entre liberales y conservadores en Colombia, que vimos en el primer capítulo y que es una parte interesante de la Ronca de Oro, que no es solo la historia de Helenita, sino la historia del país como trasfondo, pero a la hora de hacer una escena ya no hay tiempo tiempo de pensar y no debes hacerlo. En la actuación te tiras al vacío, puro parapente. Hay mucho de ficción en Doña Ana Julia Marulanda de Vargas. Doña Susana no es exactamente como el personaje que estoy haciendo, tendrá rasgos, dichos, matices, pero sí hubo una relación difícil entre doña Susana y Helenita durante casi toda la vida, al final ya se reconciliaron, pero cuando ella se enteró que Helenita se iba a casar con el papá de su mejor amiga montó en cólera, no le quemó el piano pero también hizo algo muy significativo porque eso de casarse con alguien 20 años mayor y cantar rancheras era escandaloso en la Cali de finales de los cuarenta. Muchas veces ha interpretado a mujeres muy fuertes ¿en su vida personal es así de brava? Creo que uno con el tiempo se va ‘docilizando’ y dulcificando más. Porque uno se da cuenta que muchas de las cosas de la vida, de las soluciones a los problemas no hay que ponerle tanto empeño, ni tanta energía empujadora, muchas veces las cosas se resuelven por sí mismas. Uno va adquiriendo más experiencia de vida, más horas de vuelo. El temperamento también se va asentando bastante. No soy brava, aunque cuando se necesita que pegue un regaño me toca pegarlo. ¿Cómo llega la oferta de Helenita Vargas y por qué acepta este personaje? Yo ya había trabajado con CMO Producciones por ‘Correo de Inocentes’, nos entendimos muy bien, pienso que es una productora muy importante en este país, son un par de mujeres: Ana Piñeres y María Clara Ochoa, que están haciendo historia en el cine y en la televisión. Y las historias de mujeres, de ídolos femeninos que en cierta época tuvieron una vida muy difícil y conquistaron unos espacios donde a la mujer escasamente le habían dado el voto, esa parte de la historia me interesó mucho La producción de la 'Ronca de Oro es increíble. El vestuario a cargo de Camila Olano, la fotografía de Pablo Pérez, todo está en su punto. Es bello de mirar, y que cuando prendas la televisión haya una buena historia y algo bello para el ojo es un placer. “Escalona”, “Rafael Orozco, el ídolo”, las novelas musicales en Colombia tienen mucho éxito, ¿Por qué la gente se conecta tanto con este tipo de historia? Primero que todo porque con la música, no sólo a nivel nacional, sino internacional la gente se identifica. La música por encima del teatro, no tiene fronteras, tú puedes escuchar una canción de Afganistán, no importa ni siquiera lo que están diciendo, lo que importa es el sonido, los sentimientos de la persona que está cantando, del autor que compone la música y tienen tanta acogida por parte del público. Los ídolos de la canción están por todos lados, en una tienda, en el campo, en la ciudad y es por eso que estas series son tan exitosas. ¿Cómo asume hoy los papeles de mujer madura? Pues el tiempo pasa, creo que es una aceptación personal y profesional, y si uno no elabora esa aceptación digamos que no está viviendo el presente, sino el pasado, a la mujer y a la actriz que fui cuando tenía 20. Si es un protagónico, genial, si no es un protagónico genial también, mientras el personaje esté bien escrito. Uno ve que en otros países, por ejemplo en Inglaterra, hasta en Argentina y en Brasil que la televisión también tiene producciones donde los protagonistas no necesariamente tienen entre 21 a 25 años, no necesariamente son bonitos y jóvenes, sino que son gente mayor y son grandes producciones y son muy vistas en diferentes partes del mundo. Ojalá la televisión colombiana esté abierta a estas propuestas. Usted es mamá también, ¿qué hace su hijo? ¿Es artista? Él es el artista pero de las finanzas, aunque no carece de talento para actuar, hizo un casting alguna vez y le fue muy bien, pero él prefiere el mundo de las finanzas.Teresa Valverde, su primer personaje en la televisión.
Y cuándo se acaben las luces, las cámaras y las tablas ¿Qué viene después? Trabajé tanto tiempo, con un ritmo de trabajo tan violento, tan fuerte, montando una obra tras otra que ahorita no trato de empujar tanto el trabajo. Si estoy en un proyecto como en La Ronca de Oro, cuando terminó, necesito un tiempo para deshacerme de ese personaje, de ese proyecto para ver qué llega. Fíjate que yo quería hacer cine y a los dos meses me encontré con Juan Fisher en una discoteca, y me dijo, yo la necesito para una película, necesito que haga de travesti y luego hice ‘Buscando a Miguel’ y por ese personaje obtuve un premio a mejor actriz en The Big Apple Latin Film Awards y en el Festival Internacional de Cine de Pekín: Mejor Actriz 2009. Yo creo que uno va escribiendo con el universo lo que le va a pasar, uno lo piensa y ya empieza a suceder. A mí siempre me ha gustado la literatura, de hecho quiero ponerme a escribir dentro de un tiempo. Lea también "Veo a la gente haciendo falsos positivos en la actuación" Gustavo Angarita Jorge Alí Triana: el hombre que sobrevivió a 6 matrimonios.