La transformación que padece el presidente de un país genera una duda: ¿por qué lucen tan sonrientes y radiantes en sus campañas electorales y actos públicos si al fin y al cabo lo que consiguen es un trabajo donde la paga es un proceso de envejecimiento voraz?
La llamada adicción al poder paga bastante mal, o así se deduce de la manera como envejecen varios presidentes de Colombia y Estados Unidos. Esta selección comparativa de imágenes muestra cómo el ejercicio de gobernar pasó por encima de varios presidentes.
Belisario Betancur
El gobierno de Betancur estuvo marcado por un difícil proceso de paz con las guerrillas de las FARC, ELN, M-19 y otros grupos alzados en armas. El movimiento encabezado por Carlos Pizarro y Jaime Bateman Cayón decidió tomarse el Palacio de Justicia para juzgar al presidente por traición a la patria. A Betancur también le tocó afrontar la tragedia de Armero y el asesinato de su ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, la primera víctima de peso que el narcotráfico le cobró al Estado.
El presidente sufría de insomnio. Célebre es la anécdota de que caminaba solo por los pasillos de palacio, meditando. Inició el gobierno siendo un jocoso hombre aficionado a la poesía, al arte, pero las múltiples tragedias que capoteó ensombrecieron su gestión.
Virgilio Barco
Era difícil que un hombre como él llegara a ser presidente. Fue, quizá, el primer tecnócrata en llegar a la Casa de Nariño. No era carismático, dicen que era recio, frío. Era mal orador, pero en ese entonces el Partido Liberal tenía la suficiente fuerza electoral para llevar a la presidencia a un hombre cuyos discursos terminaban gritando vivas al partido. Recibió un país azotado por el narcotráfico. Pablo Escobar le declaró la guerra a su gobierno y él respondió al desafío. Quizá los momentos más difíciles de su administración están enmarcados en la narco guerra: tres candidatos presidenciales, que competían por relevarlo, murieron asesinados: Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo. En su administración ocurrió la bomba contra el edificio del DAS y la explosión de un avión de Avianca en pleno vuelo.
Esta difícil situación se sumó a su estado de salud. Barco tenía alzheimer. Cuentan que cuando lo asaltaban los ataques de la enfermedad creía ser, de nuevo, ministro, como lo fue en su juventud.
César Gaviria
Recibió las banderas de Luis Carlos Galán después del asesinato de este por parte del narcotráfico. Un rostro tan joven como el suyo era extraño en la Casa de Nariño. Antes de él los presidentes eran canosos y llegaban a la presidencia siendo abuelos. Gaviria tenía casi todo el pelo negro y sus hijos, Simón (hoy congresista y presidente del Partido Liberal) y María Paz eran niños. La mayoría de sus ministros eran tan jóvenes que a su gabinete lo llamaban el kinder de Gaviria.
Los momentos más difíciles para su gobierno fueron el apagón energético, por lo cual tuvo que adelantar el horario para que la gente aprovechara mejor la luz del día, y la fuga de Pablo Escobar de La Catedral, la cárcel que le fue entregada como parte de la negociación para entregarse. El país quedó sorprendido cuando descubrió que la prisión era toda una mansión, llena de lujos.
Ernesto Samper
Llegó a la presidencia con la promesa de mejorar la calidad de vida de los colombianos. Decía que era necesario "meterle corazón a la apertura (económica)", que impulsó su antecesor. Los especialistas dicen que las pretensiones sociales de su programa de gobierno eran admirables. Sin embargo su periodo se vio ensombrecido por el llamado proceso 8.000, que investigaba la supuesta infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña que lo llevó a la Casa de Nariño.
Andrés Pastrana
El presidente Pastrana creyó en las FARC. Su gobierno entregó a esa guerrilla la llamada zona de distensión, donde se realizaron los diálogos de paz. Llegó a la presidencia después de posar, como candidato, junto a Manuel Marulanda Vélez, 'Tirofijo' y hacer la promesa de la reconciliación para el país. Pero las FARC no se tomaron en serio el proceso. Los secuestros, las pescas milagrosas, las extorsiones, los ataques continuaron por parte de esa guerrilla.
La estampa juvenil con la que llegó a la presidencia se fue diluyendo conforme el proceso de paz fracasaba. Además, a Pastrana le tocó enderezar la economía, bastante maltrecha en ese entonces. El país recuerda el día en que decidió terminar el proceso de paz, cansado de los incumplimientos de las FARC. Habló a los colombianos por televisión y señalando su reloj, dirigiéndose a 'Tirofijo', le dijo: "Usted faltó a su palabra" y luego dio la hora exacta en que el ejército recuperaría los territorios de la zona de distensión.
Álvaro Uribe
¿Si cuatro años envejecen, que pasará con ocho? La respuesta puede darla el rostro del expresidente Álvaro Uribe. Recibió un país azotado por la violencia de las guerrillas. Su campaña comenzó de manera modesta, estaba en los últimos renglones de las encuestas. Pero su discurso antiguerrillero comenzó a calar en los votantes y se llevó el triunfo.
Para la Colombia moderna era inusual ver un presidente tan laborioso. Se decía que su capacidad de trabajo venía del yoga, pero otros se la atribuían a unas goticas mágicas. Lideró la lucha contra las FARC y los resultados gustaron a la gente y a los políticos. Se lanzó a la reelección y obtuvo una victoria indiscutible. Pero su segundo período fue duramente criticado por presuntos casos de corrupción de sus ministros, sus hijos fueron acusados de tramitar favores ante el Estado.
Aunque el descontento ante su administración era creciente, muchos querían verlo en un tercer período. Pero la Corte Constitucional negó esa posibilidad.
Juan Manuel Santos
Al presidente Santos le queda un año de gobierno. Aún no luce tan envejecido como sus antecesores. ¿Será que el último año de gobierno es el que más agota? El presidente debe estarlo pensando, todavía no se sabe si optará por la reelección. De momento a su gobierno lo marca un nuevo proceso de paz con las FARC, la entrega de facilidades de vivienda y una pelea con el expresidente Uribe.
George W. Bush y Barack Obama
No solo la Casa de Nariño envejece. La Casa Blanca no se queda atrás. George W. Bush y Barack Obama pueden dar testimonio de ello. Ambos ganaron la reelección. El primero tuvo que afrontar los ataque del 11 de septiembre y la consiguiente guerra contra el terrorismo. Su sucesor torea la crisis económica más profunda desde la Gran Depresión. Bush es uno de los presidentes más impopulares de la historia estadounidense, Obama comenzó el gobierno bajo el lema de la esperanza, pero los escasos logros económicos y las intervenciones a la privacidad de los ciudadanos le han sacado canas.
Barack Obama
El gobierno de Betancur estuvo marcado por un difícil proceso de paz con las guerrillas de las FARC, ELN, M-19 y otros grupos alzados en armas. El movimiento encabezado por Carlos Pizarro y Jaime Bateman Cayón decidió tomarse el Palacio de Justicia para juzgar al presidente por traición a la patria. A Betancur también le tocó afrontar la tragedia de Armero y el asesinato de su ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, la primera víctima de peso que el narcotráfico le cobró al Estado.
El presidente sufría de insomnio. Célebre es la anécdota de que caminaba solo por los pasillos de palacio, meditando. Inició el gobierno siendo un jocoso hombre aficionado a la poesía, al arte, pero las múltiples tragedias que capoteó ensombrecieron su gestión.
Virgilio Barco
Era difícil que un hombre como él llegara a ser presidente. Fue, quizá, el primer tecnócrata en llegar a la Casa de Nariño. No era carismático, dicen que era recio, frío. Era mal orador, pero en ese entonces el Partido Liberal tenía la suficiente fuerza electoral para llevar a la presidencia a un hombre cuyos discursos terminaban gritando vivas al partido. Recibió un país azotado por el narcotráfico. Pablo Escobar le declaró la guerra a su gobierno y él respondió al desafío. Quizá los momentos más difíciles de su administración están enmarcados en la narco guerra: tres candidatos presidenciales, que competían por relevarlo, murieron asesinados: Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo. En su administración ocurrió la bomba contra el edificio del DAS y la explosión de un avión de Avianca en pleno vuelo.
Esta difícil situación se sumó a su estado de salud. Barco tenía alzheimer. Cuentan que cuando lo asaltaban los ataques de la enfermedad creía ser, de nuevo, ministro, como lo fue en su juventud.
César Gaviria
Recibió las banderas de Luis Carlos Galán después del asesinato de este por parte del narcotráfico. Un rostro tan joven como el suyo era extraño en la Casa de Nariño. Antes de él los presidentes eran canosos y llegaban a la presidencia siendo abuelos. Gaviria tenía casi todo el pelo negro y sus hijos, Simón (hoy congresista y presidente del Partido Liberal) y María Paz eran niños. La mayoría de sus ministros eran tan jóvenes que a su gabinete lo llamaban el kinder de Gaviria.
Los momentos más difíciles para su gobierno fueron el apagón energético, por lo cual tuvo que adelantar el horario para que la gente aprovechara mejor la luz del día, y la fuga de Pablo Escobar de La Catedral, la cárcel que le fue entregada como parte de la negociación para entregarse. El país quedó sorprendido cuando descubrió que la prisión era toda una mansión, llena de lujos.
Ernesto Samper
Llegó a la presidencia con la promesa de mejorar la calidad de vida de los colombianos. Decía que era necesario "meterle corazón a la apertura (económica)", que impulsó su antecesor. Los especialistas dicen que las pretensiones sociales de su programa de gobierno eran admirables. Sin embargo su periodo se vio ensombrecido por el llamado proceso 8.000, que investigaba la supuesta infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña que lo llevó a la Casa de Nariño.
Andrés Pastrana
El presidente Pastrana creyó en las FARC. Su gobierno entregó a esa guerrilla la llamada zona de distensión, donde se realizaron los diálogos de paz. Llegó a la presidencia después de posar, como candidato, junto a Manuel Marulanda Vélez, 'Tirofijo' y hacer la promesa de la reconciliación para el país. Pero las FARC no se tomaron en serio el proceso. Los secuestros, las pescas milagrosas, las extorsiones, los ataques continuaron por parte de esa guerrilla.
La estampa juvenil con la que llegó a la presidencia se fue diluyendo conforme el proceso de paz fracasaba. Además, a Pastrana le tocó enderezar la economía, bastante maltrecha en ese entonces. El país recuerda el día en que decidió terminar el proceso de paz, cansado de los incumplimientos de las FARC. Habló a los colombianos por televisión y señalando su reloj, dirigiéndose a 'Tirofijo', le dijo: "Usted faltó a su palabra" y luego dio la hora exacta en que el ejército recuperaría los territorios de la zona de distensión.
Álvaro Uribe
¿Si cuatro años envejecen, que pasará con ocho? La respuesta puede darla el rostro del expresidente Álvaro Uribe. Recibió un país azotado por la violencia de las guerrillas. Su campaña comenzó de manera modesta, estaba en los últimos renglones de las encuestas. Pero su discurso antiguerrillero comenzó a calar en los votantes y se llevó el triunfo.
Para la Colombia moderna era inusual ver un presidente tan laborioso. Se decía que su capacidad de trabajo venía del yoga, pero otros se la atribuían a unas goticas mágicas. Lideró la lucha contra las FARC y los resultados gustaron a la gente y a los políticos. Se lanzó a la reelección y obtuvo una victoria indiscutible. Pero su segundo período fue duramente criticado por presuntos casos de corrupción de sus ministros, sus hijos fueron acusados de tramitar favores ante el Estado.
Aunque el descontento ante su administración era creciente, muchos querían verlo en un tercer período. Pero la Corte Constitucional negó esa posibilidad.
Juan Manuel Santos
Al presidente Santos le queda un año de gobierno. Aún no luce tan envejecido como sus antecesores. ¿Será que el último año de gobierno es el que más agota? El presidente debe estarlo pensando, todavía no se sabe si optará por la reelección. De momento a su gobierno lo marca un nuevo proceso de paz con las FARC, la entrega de facilidades de vivienda y una pelea con el expresidente Uribe.
George W. Bush y Barack Obama
No solo la Casa de Nariño envejece. La Casa Blanca no se queda atrás. George W. Bush y Barack Obama pueden dar testimonio de ello. Ambos ganaron la reelección. El primero tuvo que afrontar los ataque del 11 de septiembre y la consiguiente guerra contra el terrorismo. Su sucesor torea la crisis económica más profunda desde la Gran Depresión. Bush es uno de los presidentes más impopulares de la historia estadounidense, Obama comenzó el gobierno bajo el lema de la esperanza, pero los escasos logros económicos y las intervenciones a la privacidad de los ciudadanos le han sacado canas.
Barack Obama
