Las mujeres han dado grandes pasos de liderazgo en la sociedad gracias a quienes emprendieron una lucha a través de la historia para que espacios que eran dominados exclusivamente por los hombres dejaran de serlo.
Por ejemplo, en el mundo de la aviación ya se conocen los relatos de mujeres que han logrado romper esas cadenas de desigualdad y han llegado a pilotear un avión y dirigir bases aéreas; a ellas se les reconoce como las pioneras del campo y deben ser orgullo cada que conquistan los cielos.
Si bien en este sector aún sigue siendo baja la paridad de las compañías respecto a las mujeres, y aunque no sea un hecho sorprendente que una mujer esté cargo de un vuelo, el pasado 8 de marzo, en conmemoración al día internacional de la mujer, fue relevante que la tripulación del
vuelo 7219 de la aerolínea Wingo, con rumbo a Cartagena, bautizado como ‘La equidad’, fuera integrada solo por mujeres.
“Quiero contarles que este es un vuelo que está operado 100 % por mujeres y eso me llena de mucho orgullo, y es porque en Wingo el 57 % de las posiciones de liderazgo en nuestra empresa las cubrimos mujeres y aparte de eso el 46 % de toda nuestra fuerza laboral somos mujeres”, manifestó Carolina Cortizo, la directora general de la aerolínea Wingo a los pasajeros de este vuelo.
Ella está convencida de que la paridad es la clave para brindar el mejor servicio a todos los ususarios, por eso ese día se unió a la campaña #NoSoyUnObjeto que busca visibilizar el verdadero rol de las mujeres en el mundo.
“Es una campaña disruptiva, y lo que hace es tratar de sensibilizar sobre el tema de la equidad de género en las empresas, y también nosotros queremos sentar nuestra voz en contra de la violencia contra la mujer”, indicó Carolina en diálogo con Kienyke.com.
Carolina es consciente de que más allá de palabras y dedicaciones hacía las mujeres, este tema debe demostrarse con acciones, pues asegura que el rol de la mujer en la aviación aún está opacado.
“En la industria de la aviación las mujeres no tenemos el protagonismo que me gustaría ver, o que tenemos nosotros en Wingo, y por eso invito a otras empresas a que tomen una postura y que vean que más allá de una cuota nosotras aportamos a la productividad”, comentó.
Y agregó: "Falta muchísimo camino por recorrer, los números dicen que dentro de 99 años se va a lograr la paridad en el mundo".
Las mujeres al mando de la tripulación
La capitana Katherine Martínez es piloto de un avión Boeing 737 de Copa Airlines y cuenta ya con más de once años de experiencia. Entró como primera oficial y desde hace cinco años es capitana. Ella, asegura que desde que inició su carrera, su historia ha sido romper paradigmas.
“En todos los lugares donde llegamos las mujeres, que son mayormente campos de hombres, se siente un orgullo muy grande porque se sabe que los logros que se alcanzan son por cuenta propia, son por el esfuerzo y son porque realmente son meritorios”, le dijo la piloto Katerine a este medio.
Aseguró que esto también lo asume como una responsabilidad: "Empieza uno a romper esos paradigmas y esas ideas preconcebidas a cerca de las mujeres, y también es una responsabilidad muy grande porque en nuestros hombros recae el hecho de que otras mujeres puedan seguir esta misma carrera y este mismo camino".
A su lado estuvo la copiloto y primera oficial María Camila Giraldo quien manifestó que a pesar de que ellas están en este puesto de mando, sí existe una limitante de género en la aviación. Aunque resaltó el respaldo que tuvo para lograr todo lo que se propuso.
“Siempre ha sido una limitante el género en la aviación pero nosotros contamos con algo muy especial en nuestra compañía y es que desde que yo ingresé nuestra jefe de pilotos es una mujer”, confesó la copiloto Giraldo.
Y añadió que, "al ver el ejemplo de ella como la capitán, la jefe de tantos pilotos que somos en la compañía, lo motiva a uno y le hace romper cualquier paradigma”.
Ellas dos tienen diariamente la responsabilidad de trasladar por el cielo a miles de vidas que llevan en estos aviones que tripulan, conocen su deber y saben perfectamente lo que conlleva, regresar a cada uno sano y salvo a su destino.
Son conscientes también de su conocimiento y el valor que tienen para lograr este trabajo, en el que aún faltan más espacios para las mujeres.
“Para mí lo más importante es que nosotras las mujeres somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos sin importar cualquier limitación que los demás nos quieran poner o nos quieran imponer. Nosotras somos completamente capaces de hacer lo queramos y soñemos”, manifestó la primera oficial.
Ellas son el orgullo para la empresa en la que trabajan, el orgullo para su familia y el ejemplo para las miles de mujeres que representan. Su trabajo lo demuestra, en este avión tripulado solo por mujeres la satisfacción de los pasajeros es la respuesta a que sí vale la pena romper paradigmas.
Paula de 23 años, a bordo del vuelo 7219 manifestó que su experiencia viajando en esta aerolínea ha sido muy buena. "Me siento muy feliz ya que toda la tripulación en este viaje a Cartagena es femenina, los felicito y apoyo la campaña #NoSoyUnObjeto".
El pasajero Adrián Peláez expresó que se siente orgulloso de ser parte de esta transformación en las aerolíneas "apoyando a las mujeres con grandes capacidades en latinoamérica".
Carolina Mejía, viaja frecuentemente, pero señaló que esta vez fue diferente porque en definitiva hace reflexionar sobre el rol de la mujer. "Me encanta que celebremos lo fuerte que somos, lo capaces y valiosas", manifestó.
Hoy en día aún existen barreras y desigualdades sobre las mujeres, pero es claro que se están dando más pasos para que nosotras nos desenvolvamos en otros espacios y áreas de la sociedad que aún son dominadas solo por hombres.
Es un mensaje para comprender que esta lucha por la equidad de género no es en contra de los hombres sino es a favor de todos. Seguir validando las capacidades y destrezas de las mujeres hará que sean cada día menos los casos de feminicidios, violencia, abandono, falta de oportunidades y otras problemáticas que a nivel mundial se enfrentan las mujeres.
Por eso, la historia de Carolina, Katherine y María Camila demuestra que nuestro trabajo es igual de efectivo y profesional al de cualquiera, y que las mujeres no somos un objeto.
Escrito por Carol Velásquez.