A María Carolina Carrillo le cambió la vida en la madrugada del 16 de agosto de 2010, justo el día de su cumpleaños número 33. Eran casi las 2:00 de la mañana cuando el avión en el que viajaba de Bogotá a San Andrés Islas aterrizó antes de tiempo, chocó y se dividió en tres pedazos.
En el siniestro murieron dos personas y quedaron más de cien lesionadas. Ella se salvó de milagro y, aunque las heridas físicas que le dejó el accidente fueron de gravedad, logró recuperarse, superar sus miedos y salir adelante.
María Carolina dice que ese día volvió a nacer y que el accidente aéreo le dejó miles de enseñanzas que pone en práctica día tras día, como por ejemplo agradecerle a Dios por cada oportunidad que se le da y permitirle seguir en pie para luchar por los derechos humanos en Colombia.
KienyKe.com quiso conocer los detalles más íntimos de la vida de María Carolina Carrillo, quien aspira a ser la primera mujer defensora del pueblo.
Esta santandereana de 43 años nos abrió su corazón, contó los logros obtenidos en su carrera profesional, su paso en la dirección administrativa de la Cámara de Representantes y habló sobre cómo sería la Defensoría del Pueblo si fuera elegida para ocupar el cargo.
Un recorrido por la vida de María Carolina Carrillo
María Carolina Carrillo se define como una mujer berraca, “echada pa’ lante” y con un carácter decidido. Y es que es santandereana de pura cepa. Nació en Bucaramanga, en una familia que desde niña le inculcó la vocación de servicio por la comunidad. Su padre también es santandereano y su mamá guajira.
A los 17 años decidió radicarse en Bogotá. Estudió derecho en la Universidad Externado de Colombia e inició su carrera en el sector de movilidad, lo que en ese entonces se llamaba la Secretaría de Tránsito y Transporte de Bogotá.
Luego de terminar su trabajo en esa entidad decidió especializarse en contratación estatal en la misma institución educativa en la que terminó su pregrado. Desde ese momento no ha dejado de estudiar, hoy cuenta con varias especializaciones, masters y un doctorado honoris causa del Instituto Mexicano de Victimología.
María Carolina Carrillo tiene una impecable hoja de vida por su trabajo en el sector público y privado. Mientras hacía la especialización, conoció a una persona que le abrió las puertas en la Gobernación del departamento de Casanare, viajó a Yopal y allí trabajó durante cinco años como asesora.
“Este fue el trabajo que me abrió las puertas al mundo público y político. Me hice profesional en esa entidad. Aprendí muchísimas cosas, entendí terminología que no conocía y empecé a ejercer mi especialización en contratación estatal”, contó.
En el año 2009 llegó por primera vez al Congreso de la República. Se desempeñó como directora administrativa de la Cámara de Representantes y tuvo bajo su responsabilidad el ordenamiento del gasto, la representación legal, los procesos de contratación, el manejo del talento humano y los recursos físicos y financieros de esa corporación.
Cuando se acabó su periodo en el Congreso incursionó en el sector privado y trabajó durante dos años como directora de talento humano en Lamk Abogados. De allí, ingresó por dos años a la Auditoría General de la República, después ingresó al Cuerpo Oficial de Bomberos del Distrito Capital de Bogotá y luego pasó a la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), donde se dio cuenta de su amor por los derechos humanos.
“La ESAP me abrió los ojos frente a una realidad que muchos desconocemos. A veces estamos enfrascados en temas administrativos y contractuales y perdemos de vista lo más importante que es el tejido social y las personas. A partir de ese momento me di cuenta de mi vocación por la defensa de esos derechos y empecé a trabajar en varios países como México y España”, señaló.
De la ESAP pasó a ser la directora jurídica de la Unidad para la Consolidación Territorial. Allí adquirió muchos conocimientos acerca de los territorios más apartados de este país y conoció cómo es la realidad de muchos campesinos.
“En esa entidad aprendí cómo se trabaja realmente en la defensa de los derechos fundamentales, de los pequeños agricultores y de las personas de escasos recursos que viven en territorios recónditos y que no encontraron para su subsistencia otra forma que la de cultivar coca y marihuana. Fue una experiencia muy enriquecedora. Empezó una nueva etapa en mi vida donde quise entender la problemática social del campesino”, aseguró.
De vuelta a la Cámara de Representantes
María Carolina Carrillo volvió al Congreso de la República para desempeñarse como directora administrativa de la Cámara de Representantes. Para el periodo 2016-2018, fue elegida con 166 votos, y para el periodo 2018-2020, fue elegida por unanimidad.
Su gestión, que muchos califican como excelente, se basó en cinco pilares fundamentales. El primero, la simplificación de procesos: logró que fuera mucho más amable y menos “engorroso” hacer un trámite en la Cámara de Representantes. El segundo, el mejoramiento de la imagen: contribuyó a que el ciudadano de a pie conociera la gestión de esa corporación y dejara atrás esa imagen negativa de los miembros del Congreso.
“En ese tiempo logramos que los ciudadanos conocieran lo que hace realmente la Cámara de Representantes y que cambiaran esa percepción que muchas veces se tiene sobre los políticos y sobre quienes trabajan en ese organismo, porque es una idea equivocada”, comentó.
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El tercer pilar fue la difusión del trabajo legislativo, en la gestión de María Carolina Carrillo como directora administrativa de la Cámara se logró que cada uno de los representantes pudieran dar a conocer en cada uno de sus departamentos cuáles son los proyectos que adelantaron y cuáles de esos se convirtieron en ley. El cuarto y quinto pilar que se puso en marcha fue avanzar en temas de virtualidad y dar un paso adelante en el compromiso ambiental.
“El compromiso ambiental fue muy importante. Le apostamos de muchas maneras, haciendo campañas. Vinculamos a la Gran Familia Cámara de Representantes e hicimos talleres sobre cómo las personas perciben el medio ambiente y cómo lo pueden cuidar a través de la creatividad. Hicimos muchas cosas impresionantes”, indicó.
María Carolina Carrillo renunció a su intención para ser reelegida como directora administrativa de la Cámara por dos motivos: sentía que ya su ciclo había acabado y porque quiere dar la pelea para llegar a la Defensoría del Pueblo. Dijo que este tiempo lo utilizará para prepararse, estudiar aún más sobre los derechos humanos en Colombia y en los sistemas de protección.
Lo que tiene para dar en la Defensoría del Pueblo
Lo que más le llama la atención de la Defensoría del Pueblo a María Carolina Carrillo es su misión, pues es la única entidad del Estado que tiene como objetivo impulsar la efectividad de los derechos humanos de los habitantes del territorio nacional y de los colombianos en el exterior, en el marco del Estado Social de Derecho democrático, participativo y pluralista.
Manifestó a KienyKe.com que está dispuesta a asumir esta responsabilidad con honestidad, responsabilidad, transparencia y respeto por la comunidad.
Dijo que si es elegida como primera mujer en el cargo fortalecerá, principalmente, el sistema de alertas tempranas, que es el instrumento con el cual la Defensoría analiza la información relacionada con situaciones de vulnerabilidad y riesgo de la población civil.
“Ese sistema hay que fortalecerlo, porque es el que le indica al gobierno y a las administraciones locales cuál puede llegar a ser una violación a un derecho humano protegido en la ley. Hay que fortalecer esa prevención para que ese daño no se lleve a cabo”, mencionó.
Su segundo objetivo es incluir y brindarle más apoyo a las minorías, tales como los grupos étnicos, LGBTI, afrodescendientes y personas en condición de discapacidad. “Que no haya una sola área en donde no los vinculamos. Porque nuestro principal lema es la inclusión”, señaló.
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María Carolina también tiene en mente fortalecer la articulación interinstitucional. Aseguró que para lograr ese objetivo organizará un plan de trabajo periódico con la Fiscalía, Procuraduría, la JEP y el Ministerio del Interior “para avanzar en las promesas que están plasmadas en el papel pero que no se han realizado”.
Indicó que por último y no menos importante, la Defensoría del Pueblo a su cargo tendrá un enfoque diferencial, en el cual se le dé a cada población las herramientas que le corresponden para proteger y defender los derechos constitucionales de su comunidad.
“Es muy importante estar en los territorios y diferenciar estas necesidades que tienen las comunidades para así entregar las herramientas e instrumentos para que haya una verdadera transformación e inclusión en la sociedad de estos grupos que tanto lo necesitan”, finalizó.