Cámaras, luces, drones y programas de edición son las herramientas con las que jóvenes y colectivos indígenas están combatiendo la injusticia y el cambio climático. Gracias al trabajo de la fundación "If Not Us Then Who?" (¿Si no nosotros entonces quién?), indígenas en varios países de América Latina y de Indonesia reciben capacitación como realizadores y directores de cine para contar lo que viven sus comunidades en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo: el bosque tropical.
La ONG estadounidense llevó el mundo audiovisual a la selva para que sean los mismos indígenas quienes relaten las historias de innovación, las problemáticas sociales y las tradiciones dentro de este hábitat reconocido por su biodiversidad.
“Cuando un joven comunicador toma una cámara y se apunta a sí mismo, a sus mayores, a su cultura y a su mundo natural es cuando podemos comenzar a comprender su conciencia. El espectador ve lo que significa estar todavía conectado a la tierra, seguir viéndonos a nosotros mismos como naturaleza. Apuntar una cámara requiere que plantees preguntas y las preguntas son el corazón de la comprensión, el combustible para el compromiso y el camino para conectar con quienes somos”, escribió en un comunicado Paul Redman, director de la ONG.
Cine en el bosque guatemalteco
San Andrés es un municipio ubicado en el departamento de Petén, al norte de Guatemala. Sus habitantes viven en un bosque tropical bañado por las aguas de decenas de ríos y del lago Petén Itzá, que con sus 99 km² es el tercer lago natural más grande del país.
Ginger Sánchez es un comunicador comunitario de ese municipio y en 2016 conoció el proyecto de realización cinematográfica de 'If Not Us Then Who'.
“Empecé de cero. Lo que tenía era pasión por los videos e inicié con una cámara digital pequeña de lente fijo y con el celular. Mi objetivo era apoyar a mi comunidad y a mi organización a visualizar, a través de videos y fotos, todo el trabajo que se hace para proteger los bosques de Petén”, cuenta este líder juvenil.
Ginger pudo viajar a Ciudad de Guatemala donde tomó clases de fotografía y también realizó un intercambio con jóvenes de otras comunidades que luchan por defender sus derechos, territorios y bosques.
Después de varios talleres de video que se llevaron a cabo en una de las comunidades embera de Panamá, Ginger arrastró a varios de sus compañeros a la "idea loca", como dice él, de realizar un corto documental que vio la luz en 2018 y que relata el proceso que viven las niñas embera en su menarquia. En este momento, el video cuenta con más de 453 mil vistas en Youtube.
Gracias a su talento con la cámara y a la coordinación de If Not Us Then Who, sus cortos han sido expuestos en San Francisco y estuvo de gira por Europa con otros ‘guardianes del bosque’ para concientizar a más audiencias sobre la importancia de proteger este ecosistema.
En 2020, Ginger pudo terminar un proyecto audiovisual que muestra el trabajo de su organización, la Asociación Forestal Integral San Andrés Petén (AFISAP), que tiene como zona de incidencia la Reserva de la Biosfera Maya, el área protegida más grande de Centroamérica. Allí, el modelo forestal comunitario es responsable de la conservación del 70% de los más de 21.600 km cuadrados que ocupa este oasis natural.
Programa de profesionalización
Con el objetivo de captar la atención del público hacia el problema de la deforestación y las soluciones de las comunidades, y presionar a los Gobiernos para que cumplan sus compromisos en la lucha contra el cambio climático, desde 2014 If Not Us Then Who? ha organizado 15 eventos a nivel internacional.
En 2016, participaron en la Semana de la Tierra en Nueva York, la firma del Acuerdo de París y en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad de la COP13 en México.
Este año la ONG le apuesta al programa de profesionalización para Cineastas Emergentes, un estímulo para los nuevos talentos en los lugares más apartados del globo y que está financiado por Climate and Land Use Alliance (CLUA).
“Es muy importante que cineastas en las comunidades puedan construir su propio camino para contar sus historias y cambiar las narrativas acerca de los pueblos indígenas y comunidades locales a través de su propia lente. El objetivo de este programa es que estos cineastas tengan las capacidades y las alianzas para hacer sus historias llegar al público que merecen tener - un público que realmente necesita escuchar estas historias”, afirma Jaye Iona, coordinadora de la red de cineastas jóvenes y co-coordinadora del programa de profesionalización.
Hasta el 22 de febrero, jóvenes realizadores de las comunidades indígenas en Brasil, la Región Amazónica de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam o Venezuela, en Mesoamérica (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice, México) o Indonesia, pueden postularse para participar en el programa que durará un año y donde aprenderán el proceso de realización de una película desde el desarrollo de la idea, pasando por la consecución de recursos, hasta la postproducción.
El programa, que por primera vez se hará de manera completamente virtual, tendrá material de aprendizaje en español, portugués o inglés.
“Con If Not Us Then Who aprendí mucho en el tema de videos para poder ayudar a mi comunidad; ellos fueron mi guía. Jaye fue mi maestra. Hasta la fecha sigo apoyando a mi organización y a algunos compañeros de Panamá y Guatemala en temas audiovisuales”, concluye Ginger.
Por: Maria Paula Triviño / Anadolu