Sonó el himno argentino en el partido entre el combinado albiceleste y Croacia, válido por la segunda fecha del grupo D de la Copa del Mundo, y las miradas quedaron reflejadas en un gesto. Lionel Messi, a diferencia de sus compañeros, agachó la cabeza durante el cántico y la sostuvo con su mano, con una notoria cara de preocupación que se reflejó en la cancha, ya que Argentina cayó goleada tres goles a cero.
Todo es un mar de críticas. Argentina no enamora a su afición, comenzando por el arquero, Willie Caballero, que regaló el primer gol y con eso el equipo se partió y llegó el resto. Luego está la defensa y el medio campo, que liderados por Mascherano, no logran sacar su arco en cero. Por último, está el ataque: los críticos dejaron "tranquilo" a Gonzalo Higuaín, a quien no le perdonaron sus errores en la final de la Copa del Mundo Brasil 2014, para condenar al cinco veces elegido como el mejor jugador del mundo, Lionel Messi.
No es para menos. Los argentinos llevan esperando 25 años un triunfo de la selección mayor de fútbol, tras el conseguido en la Copa América de 1993 celebrada en Ecuador. Desde allí, han visto ganar a su más grande rival, Brasil, dos Mundiales. Incluso, en dos oportunidades, más recientes, Chile doblegó a Argentina en dos finales de la Copa América.
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En Argentina los culpables son todos y a la vez nadie. La prensa dice que luego de la muerte de Julio Grondona la Asociación de Fútbol Argentino -AFA- se desarmó, y han pasado tres técnicos desde su muerte, todos sin pena ni gloria.
También hablan de que Lionel Messi es el único culpable, por varias razones. La primera, que aunque no es confirmada, indicaría que el astro sería quién organiza el plantel. La formación y los convocados, al parecer, tendrían que pasar por sus manos antes de ser confirmadas.Un libro llamado "Generación Lio", escrito por los periodistas Julio Martínez y Héctor Laurada, habla en uno de sus capítulos sobre la importancia de Messi en la selección de los jugadores: "Para terminar de cerrar la lista de convocados para la Copa América de Chile tenía una duda, así que tuve que hacer una llamada telefónica. Lo consulté al 'Uno', a Messi, y le pregunté a quién prefería entre Ezequiel Lavezzi y Nicolás Gaitán. Lo hice porque los dos estaban en un nivel parejo y quería saber cuál era el que poder ser más beneficioso para el grupo. Así que terminé citando al 'Pocho'", comentó en el libro el entonces técnico de la Selección Argentina, Gerardo Martino. Esos rumores han sido muy mediáticos. Incluso, el periodista colombiano Jorge Bermúdez, en un programa indicó que la culpa era de Messi por hacer lo que él quiere en los vestuarios: "Él es el responsable del papelón. Porque Messi, que se creyó Dios, realmente es un ser humano, hace las nóminas, las convocatorias y ahora se dedica más a cuestiones técnicas. Pues si Messi quiere ser entrenador dígale a AFA que lo contrate. Messi hace lo que le da la gana, es un tipo insoportable en los vestuarios. La culpa del fracaso rotundo de la Selección Argentina tiene nombre propio y se llama Lionel Messi, que se creyó Dios y estrelló el mundo". [single-related post_id="894166"] La realidad es que pese a ser el máximo goleador de la albiceleste, con 64 tantos, hay estadísticas que no le favorecen. Según la FIFA, el referente mundial pasó el 84% del encuentro en una velocidad mínima (entre 0 y 7 km/h). Únicamente una vez pasó los 25 km/h en todo el juego.
Además, en las estadísticas aparece que Caballero hizo más pases que el 10, lo que terminó de hundir al jugador.A algunos argentinos y críticos de "La pulga", como también se le conoce, se les olvidó que Lionel Messi, en 763 partidos jugados en su carrera como profesional ha marcado 616 goles, entre selección Argentina y el Barcelona. Además, ha hecho 250 asistencias, teniendo una participación en goles un total de 866 veces, números que cualquier futbolista del mundo quisiera igualar. También sabe alzar títulos. 32 veces se ha alzado con el título de algún certamen, sea nacional (con el Barcelona) o internacional, también con el equipo blaugrana. Ese puede ser su talón de aquiles. El hecho de que en España si brilla con un club repleto de estrellas, y en la selección no lo hace, con un equipo también bueno, pero no como el club catalán, surge la gran pregunta que tienen algunos y es que sí Messi es tan bueno como aparenta ser, ¿por qué no logra ganar algo importante con Argentina? Messi carga con el peso de la final perdida en Brasil, torneo en el cuál recibió el reconocimiento como el mejor jugador, y también las dos copas América contra los chilenos. Aún le queda una esperanza y tendrá que jugarse la vida contra Nigeria, para intentar corregir el rumbo de la selección y así poder aspirar a ganar el que parece ser su último torneo con la selección Argentina.