La raza humana tiene muchos miedos, pero las pandemias se llevan el más alto lugar en ese ranking.
Cuando se informa que un virus empieza a propagarse, y se teme que pueda adquirir efectos globales de contagio y mortalidad, un sentimiento de temor y paranoia se extiende con mayor velocidad que la infección misma.
Sucede ahora con la epidemia de ébola, que comenzó en algunos países de África occidental, pero que tras alcanzar a víctimas en Europa y Estados Unidos encendió las alarmas sanitarias del planeta.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta ahora el brote de ébola ha causado la muerte a más de 4 mil personas en siete países (Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, España y Estados Unidos).
Para evitar su propagación autoridades migratorias del mundo han intensificado sus operativos de control sobre quienes provienen de África o han tenido viajes recientes a las zonas de propagación.
Hoy en Estados Unidos y algunos países de Europa, la prensa y la ciudadanía, no hablan de nada más que del ébola y el riesgo de su propagación. Muchos piensan que las alarmas son necesarias para alentar a la prevención, aunque suenen como noticias exageradas.
Así ha sucedido en el pasado con otros virus que también han azotado a la humanidad, causando millones de muertes. Los despliegues para prevenir su contagio han logrado controlar dichas pandemias, que inicialmente no tienen cura.
Recientemente fueron desplegadas algunas alertas sanitarias respecto al virus chikungunya, que se transmite al ser humano por mosquitos pero que no representa un riesgo mortal para el ser humano. Ahora los ojos del mundo se posan sobre el ébola, que sí tiene desenlace fatal para quien se infecte.
En los últimos 100 años la humanidad ha enfrentado varias tensiones por causa de epidemias víricas que se han extendido a escala mayor. ¿Cuáles han sido y cómo se han enfrentado?
La gripe que se llevó a 50 millones de personas
Hace casi 100 años, en 1918, mientras el mundo creía que tendría un respiro humanitario por el fin de la Primera Guerra Mundial, una nueva amenaza comenzaba a asolar a Europa y causar muchas más muertes que el mismo conflicto.
La Gripe Española, llamada también “La Pesadilla”, fue la propagación epidémica de un brote de Influenza del virus A que, al parecer, mutó y comenzó a propagarse en Estados Unidos en marzo de 1918.
Para esa época, oleadas de militares viajaban desde Norteamérica a Europa, Asia y África, por lo que se teme que dichas tropas fueron el conductor perfecto para el virus. En ese momento, los pocos afectados se consideraban víctimas de un fuerte resfriado.
La Gripe Española dejó unos 50 millones de muertos.
Francia fue el primer país que reportó casos de infectados con el virus, pero la trascendencia que alcanzó en los afectados en España le dio el nombre que pasó a la historia.
La Gripe Española, en menos de dos años, produjo unos 50 millones de muertos. La Primera Guerra Mundial dejó 17 millones de víctimas mortales.
Las naciones más afectadas fueron India, algunos países de África subsahariana, Francia, Reino Unido y España.
Sin duda las naciones que más reportaron víctimas hasta cuando la pandemia desapareció fueron regiones pobres, sin posibilidad de atención en salud para el cuidado de una gripa tan fuerte.
Gripe Asiática: el mal que arrasó a comunidades campesinas de China
El virus A H2N2, en mutación con gripe humana y de aves salvajes, provocó el surgimiento de una epidemia que comenzó en Pekín en 1957 y se expendió por el resto del planeta en menos de diez meses.
La pandemia fue denominada Gripe Asiática y arrancó su recorrido desde China hacia India, Australia, África y finalmente Europa y Estados Unidos.
Se culpa de la rápida velocidad de transmisión por el incremento del transporte internacional y la masificación de los vuelos intercontinentales.
En menos de un año la Gripe Asiática mató a cerca de 5 millones de personas, de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta.
El virus fue vulnerado unos meses después de que iniciara la pandemia.
Mientras se agilizaba su letalidad, los expertos médicos consiguieron desarrollar una vacuna. Inicialmente la distribución comenzó de manera limitada.
La pandemia desapareció en la primavera de 1958 luego de que los antibióticos vulneraran el virus. La mayoría de víctimas fueron granjeros de zonas rurales chinas.
La guerra de Vietnam ayudó a propagar la Gripe de Hong Kong
Poco tiempo después y muy cerca de donde se originó la epidemia H2N2 surgió una nueva cepa viral que aterrorizó al mundo, aunque sin los mismos efectos.
La pandemia se propagó desde julio de 1968; los primeros lugares golpeados fueron Vietnam y Singapur. En seguida la alarma se extendió a India, Filipinas, el norte de Australia y Europa. Su llegada a América fue por la costa oeste norteamericana y estuvo detonada por el regreso de tropas estadounidenses de la guerra en Vietnam.
La Gripe de Hong Kong produjo cerca de un millón de muertos y se identificó con la variante A H3N2.
La tasa de mortalidad de la Gripe de Hong Kong fue inferior al 1% del total de infectados, pero su propagación provocó preocupación global. Los síntomas de esta afección afectaban a las personas entre 4 o 5 días y, tras favorables cuidados, la gripe era superada. La mayoría de víctimas mortales fueron niños de brazos y personas mayores de 65 años.
VIH-sida: un mal que aterroriza al mundo desde hace tres décadas
Aunque no es un virus que se transmite por el aire o con sencillos contactos entre personas, el VIH es considerado una de las pandemias que más han aterrorizado a la humanidad desde la década de los 80.
Desde que fue descubierto en 1983, el VIH ha sido culpado de la muerte de 25 millones de personas. Casi dos millones de infectados fallecen cada año y no estrictamente porque el virus produzca la muerte, sino que el sistema inmunitario es tan vulnerado que la más mínima infección posterior al sida conduce al fin fatal.
Hay también otros 40 de millones de infectados en todo el mundo. El contagio es por contacto directo entre mucosas o sangre de los individuos y la manera por definición son las relaciones sexuales.
El VIH-sida no tiene cura; los picos de la pandemia fueron en 1996 cuando casi 4 millones de personas se contagiaron. Los esfuerzos médicos buscan prolongar la vida de los portadores.
Gripe Aviar: un pequeño susto a cambio del mayor despliegue sanitario
El primer gran susto del siglo XXI fue la Gripe Aviar. A finales de los 90 se conocían brotes de esta infección pero bastante aislados. En 2003 comenzó la pandemia en Corea del Sur, expandiéndose con rapidez por los países vecinos y hasta Europa y África.
Procede de la cepa H5N1 y al infectar a humanos es capaz de provocar neumonía con fatales consecuencias. Sin embargo, ante la rápida acción médica y el tratamiento a los infectados, la Gripe Aviar no consiguió una oleada de muertos tan masiva. 250 personas fallecieron, todas en Asia.
La histeria por la Gripe Porcina
Hace apenas cinco años América Latina enfrentó una emergencia por la propagación desde México de una cepa de influenza, la A H1N1, proveniente de una mutación genética aviaria y porcina.
En general este virus sólo afectaba a los cerdos, pero las variaciones de los mismos saltaron la barrera de la especia y consiguieron infectar a personas que tuvieron contacto cercano con los animales de corral.
La propagación del virus es situada en abril de 2009. México confirmó entonces la muerte de 20 personas por una nueva clase de gripe que era capaz de matar incluso a personas muy jóvenes.
La crisis llegó al punto que Ciudad de México se declaró en una especie de Estado de sitio y algunos días suspendieron actividades masivas.
En Colombia y el resto de países latinoamericanos y europeos se instauró una medida del uso de tapabocas en lugares públicos. Los expertos advirtieron que gripas con complicaciones respiratorias eran síntoma de una grave alerta.
La OMS decretó en agosto de 2010 el fin de la pandemia luego de que las autoridades globales la controlaran. Se estima que la Gripe Porcina dejó unas 18.449 víctimas mortales.
Las pandemias que nos llenaron de terror en el último siglo
Sáb, 18/10/2014 - 03:54
La raza humana tiene muchos miedos, pero las pandemias se llevan el más alto lugar en ese ranking.
Cuando se informa que un virus empieza a propagarse, y se teme que pueda adquiri
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