La fotógrafa uruguaya Manuela Aldabe visita a familias de víctimas de feminicidios para "recordarlas y dignificarlas" por medio del retrato de una prenda o accesorio de las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.
"Poner esa prenda sobre la pared es sacar(la) del cajón, de la bolsa donde estaba guardada, y darle de nuevo existencia; en ese caso el acto fotográfico se transforma en un acto de rebeldía contra el feminicidio", explicó a Sputnik la fotógrafa.
El proyecto, llamado "Toco tu piel", busca "la memoria y la dignificación" de las víctimas a partir de la exhibición de objetos tan íntimos como sus ropas o accesorios, que la artista cuelga de una pared para luego retratarlos.Para Aldabe en este caso el acto fotográfico comienza cuando llega a la casa de las familias, habla con la madre de la víctima o conoce a sus hijos, se adentra en la realidad que están viviendo estos familiares, elige con ellos la prenda, saca la foto, y recién culmina cuando esta imagen es exhibida. [single-related post_id="680053"] "A veces nos olvidamos de que esa mujer asesinada es un ser social y de que es muy querida por otras personas, por eso el fin es llegar a ellos y recordarla a través de la prenda", dice. La fotógrafa afirma que cada mujer asesinada formaba parte de un entorno que también se ve afectado. "Frente al acto del asesinato está el acto de recomposición en el acto fotográfico, de recomposición de identidad de esa mujer y de quienes la extrañan, que son quienes conservan los objetos, porque también el objeto habla de quien lo conservó, porque ¿por qué se elige conservar esto y no aquello?", inquiere.
Las familias
Aldabe afirma que el proceso que realiza con cada familia es al mismo tiempo lo más importante y lo más difícil de todo el trabajo, y que la foto que saca de cada prenda es solo una excusa para acercarse al entorno de las víctimas. [single-related post_id="679050"] Cuenta que le llamó la atención que en las manifestaciones contra la violencia machista no se supiera nada más de las mujeres asesinadas que su nombre, cuándo había nacido y cuándo la habían asesinado. Eso, asegura, le resultó "muy fuerte". [caption id="attachment_701430" align="alignnone" width="1024"] Página web del proyecto: www.tocotupiel.org[/caption] Fue a partir de esto que comenzó a concurrir a la casa de una familia de mujeres asesinadas por hombres con los que tenían una relación –y solamente en casos en los que la justicia ya hubiera emitido una sentencia–, para luego volver a estos lugares con una muestra de las 19 fotografías, una por cada departamento del país."Lo más difícil es llegar a las familias", dice Aldabe, y añade que "casi siempre son las madres" las que le abren la puerta, las que le dicen "qué suerte que llegaste te estábamos esperando ", porque no quieren que el caso de su hija sea olvidado.Además, comenta que le ha resultado un poco más complicado trabajar con los padres, aunque "no con todos". "No se puede generalizar, pero sí siento una gran solidaridad femenina en todo esto, que las madres y las hermanas están superdispuestas a hacerlo", explica.