Icetex cobra deuda a joven que está secuestrado por el Eln
Lun, 31/10/2016 - 04:00
La familia de un secuestrado del
La familia de un secuestrado del Eln vive un doble drama. Además de sufrir por el plagio de Édgar Torres Prestándesde hace tres años, están desesperados por una deuda de más de $17 millones que el joven médico tiene con el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex).Lea también: ¿Por qué el Eln no ha liberado a Odín Sánchez?Desde la mañana del tres de septiembre de 2013, cuando se movilizaba en una lancha por el río San Juan, en el departamento del Chocó, no hay noticias de su paradero. La versión que tienen en su casa, es que varios hombres interceptaron la embarcación y se lo llevaron para que atendiera a un guerrillero. Nada más que eso. Desde ese día, parece que la selva se lo hubiera tragado.En medio de la expectativa que se ha generado por el inicio de la Mesa Pública de diálogos entre el Gobierno y el Eln en Ecuador, varias familias han alzado sus voces para pedir la pronta liberación de quienes se supone están en poder de ese grupo guerrillero. Una de ellas, la de Édgar, aquel joven que tuvo que viajar a Cartagena para estudiar medicina con ayuda de un crédito del Icetex y los ahorros de su mamá, Ruth María Prestán.Le puede interesar: Las tusas amorosas de Santos y Uribe
"Cuando mi hijo se graduó le di gracias al señor. Había sufrido tanto por darle a mi hijo esos estudios", dice consternada la mujer a Noticias Uno.
Pero la alegría de Ruth se esfumó. Se la robaron con el secuestro.
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El drama de un secuestrado del Eln que le debe dinero al Icetex
Édgar le había dicho que no trabajara más, que él iba a sostener a la familia con su sueldo de médico. "Acá tienes este hombre que te va a dar todo", le prometió un día.
Pero hasta el momento, el joven secuestrado del Eln no le ha podido cumplir. Ni a ella, víctima de desplazamiento forzado, ni al Icetex, que continúa enviando los recibos de cobro a su casa.
La mujer no puede pagar esa suma y no cree que sea justo que su hijo deba hacerlo.
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"No les quedó mal, porque él está secuestrado. Si él estuviera acá, hace rato hubiese pagado la deuda. (...) Que cancelen esa deuda ya, porque mi hijo ya tiene tanto tiempo de estar allá. Yo por lo menos soy una persona pobre", manifestó al informativo.
La petición de la madre de este secuestrado, quien parece olvidada de cualquier autoridad, es imposible de cumplir. Así lo expresa el Icetex, que dice que lo único que se puede hacer es congelar el saldo. La única forma de condonar el crédito educativo que toma un estudiante colombiano con esta entidad es por muerte o invalidez.
Así las cosas, Édgar deberá pagar los más de $17 millones cuando esté en libertad, tan anhelada por su madre, quien espera ver a su "razón de vivir" entrar de nuevo al hogar o al menos, que en este momento en que el Gobierno está ad portas de los diálogos formales con la guerrilla, alguien la escuche y le dé información que le permita saber por qué se lo llevaron y cuál es su suerte.
Además de su mamá, una hija, que tiene los mismos años que él ha estado ausente, lo espera con ansias en una humilde casa del Chocó. La niña no conoce a su papá y aún no entiende un flagelo como el secuestro. No sabe por qué no ha podido abrazarlo y disfrutar con él sus primeros años de infancia.