Los Reyes, los de Cúcuta, no son como aquella familia con suerte que RCN personificó en una novela. Por el contrario, los Reyes Copello, son tres hermanos que han llegado lejos a punto de trabajo: Gerardo, el periodista del Miami Heraldo, ganador de un Premio Pulitzer; Gabriel, el Presidente del canal RCN, y Julio, el hombre detrás del último éxito de Alejandro Sanz.
A Julio, el menor de la familia, lo atrapó la música. Mejor, el piano, un instrumento que tocaba y enseñaba su mamá, de origen italiano. A los siete años Julio quedó embrujado con laTocata y fuga en re menor de Bach. Todas esas sensaciones musicales eran genéticas: su abuela italiana tocaba el piano, enseñaba y cantaba.
En su adolescencia aprendió de los Jesuitas, en el colegio San Bartolomé de Bogotá, el valor de la paciencia. Esperar el momento preciso para sentir la felicidad sin pasar por encima de la gente. De hecho tendría su primer empleo en lo que le gustaba, hacer música, a los 31 años. Sin embargo, mucho antes hizo escuela cuando estudiaba música en la Universidad Javeriana. En los patios conformaría un grupo musical: Café Express, con el actor Alejandro Martínez.
Desde aquel momento el pop lo cautivaba, en general toda la música. Su reproductor es un popurrí de cantantes y grupos: Bach, Mozart, Chopin, rock sinfónico de Génesis, Yes, Marillion, la salsa de La Fania, Alejandro Sanz, José José y hasta la Billo´s Caracas Boys. En la universidad lo conocían como un estudiante organizado. Era de los pocos que trabajaba al tiempo que estudiaba. Hizo las bandas sonoras de varias novelas, incluso ganó un premio India Catalina por la musicalización de la serie Leche.
Gerardo Reyes Copello es el único colombiano en ganar un Pulitzer en periodismo. Gabriel Reyes Copello es el presidente de uno de los canales de televisión más influyentes de Colombia.
Unos años después a su casa llegaría un correo donde se le comunicaba que la Universidad de Miami lo becaba para realizar una maestría en producción musical pero, a cambio, tenía que dictar clases en diferentes cursos de la institución. Julio, sin pensarlo, viajaría a los Estados Unidos con la dificultad de no saber hablar inglés pero tener la capacidad de escribirlo y leerlo. Un año le costó adaptarse al lenguaje usando una sola frase para responder a todas las conversaciones casuales: ¿really?, decía el colombiano.
En Miami se encontró con el bogotano Andrés Recio -su manager desde hace 12 años-, quien sabía de su trabajo como arreglista. Recio lo contactó con otro colombiano, el compositor y cantante Stefano, quien quedó fascinado con la creatividad y el talento del cucuteño. Juntos trabajaron en varias producciones para una decena de artistas y en ese primer año se verían los resultados: Amar sin mentiras de Marc Anthony quedaría nominado a mejor álbum latino. Arreglos musicales en los que estuvo presente Julio, curiosamente, sin conocer de frente al cantante puertorriqueño.
Un día en enero de 2004, Stefano invitó a la estrella de la salsa Marc Anthony a su estudio para que conociera a Reyes Copello. El cantante tardo en aparecer pero llegó a las dos de la mañana. Marc estaba en pleno duelo por la separación con su primera esposa Dayanara. En aquella cita, entonces, se encontrarían con el hombre y no con la celebridad. Hablaron sobre la vida, las mujeres, la desilusión y el desamor, charla que traería la esencia de lo que quería el cantante en su nuevo álbum. Sellaron su primer compromiso de trabajo.
Julio ha grabado con Jennifer López, Marc Antonhy, Alejandro Fernández, Thalía, Nelly Furtado, Ricky Martin, Chayanne y ahora es tiene junto a Alejandro Sanz un éxito musical en 17 países.
Muy pocos expertos de salsa saben que fue el colombiano Julio Reyes Copello quien con Stefano compuso los éxitos Ahora quién y Tu amor me hace bien, canciones del álbum Valió la pena. Aquella producción con Marc Antonhy no fue fácil, Reyes Copello trabajó con el horario al revés, noches y madrugadas, durante once meses sin parar. Pero los frutos del esfuerzo florecieron. Julio se disparó en el medio. A ese trabajo se sumaría componer y musicalizar para Jennifer López, Thalía, Nelly Furtado, Ricky Martin, Chayanne, Paulina Rubio y Alejandro Fernández, entre otros.
Uno de los ídolos musicales de Reyes Copello siempre ha sido Alejandro Sanz. El colombiano soñaba trabajar con él. En otrora había comprado sin dudar los álbumes Más y El alma al aire. Como la voluntad de haber hecho las cosas a conciencia y sin afanes se ve recompensada con el tiempo, en la carrera del colombiano finalmente se atravesaría su ídolo.
En noviembre de 2011, Jesús López presidente de Universal Music, llamó a Reyes Copello para ir a cenar a casa de Alejandro Sanz. El colombiano no se lo creía. Durante la comida hablaron de todo un poco. Pero el nuevo álbum del español fue el tema principal. De pronto el cucuteño pidió prestado el piano de cola que había en la casa, se sentó e improvisó algo que dejó estupefacto a Sanz. “Tú eres lo que yo andaba buscando”, le diría Alejandro. Juntos compusieron y grabaron el nuevo trabajo música del español La música no se toca, que por cierto ya lanzó el primer sencillo No me compares, composición del colombiano, canción que hoy está de número uno en 17 países.
Desde entonces Julio, el menor de los Reyes Copello, ha ganado dos premios Grammy y nueve premios de la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP), ha trabajado con las grandes estrellas de la música contemporánea. Discretamente y sin aspavientos, como si nunca hubiera salido de Cúcuta y estuviera todavía escuchando el piano de su mamá.