Muchas transformaciones se han dado en el periodismo internacional desde aquel diciembre de 1993 cuando el premio Nobel de literatura colombiano, Gabriel García Márquez, se reunió en Cartagena con su hermano Jaime y el periodista Jaime Abello, entonces director del canal regional TeleCaribe, con el fin de transmitirles su idea de crear una organización que contribuyera a la excelencia de este oficio y estimulara el desarrollo profesional de jóvenes.
Jaime Abello, Director desde sus inicios de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano-FNPI, habló con Kienyke sobre las nuevas lógicas en las que se desenvuelven medios y periodistas con sus audiencias, en un mundo dominado por lo digital.
¿Cómo explica la relación actual de los medios con sus audiencias? ¿En qué ha cambiado?
La relación entre el periodista y las audiencias es cada día más horizontal. El periodista se ha tenido que bajar de su pedestal para unirse a una conversación donde no es el único con el poder de comunicar. En ese escenario se encuentra con una audiencia activa, vigilante y sobre todo colaboradora, que le ofrece la oportunidad de multiplicar sus fuentes, corroborar datos, diversificar sus puntos de vista. Por otra parte, el periodista ya no debe preocuparse únicamente porque la audiencia llegue a sus historias, ahora el proceso también es inverso, el periodista debe buscar la manera de llegar a donde ya la audiencia está teniendo sus propias conversaciones, y debe hacerlo con argumentos, con historias relevantes y de calidad, es decir, debe ganarse un espacio en lugares donde la audiencia muchas veces ya no siente la necesidad de involucrar al periodista en la conversación.
Se habla de reestructurar los procesos en que se hace periodismo, ¿Cómo es esto?
Hay muchas reestructuraciones en curso, según el área del periodismo desde donde se mire. En varias redacciones se explora el modelo de trabajar con equipos más pequeños y especializados, que sean capaces de aprovechar el entorno colaborativo de la red; también vemos cómo los periodistas cada vez integran más a diseñadores e ingenieros para buscar nuevas narrativas en distintas plataformas; desde el punto de vista ético vemos que cada día crece la demanda por la transparencia y la sostenibilidad y eso influye la manera en que se crean y se muestran los contenidos. Estamos ante un panorama de transformaciones y rupturas, un escenario único para que los periodistas demuestren su talento y lideren la renovación del oficio.
La FNPI, que usted dirige, ha sido testigo de esta transformación del periodismo, del papel a lo digital y de lo digital a las redes sociales, ¿cómo han visto esta transformación?
Es un proceso apasionante. El periodismo ha pasado de una dinámica de 24 horas a un ritmo en el que cada segundo cuenta, en el que a diferencia del papel, publicar la noticia no es la etapa final de un proceso sino apenas el comienzo de conversaciones que surgen a partir de la interacción en redes sociales, de la agregación y de todas las posibilidades que ofrecen los contenidos que toman vida propia de acuerdo a los intereses de las audiencias. Esto plantea grandes retos para el periodista, que debe conservar los principios de calidad y ética que rigen el oficio pero adaptarlos a un entorno donde están cada vez más vigilados, con una audiencia que puede aportar pero que también está lista para hacerse sentir cuando considera que el periodista no está siendo fiel al pacto que tiene con ella.
¿Los medios en Latinoamérica, y particularmente en Colombia, cómo han asumido esta?
Según un reciente estudio de ComScore, América Latina es la región que más tiempo consume en redes sociales a nivel global. Esto le ha brindado una gran oportunidad a los medios, que van entendiendo las dinámicas de las redes sociales y buscan la manera de no quedarse por fuera de las conversaciones más importantes. En Colombia vemos ejemplos de medios digitales que crean comunidades, aumentan sus blogueros, hacen coberturas en Twitter, conversan en chats y videochats con la audiencia. En fin, comienzan a apropiarse de una cantidad de redes y herramientas que les ayudan a llegar a donde está la audiencia.
En un mundo impactado cada vez más por las redes sociales ¿Qué retos se plantea el nuevo periodismo?
Muchos. Solo por mencionar algunos: trabajar rápido sin sacrificar la calidad; despojarse del ego y aprovechar las críticas de la audiencia; entender el entorno colaborativo de las redes; aprender nuevos lenguajes para entenderse con técnicos e ingenieros; nutrirse de los avances en otras disciplinas para encontrar nuevas formas de narrar; conocer a las audiencias, entender qué les interesa y cómo consumen lo que les interesa; pero sobre todo, en medio de este vértigo, uno de los retos más importantes para los periodistas debe ser uno que menciona Gabo: tomarse “un minuto de silencio para reflexionar sobre la enorme responsabilidad que tienen”.
¿Ve en las redes sociales un factor determinante para la agenda de los medios?
Claro. Cualquier espacio que sirva para diversificar las fuentes, conocer los intereses y necesidades de la audiencia, poner a circular los contenidos, colaborar y crear comunidades, debe ser tenido en cuenta por los medios como una oportunidad para mirar de frente a la sociedad que ha depositado su confianza en ellos. El medio que sepa entender la dinámica de las redes y aplicar en ellas sus principios de servicio público, de manera natural dejará que su agenda tenga en cuenta los nuevos espacios de participación.
¿Cómo democratizar la información periodística en Colombia? ¿Qué importancia tiene esto de la democratización en una sociedad?
Democratizar la información es una de las maneras de lograr sociedades más justas, en las que cada individuo tenga los elementos suficientes para ser libre, desarrollarse y tomar sus decisiones. Una forma de democratizar esa información es animar a que cada día más personas se unan al debate, entre más voces, fuentes, puntos de vista y opiniones haya, más fácil será aprender a entendernos y a solucionar nuestras diferencias. Ahí el periodista juega un papel clave como mediador para canalizar los temas más relevantes, dar contexto y explicar lo que sucede y por qué sucede.
¿Colombia va por ese camino?
Yo creo que sí. La gente se está interesando en los debates, se hacen preguntas, se cuestionan. Aún nos queda muchísimo camino por avanzar en temas de libertad de expresión y de garantías para ejercer el oficio, especialmente en las regiones, como lo demuestran distintos indicadores del Índice investigado y preparado por el Proyecto Antonio Nariño, pero precisamente las redes sociales y los nuevos espacios de interacción pueden servir como una válvula de escape para compartir y dar a conocer hechos a los que antes se les daba poca visibilidad o se quedaban callados por la autocensura.
¿Es el medio el que debe adaptarse a la cultura del lector o, por el contrario, el medio debe buscar la forma de crear cultura?
El medio debe entender a sus audiencias. Los consumidores de información tienen un mar de opciones para elegir, así que no perderán tiempo con un medio que no le ofrezca lo que quiere, en el momento que quiere. Entonces ahí es donde el medio tiene el reto de saber adaptarse a las necesidades de su audiencia, pero no solo para darle gusto sino para ofrecerle un valor agregado, algo diferente a lo que ofrecen todos los demás, algo que la cuestione, que despierte su curiosidad. En ese punto, el medio se está adaptando a la cultura del lector, pero al mismo tiempo está creando una cultura que lo hace único y le da relevancia.
¿Qué puede destacar del periodismo digital en Colombia?. De las experiencias digitales colombianas ¿que hay de original e innovador?
Yo destacaría el entusiasmo, las ganas de experimentar y desprenderse de la comodidad para buscar nuevos caminos. Es interesante que Kien&Ke ahora se lanza a hacer televisión y radio en la web, mientras Verdad Abierta está haciendo una labor valiosa y especializada para ayudarnos a comprender el conflicto armado, o La Silla Vacía, que trabaja con bases de datos para conocer a personajes de la vida nacional, con coberturas en tiempo real y la participación de sus usuarios, en tanto que Razón Pública pone sobre la mesa temas de debate en profundidad, por poner solo unos ejemplos.
¿Qué nuevas transformaciones habrá en las audiencias latinoamericanas, y en la colombiana particularmente?
Con el aumento de la penetración de Internet y la conexión móvil cambiarán muchos hábitos de consumo. Esto a su vez debería aumentar la interacción y la participación de las audiencias. América Latina se está convirtiendo en el centro de atención del mundo, su cultura y su economía le están dando un nuevo protagonismo global y eso se debería ver reflejado en lo que nuestras sociedades conversan en sus espacios de interacción. Este contexto representa una oportunidad única para que América Latina marque la pauta respecto a la forma en que las sociedades aprovechan las tecnologías de la información y la comunicación.
@CiudadanoCarl
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Mié, 17/04/2013 - 06:16
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