La estirpe inca de la que habla la historia fue la que se hizo presente en los once peruanos que salieron en representación de su país la noche del miércoles 15 de noviembre de 2017 para terminar con 36 años y ocho eliminatorias de frustración. Perú se impuso 2-0 ante Nueva Zelanda y clasificó después de innumerables tropiezos a Rusia 2018, logrando el último cupo.
Mientras Paolo Guerrero afrontaba una suspensión de 30 días impuesta por la FIFA semanas antes del cruce con los oceánicos -debido al positivo en la prueba antidopaje tras un partido contra Argentina en una de las últimas fechas de las eliminatorias sudamericanas-, Perú se enfrentó a Nueva Zelanda en el primer partido del repechaje que terminó en un tosco empate 0-0 que dejaba ver el golpe anímico por la ausencia de su capitán y referente.
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Desde el mundial de España 1982, los incas no sabían lo que era ir a la máxima cita orbital. La última oportunidad estaba en el estadio Nacional de Lima. Años de intentos y frustraciones, el sufrimiento durante las eliminatorias donde clasificaron al repechaje en la última fecha y la tristeza por no tener a Guerrero en la fase decisiva se liberaron en el grito de gol tras el remate de Jefferson Farfán, a los 27 minutos del primer tiempo, y de Christian Ramos, a los 64 de la parte final.
La celebración del primer gol fue la demostración de la unión que significó el fútbol para los peruanos desde aquel entonces. Farfán corrió al banco donde estaban el resto de sus compañeros y se fundió en un abrazo del que salió con una camiseta en su mano. Era la 9, la de Paolo, la de su amigo desde las selecciones juveniles. Y mientras no podía contener las lágrimas, miles de peruanos presentes en el estadio coreaban el nombre de Guerrero.
[caption id="attachment_897957" align="alignnone" width="1024"] @SeleccionPeru[/caption]
“El Tigre” por primera vez en un mundial
Ricardo Gareca aceptó ser el técnico de la selección peruana en marzo de 2015. La historia de “El Tigre” con los mundiales es bastante peculiar. En las eliminatoria rumbo a México 1986 fue el que convirtió el gol, justamente ante Perú, que le dio la clasificación a la selección argentina. Sin embargo, Gareca no disfrutó de aquel título mundial como hubiese querido, ya que no hizo parte del grupo que viajó a jugar el mundial dirigido por Carlos Salvador Bilardo. Pero los caminos del fútbol lo llevaron hasta Perú 30 años después, en una selección cansada de los desengaños durante los últimos años donde ni siquiera estuvo cerca de clasificarse y terminó viendo la fiesta mundialista desde afuera. Al final lo logró, tres décadas después llevó a Perú al top del fútbol mundial.La cita con una fiesta conocida
En el sorteo de los grupos en el mundial, Perú quedó en el grupo C junto a las selecciones de Dinamarca, Francia y Australia. Lejos de atemorizarse por el talante de sus rivales, los peruanos enviaron un mensaje a través de un vídeo difundido en redes sociales enfatizando dos frases: “estamos de vuelta, nos vemos en la cancha” y “vamos a sacar la raza guerrera que Paolo nos devolvió”. Sin embargo, el camino a Rusia les traería otro traspiés. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) suspendía a Paolo Guerrero por un año, lo que le impediría jugar el mundial por el que tanto él, sus compañeros y Perú habían luchado los últimos cuatro años. Pese a que en el equipo figuraban jugadores de gran calidad como Farfán, Cueva, Carrillo y Flores, la ausencia del capitán era un gran golpe. El mediatismo y afinidad del mundo del fútbol hacia los peruanos hizo que los capitanes y entrenadores de las otras tres selecciones pertenecientes al grupo C enviaran una carta al TAS y la FIFA, para que la sanción se efectura tras el mundial. Finalmente el 31 de mayo se confirmó que Paolo podría asistir al certamen con su selección.La fiebre por el regreso a la máxima cita orbital en Perú se notó incluso por fuera de sus fronteras, fueron el octavo país en el ranking geográfico de los aficionados que más entradas compraron para la fase de grupos del mundial. Más de cien mil boletos solicitaron y compraron los peruanos para los partidos ante los dos equipos europeos y el asiático.[single-related post_id="894775"] Para el primer partido ante Dinamarca, el 16 de junio, la ilusión peruana estaba en lo más alto. Miles de hinchas se desplazaron hasta el estadio Mordovia Arena, ubicado en Saransk, pero aunque los dirigidos por Gareca jugaron a su ya acostumbrado nivel, malograron un penal a través de Christian Cueva y no alcanzaron a empatar el partido que los daneses desequilibraron rápidamente. Con la derrota del primer partido a espaldas, los peruanos se enfrentaron al rival más difícil del grupo en la segunda fecha el 21 de junio. La obligación de ganar ante Francia no dejó espacio al desarrollo futbolístico del equipo y se vieron superados por uno de los favoritos a llevarse el mundial. Sorprendentemente, Perú quedaba eliminada al segundo partido de su regreso a un mundial. En el partido final que se disputó el 26 de junio en el estadio Olímpico de Sochi, Perú mostró la versión que todos esperaban y venció 2-0 a Australia en el partido de despedida del mundial. Los incas terminaron terceros en el grupo C con tres puntos. Seguramente para algunos irse en la primera fase del mundial sería un deshonor, pero Perú y otras selecciones han dado una demostración genuina del espíritu que debe estar presente en el fútbol. En 2018, 36 años después, volvieron, marcaron un gol y sintieron lo que era ganar comandados por Paolo Guerrero.